Resuelto a probar hasta el fin las promesas de la empresa de
impresión bajo demanda y comercialización Lulu, comienzo a trabajar. Como se recordará, el fin de una empresa de este tipo es convertir a los autores en autoeditores, que se fabriquen el libro, lo promocionen y lo vendan, todo a través del sito web. Para compartir la experiencia con mis lectores, voy a seguir todo el circuito, aplicándolo a la creación de un libro real. Comenzaremos por el primer paso.
Mi objetivo será la edición de mi libro de relatos
Nueve veranos. Se trata de una obra inédita en papel, que fue difundida en la red
con licencia Creative Commons, y se puede
descargar desde bastantes lugares (además de estar presente en
Google Libros). Los archivos de descarga pueden ser Word, pdf, e incluso en
formato para agendas y Palms. Pero para difundirla como libro impreso quería convertir su archivo de Word en algo parecido a un "libro de verdad".
De modo que me puse a trabajar en él. Recomiendo a cualquiera que cuestione la necesidad de intermediarios en el sector del libro que comience por pensar en los de más bajo nivel: los que se responsabilizan de la limpieza del texto (errores, erratas) y su puesta en página. Para mí, persona con años de experiencia en el sector editorial y en uso de Word, ha sido todo un calvario, y me ha costado varias horas de esfuerzos y consultas, dotar al libro de una caja tipográfica agradable (que no sé si habré conseguido plenamente) y disponer algunas de las características que diferencian a un libro de una pila de A4, por ejemplo: márgenes de impresión (la mancha tipográfica se sitúa en la página teniendo en cuenta por dónde se encuaderna el libro), folio explicativo (esos textos que, normalmente arriba, van diciéndonos el nombre del capítulo o apartado en que estamos), distribución de blancos, etcétera.
No: entre el archivo Word de creación de un autor y el libro compaginado hay un montón de trabajo, que el autoeditor debe poder (y saber) hacer. No me extraña que en el sitio de
Lulu aparezcan ofertas de empresas de servicios para estas tareas.
Por otra parte, el sitio español de Lulu, con errores en alguna traducción, y partes enteras en inglés, plantea numerosos problemas al usuario. (Continuará).
Etiquetas: Autoedición, Impresión sobre pedido