¿Quién manda en el precio de un producto?: ¿quien lo hace, quien lo vende o quien lo compra? Mientras que en las mercancías tradicionales uno puede estar razonablamente seguro de quién manda, en el caso de los libros electrónicos, la cosa dista mucho de estar clara.
Recapitulemos: Apple obligó a las discográficas a fijar un precio único (y bajo) por canción que vendían a través de su aplicación iTunes, vía única de adquisición para sus dispositivos iPod e iPhone: 0,9 dólares. Amazon hizo lo mismo con los libros y su Kindle, forzando a los editores a un precio de venta de 9,99 dólares (con el que Amazon perdía dinero... a cambio de vender e implantar su Kindle).
Ahora, con el lanzamiento del nuevo
iPad, dotado de la aplicación de lectura
iBooks, Apple ha hecho un acuerdo con el Grupo Hachette, HarperCollins, Macmillan, Penguin y Simon & Schuster, según el cual los editores fijarán el precio de venta, y el vendedor por línea se quedará un 30% de comisión.
Inmediatamente, el poderoso MacMillan ha impuesto estas mismas condiciones a Amazon, quien tras responder retirando los libros electrónicos y tradicionales de la venta (imagen superior), se ha visto obligada a pactar, para mantener la amplia oferta de obras en el Kindle, que es uno de los puntos fuertes del lector.
Los nuevos precios serán del orden de 12,99 a 14,99 dólares para las obras nuevas de ficción o no ficción.
En el nuevo modelo, dice un
análisis del New York Times, los editores ganarán menos dinero por cada libro digital vendido, a cambio (opino yo) de controlar mejor su comercialización en relación con la obra en papel.
De momento, la competencia (hasta ahora inexistente en el sector norteamericano del libro digital) ha hecho su aparición, paradójicamente subiendo los precios del consumidor final.
¿Y el comprador? Si los libros digitales están aún lejos de ser la revolución en el consumo que muchos anunciaban, esta nueva subida de precios, ¿no retrasará aún más su implantación?
Y respecto a la competencia entre dispositivos lectores, hay que recordar que las obras para Kindle también se
pueden leer en el iPhone, y muy probablemente el iPad admita esta misma posibilidad: lo que está en juego no es tanto un dispositivo concreto u otro, sino los acuerdos de determinadas plataformas (que hoy en día agrupan tienda
on-line exclusiva + hardware + software de lectura) con los editores.
Etiquetas: E-book, Editoriales, iPhone