Perroflauta(s)

30 septiembre 2008 11:11

Desde hace unos años llevo viendo por distintas ciudades españolas grupos de jóvenes de ambos sexos caracterizados por 1) indumentaria desaliñada compuesta por lo general por leotardos y camisetas, 2) pelo en rastas, 3) extremada delgadez, 4) compañía de numerosos perros, 5) representaciones públicas de malabares y tañido de flautas, por las que piden dinero.

Bueno: sin llegar a posiciones fuertes sapir-whorfianas, sí que tengo que decir que me tranquiliza mucho conocer el nombre de las cosas, y de hecho no poder nombrar a esta tribu urbana que no se ajustaba exactamente a ninguna de las que conocía en el presente (siniestros, punkis) o en el pasado (hippies) me provocaba cierta desazón.

Y en esas estaba cuando de golpe oí o leí la palabra perroflauta para hacer referencia a estas gentes y, tras laboriosa investigación (consistente en meter la palabra en diversos buscadores) descubrí que estaba bastante extendida. Se usa también perroflautas incuso en singular: “un perroflautas”.

El mecanismo lingüístico de formación es bien conocido: es la sinécdoque, o selección de una parte por el todo (como cuando se llama trencilla al árbitro de fútbol, o tricornio a un guardia civil). En este caso son dos los elementos típicos que se han seleccionado y con ellos se ha formado un nuevo compuesto. La palabra parece funcionar como sustantivo y como adjetivo (“llevaba una camiseta perroflauta”), aunque también se ven los derivados perroflautístico y perroflautero.

Tiene gracia, para alguien de mi edad, reencontrar en las descripciones y valoraciones de los perroflautas (¡qué placer poder llamarles de alguna manera!) algunos de los tópicos que treinta años atrás se dirigían contra los hippies. Aquí van algunos enlaces sobre el tema: en la Frikipedia, en un foro, en un blog (y léanse los comentarios)…

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Frikis

16 agosto 2008 14:14


Escribe Iván:

La adaptación de la palabra “freak” al castellano ha dado lugar a “friki”. Pero no se si “friki” debería escribirlo con k o con q, “friqui”.

Dado tus conocimientos sobre etimología, me gustaría que me orientases sobre el tema, ya que sería de gran ayuda para el trabajo.

Bueno, Iván: la k aparece en sólo un centenar de palabras españolas, muchas de ellas compuestas de kilo-, y el resto préstamos de lenguas donde esa letra es más común (de márketing a okapi, pasando por kiosco). Eso significa que si queremos españolizarla por completo deberíamos escribir friqui, pero si preferimos que conserve el sabor de su origen, deberíamos optar por friki.

Si buscamos ambas palabras en Google, veremos que friqui(s) no llega a las 265.000 apariciones, mientras que friki(s) está en los 7 millones y pico (ambos resultados agrupan webs en castellano y catalán), de modo que en el plebiscito popular ya vemos, cómo van las cosas. Teniendo en cuenta la distancia que va del ingés freak a la españolización friki, yo diría que los hispanoescribientes han optado a propósito por mantener la huella de origen, bajo la forma de esta letra exótica.

Y además, friki es más friqui.

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Diablos y artefactos con ruedas en las dos orillas

08 julio 2008 17:17

Diablo o diablito

Una entrada en el blog hermano partía del juego de palabras con el nombre mexicano de lo que en España llamaríamos una carretilla. Primero Libia me había confirmado que diablo, o más bien diablito, era el nombre del artefacto (en la imagen, un letrero en un céntrico hotel del DF). Añadía:

Otro uso de ‘diablo’ o ‘diablito’: cuando te quitan el medidor de la luz por no pagar, y puenteas con un cable de cobre las dos entradas, para obtener corriente.

Magda Díaz M. apostillaba:

Acá las “carretillas” son para los que se dedican a la construcción (albañiles, esencialmente), en las carretillas cargan el arena, la piedra, etc., aunque son de otra forma, solo tienen una rueda en la punta y son cargadas por las agarraderas. Son como palas grandes.

Gorki señala con razón que la carretilla del Diccionario de la Academia no engloba al “diablo”:

Carro pequeño de mano, generalmente de una sola rueda, con un cajón para poner la carga y, en la parte posterior, dos varas para dirigirlo y dos pies en que descansa, utilizado en las obras para trasladar tierra, arena y otros materiales.

Homero puntualizó:

En México:


Carretilla

Patin del diablo

A ello añadiría yo que a este último artefacto se le llama en España patinete. Pero en México patinete patineta es lo que en España (a imitación de Estados Unidos) llamamos skate (pronunciado esquéit). Y los que lo usan son en México patineteros (en España esqueiters o eskáters).

Cartel de prohibición de skaters, en Nueva York, 2006

Hay que recordar que el uso mexicano patín del diablo sí lo recoge la Academia. Para concluir: ¡tanto el diablito como el patín del diablo tienen cuernos! ¿Vendrá de ahí el nombre?

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Pongo

25 enero 2008 13:13


Me envía Camila (gracias) la referencia a esta palabra nueva y necesaria, el pongo.

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Parentescos modernos

09 enero 2008 21:21


Un amigo me habla del padre y de la madastra de su mujer. ¿Murió su madre y se casó el padre en segundas nupcias?, inquirí. No: se divorciaron y se volvieron ambos a casar. “H. tiene un padre y una madastra y una madre y un padrastro”.

Para la Academia, un padrastro es (aparte de “Pedazo pequeño de pellejo que se levanta de la carne inmediata a las uñas de las manos, y causa dolor y estorbo“) el “Marido de la madre, respecto de los hijos habidos antes por ella”, lo que englobaría tanto las segundas nupcias tras muerte como tras divorcio. Pero, ¿no debería la lengua diferenciar ambas realidades, igual que existe padre adoptivo (el que cría a un niño en ausencia de su padre biológico)?

Por no hablar de las parejas homosexuales: un conocido mío llama padrastro a la pareja de su padre, separado de su madre, a su vez casada con otro, que también es su padrastro.

¿Y qué decir de los hermanos? ¿Qué son entre sí los hijos de las sucesivas parejas de una persona? ¿Hermanastros, medio hermanos?

¿Y los divorcios? Se resuelven con ex-: Fulanita es mi ex-mujer, pero ¿su hermano es mi ex-cuñado? ¿Y su madre mi ex-suegra?

La sociedad cambia, pero el vocabulario es mucho más conservador: las palabras se estiran y se estiran para acoger nuevas realidades, hasta que se rompen: se añaden especificaciones, sufijos, prefijos…

Me encantará oír qué soluciones de terminología del parentesco están en uso por ahí, para reflejar las nuevas relaciones familiares.

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¿Posts en los blogs?

08 octubre 2007 18:18


En los comentarios al blog de al lado apareció hace poco una sugerencia de Ana Lorenzo:

[hablando de los ] posts (o entradas o articulitos… ¿no hay manera de encontrarle una palabra más agradable a esto? ¿apunte? Lo puedes poner en el blog de El candidato melancólico a ver si ‘el chisme que se postea en un blog o post’ consigue un nombre más bonito).

Gracias por la idea, y recojo el guante: ¿cuál es la mejor forma de llamar a cada uno de los textos , por lo general breves, que, en orden cronológico inverso, constituyen un blog?

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