Puntuando “La segunda ya tal”

01 julio 2013 17:17

 

 

Como es bien sabido, el presidente de Gobierno tuvo una penosa intervención en una reciente rueda de prensa, al intentar soslayar una pregunta sobre el ex-tesorero de su partido, Luis Bárcenas, recién ingresado en prisión.

El muñón de frase del presidente expresaba, a través de la elipsis, del adverbio “ya” y del término vacío “tal” su deseo de no hablar del tema, remitiendo a un pasado donde hipotéticamente ya se habría hecho… Pero el resultado fue un engendro verbal de resonancias gilygilescas que despertó las risas de la concurrencia. Desde el punto de vista lingüístico nos interesará ver cómo se representó el balbuceo de Rajoy utilizando los recursos disponibles en la lengua escrita, sobre todo la puntuación. Veamos las variantes que hemos detectado en la Web:

La segunda ya tal

La segunda, ya tal

La segunda ya y tal

La segunda, yaaa tal

La segunda ya… tal

La segunda ya…, tal

La segunda, ya tal…

La segunda ya… tal

La segunda… ya… tal

Los muy diversos transcriptores de la expresión han hecho lo mejor que han podido para meter en el corsé de las normas habituales de puntuación semejante anacoluto. Los más cuidadosos han recurrido a los tres puntos, esos eficaces marcadores de la suspensión dentro de la frase, y hay quien, acertadamente, los ha usado hasta dos veces. Ha habido también un intento de señalar la vacilación alargando una vocal (“yaaa tal”). Todo ello, unido a las dudas sobre las pausas, patente en las distintas posiciones de la coma (o su ausencia), indica bien a las claras lo difícil que es meter en un corsé racional la verbalización de la culpa, de la desgana, de la evitación.

En resumen: un escándalo…

Por una maldita coma…

06 febrero 2012 12:12

La verdad, es que hay gente muy mala… Y con mucho ingenio.

(Gracias a JASP por el envío).

Cielos tipográficos, instalación en Madrid

27 enero 2012 11:11


La artista Soledad Sevilla ha creado para el Palacio de Cristal del Retiro de Madrid, encargado por el Centro Reina Sofía, la exposición “Escrito en los cuerpos celestes“, que estará abierta hasta el 29 de abril.

Se trata de una estructura que reproduce, en su interior y a menor escala, la disposición general del Palacio de Cristal. Pero este nuevo recinto-dentro-del-recinto tiene una peculiaridad: sus paredes, translúcidas, están perforadas por orificios en forma de los signos de puntuación. Si a corta distancia el efecto es de una constelación de puntos, comas, paréntesis, comillas…, el efecto general es de un cielo estrellado que se pliega en el interior del Palacio, con ese color azul intenso propio de los atardeceres invernales madrileños.

¿Sabía la artista que puntuación viene de punto, y este del latín punctum, ‘punción’, ‘agujero’? Da lo mismo: estas paredes perforadas por la puntuación, por los signos tipográficos que evocan los ritmos y tonos del habla, evocan (para mí) el universo de lenguaje en el que nos movemos: esa logosfera en que estamos inmersos, y de la que sólo a veces, cuando nos acercamos, vemos en detalle.

Posteado también en mi blog de libros.

La dama y el anacoluto

07 septiembre 2010 20:20

Me produce un placer especial leer la transcripción de comunicaciones orales. Cuanto más fieles son a lo que se emitió, más extrañas resultan como puro texto escrito (en cuya categoría no obstante intentan encuadrarse, gracias a la utilización de elementos como los puntos suspensivos). Veamos:

Eh…, vamos a ver, yo ingresos en el año 2002, 2003, no me acuerdo si tenía algún ingreso porque todos los temas económicos relacionados con nuestro patrimonio, con nuestro…, vamos, nuestro…, todos los temas económicos los lleva mi marido y…, no sé si en el año 2002, 2003 yo tenía alguna fuente de ingresos, eh…, no, no lo sé.

¡Que nadie se ría! Cualquiera de nosotros, en cualquier ocasión (sobre todo si está ante un juez, como el caso de la señora Rosalía), hablará de esa forma entrecortada, dejará frases sin acabar, o las terminará cambiando de idea a medias. Las oraciones coherentes, bien concordadas y perfectamente construidas son cosa del lenguaje escrito, pero lo que es en la vida diaria de viva voz…

No, vamos a ver, no…, yo tenía un taller de restauración y tengo un taller de restauración, pero bueno, es un tema…, somos varias socias, y bueno, pues funcionamos un poco a nivel de amistad, a nivel particular y no…, no como grandes empresarias, ni nada por el estilo, con lo cual no sé si tenía algún ingreso, estaba en función del trabajo que podía realizar en ese momento, mayor o menor, en función del número de muebles que podía restaurar.

Estos fenómenos se agrupan casi todos bajo la denominación de anacoluto, que a nuestra vez podríamos intentar definir:

Anacoluto es cuando, bueno, si empiezas a hablar y dejas colgando…., o si a la mitad de la frase, o sea, se me ha ocurrido otra cosa, pues, entonces, claro no vas a…, y total, todos te entienden…

Mala gestión de la escritura en SMS

29 mayo 2009 18:18

En las paradas de autobús de Barcelona se ha instalado un sistema que permite consultar el tiempo que falta para que llegue un determinado autobús a la parada. Transcribo en castellano las instrucciones:

para saber cuándo llega un bus concreto

Envía SMS al

7412

Con: Tiempo (espacio) código parada (espacio) número línea

Pero el usuario que, pasado el mediodía, escribe por ejemplo:

12:22 1732 17

recibe de vuelta un mensaje de error:

Missatge erroni. Envia “Temps codiparada numlinea”

El sufrido usuario se tira de los pelos: ¡pero si eso es lo que he hecho!

Pues no: el mensaje que se supone que habría debido mandar es:

Temps 1732 17

Porque las instrucciones deberían haber sido:

Con: «Tiempo » (espacio) código parada (espacio) número línea

Es decir: no hay que poner el tiempo, sino la palabra «tiempo». Y para indicar que se habla no sobre el concepto sino sobre la palabra, hace ya algunos siglos que se utilizan las comillas, cosa que al parecer ignora TMB.

Y, ya puestos, ¿por qué pide TMB que le manden esa palabra en el SMS?: si el número se usa sólo para pedir esta información (como debería ser), tendría que bastar con enviar el código de la parada y el número del autobús. Y además, ¿qué es eso de pedir que en un SMS se meta una palabra con mayúscula (Temps)? ¿O es que la mayuscula puede tanto ir como no?

En esta época de comunicación con máquinas y mediante ellas hay que pensar los mensajes desde un punto de vista específico del nuevo canal y, en cualquier caso, y si se quiere utilizar la transmisión escrita, no hay que olvidar las convenciones tipográficas que nos acompañan desde hace tanto.

Dos admiraciones

19 mayo 2009 16:16


Encontramos este bonito ejemplo de uso de la puntuación y reflexión metalingüística sobre ella en un artículo de Josep Vicent Boira en “Cultura/s” de La Vanguardia (25 de marzo del 2009). Ahí se citaba un “humilde y olvidado artículo titulado La centralización“, aparecido en 1858 en una revista carlista valenciana. Cuál no sería nuestra sorpresa cuando al hacer una búsqueda aparece el número de la revista en Google Libros, gracias a que la biblioteca de la Universidad de Michigan custodiaba un ejemplar, todo hay que decirlo.

Se trata de El pensamiento de Valencia. Revista política, religiosa , cientifica y literaria, 1 enero a 31 de mayo de 1858, Valencia, IMPRENTA Y LIBRERÍA DE D. JOSÉ MATEU GARIN, plaza de la Almoina, núm. 2. En su página 207 está el texto que copiamos:

¡Peregrina ocurrencia, diria el Gobierno, la de administrarse las provincias sus intereses!

¡¡Peregrina ocurrencia, decimos nosotros, la de administrar el Gobierno los intereses de las provincias!! y él con una, y nosotros con dos admiraciones, salíamos del paso.

Se trata, está claro, de un alegato anticentralista, para lo cual se ha usado de la figura retórica de la prosopopeya: el Gobierno se indigna y los partidarios de la descentralización se indignan el doble. ¿Cómo se demuestra? Duplicando las admiraciones…

Estos expertos…

10 octubre 2008 20:20


Este título interior de un reportaje de El País (pág. 30 de hoy) dice que algunos expertos ya tienen problemas para enfrentarse a textos largos. No lo dudo: hay cada experto por ahí… Pero una oportuna coma habría bastado para que la frase dijera lo que tenía que decir:

Enfrentarse a textos largos es ya un problema, para algunos expertos

Es decir: “algunos expertos opinan que enfrentarse a textos largos es ya un problema”.

De comas y abortos

19 septiembre 2008 11:11

La noticia procede de Argentina (gracias, Martín).

Según cuenta Crítica, el juez negó un aborto a una niña de 12 años violada por su padrastro:

Para muchas organizaciones civiles e incluso estatales –entre ellas el INADI– el caso de la niña da lugar a la figura del “aborto no punible” y eso significa que no habría que dar parte a la Justicia, sino practicar la interrupción del embarazo sin más trámite. Pero el Estado, que terminó de hablar ayer a través del juez Ferrer, establece que este caso no amerita contemplaciones semejantes.

¿Por qué existen criterios tan distintos? El origen de la controversia está en el artículo 86 del Código Penal, cuyos incisos 1º y 2º establecen que el llamado “aborto no punible” vale “si se ha hecho con el fin de evitar un peligro para la vida o la salud de la madre y si este peligro no puede ser evitado por otros medios” (inciso 1º) o “si el embarazo proviene de una violación o de un atentado al pudor cometido sobre una mujer idiota o demente” (inciso 2º). La zona gris se da con este segundo inciso, ya que no hay un acuerdo generalizado en torno a sus alcances. Al momento de ser redactado, este artículo se copió de un código suizo, pero en la transcripción se habría omitido poner una coma después de la palabra “violación”: un aparente “detalle” sintáctico que, sin embargo, tiene consecuencias de significado contundentes. El aborto no punible “sin coma” no incluye en sus alcances a una niña de 12 años sin problemas mentales. Con coma, sí.

Vale la pena leer la noticia completa, con otros detalles sórdidos (aparte de los sintácticos).

La coma de R2D2

13 abril 2008 10:10


Juraría que es un caso de “¡me como esa coma!” (aunque los puntillosos y atentos lectores de este blog dirán).

Leo en La Vanguardia, bajo este encabezamiento: Hospitalizado el actor que interpretó al robot R2-D2 en ‘La Guerra de las Galaxias’:

“No es nada serio, sólo algo que rebrota una y otra vez”, añadió el hijo del actor, que, con su alrededor de 1,12 metros de altura, interpretó al robot en las seis películas de la saga tras ser elegido por el director George Lucas para el papel.

¡Ajá! Ya me parecía a mí que dentro de R2D2 tenía que haber un niño, por la corta estatura…

Por cierto: no sé si a propósito o no, la pronunciación inglesa del nombre del robot se parece asombrosamente al hipocorístico hispano Arturito.

El poder de la coma

11 abril 2008 20:20

Circulaba por la Red (gracias, Bebel):

Lea y analice la siguiente frase:

Si el hombre supiera realmente el valor que tiene la mujer andaría a cuatro patas en su búsqueda.

Falta una coma ¿no? ¿Dónde?

Su usted es mujer, con toda seguridad ha colocado la coma después de la palabra mujer.

Si usted es hombre, con toda seguridad ha colocado la coma después de la palabra tiene.