Puntos suspensivos y mayúsculas

10 julio 2007 10:10

Recibo esta consulta:

Una amiga que está corrigiendo un libro me pide socorro: tiene un problema con los puntos suspensivos que no he podido resolverle ni consultando el De Sousa ni tu Perdón, imposible.

La pregunta es (a ver si tú sabes si existe una respuesta convenida): ¿después de los puntos suspensivos, hay que seguir forzosamente con mayúscula? ¿En qué casos es posible no hacerlo?

Se encuentra con un texto donde hay diálogos y en el interior de estos pasajes el discurso entrecortado de los personajes discurre a través de puntos suspensivos y sigue en minúsculas. Ejemplos: “Es estupendo que Manolo haya podido venir con nosotros… vamos… justo después de que le echasen de Burriana”. “Es más bien alto pero tirando a delgado… aunque no podrías decir que es flaco”. “Es cierto… nosotras las mujeres dependemos mucho de los hombres”.

Pues bien: como saben los lectores de mi libro, una de mis tesis es que la puntuación en español es un terreno apasionante, precisamente porque no está codificada: no hay reglas fijas.

Para contestar a la pregunta planteada, pensemos por un momento en qué signo de puntuación podría sustituir a los puntos suspensivos en esos ejemplos: ¿puntos o comas? La respuesta es depende. “Es más bien alto pero tirando a delgado. Aunque no podrías decir que es flaco”, “Es más bien alto pero tirando a delgado, aunque no podrías decir que es flaco”. La primera solución crea un ritmo cortante en las frases, la segunda produce un periodo más ligado.

Los puntos suspensivos pueden funcionar entonativa y ortotipográficamente como cierres totales (a lo punto, y seguidos de mayúscula), o como pausas breves. Yo optaría en los ejemplos que me das por la mayúscula tras los suspensivos si el ritmo de estos diálogos es cortante, o tal y como me los presentas si no es así. “Es estupendo que Manolo haya podido venir con nosotros… vamos… justo después de que le echasen de Burriana” es para mí una frase que transcribe adecuadamente las vacilaciones del discurso oral.

El blog de las comillas mal usadas

08 julio 2007 14:14

Me lo manda José María Cerezo: The “blog” of “unnecessary” quotation marks. Su lema: “making fun of bad punctuation since 2005!”.

También critica el mal uso del apóstrofo, las minúsculas en un texto de mayúsculas, etc.

Pro y contra de los signos de puntuación

28 junio 2007 12:12


En el rincón derecho, con calzón azul, el defensor de los signos de puntuación como pieza imprescindible en la comunicación escrita:

Los signos de puntuación son necesarios para la correcta interpretación de un texto en español. No es posible leer correctamente un escrito carente de signos de puntuación si no está dotado de una sintaxis meticulosamente construida. ¿Nuestra intuición nos guiará en la lectura de un texto corrido sin necesitar la puntuación? En absoluto. Es un sistema de marcas gráficas necesario para diferenciar significados, o lo que es lo mismo, un “rasgo pertinente”. Queda claro que no es gratuita, por lo tanto, la reivindicación de un uso normativo de los signos de puntuación en el texto escrito.

En el rincón izquierdo, con calzón rojo, el aspirante a la eliminación de los superfluos signos de puntuación y la predominancia de la redacción telegráfica al estilo SMS:

¿Los signos de puntuación son necesarios para la correcta interpretación de un texto en español? No. ¿Es posible leer correctamente un escrito carente de signos de puntuación? Sí. ¿No está dotado de una sintaxis meticulosamente construida? Nuestra intuición nos guiará en la lectura de un texto corrido sin necesitar la puntuación. En absoluto es un sistema de marcas gráficas necesario para diferenciar significados. O lo que es lo mismo, un “rasgo pertinente” queda claro que no es. Gratuita, por lo tanto, la reivindicación de un uso normativo de los signos de puntuación en el texto escrito.

Supongo que se han dado cuenta de que ambos púgiles son el mismo texto.
Esto es lo que se llama una victoria por puntos.

[Este texto, y su dibujo, provienen del blog No recomendable, cuyo autor encontró los textos con diferente puntuación en unos comentarios al blog de Mauro Entrialgo. A mí me lo contó todo Candyman]

Junco

17 mayo 2007 14:14

Se expone en Madrid la obra gráfica del ilustrador Junco, en la Biblioteca Histórica de la Universidad Complutense (c/ Noviciado 3), hasta el 7 de julio. Junco, colaborador de muchas cabeceras de prensa, jugó con mucha frecuencia con la tipografía y los signos de puntuación, com en este ejemplo.

¿Mijo lindo?

06 enero 2007 18:18


En medio de la pena y la repulsa por las muertes causadas por el atentado de Barajas, unas consideraciones sobre la reproducción de las variantes no estándares de la lengua en los medios de comunicación.

Es muy curioso que, cuando hay ministros y líderes de partidos que dicen que su rival se ha “quedao” sin argumentos, o que sesean (como andaluces) o que asimilan la ese a la gutural inmediata (“ej que”), los unicos casos —aparte de la sátira humorística de estos personajes— en que se reproduce fonéticamente el habla es en las declaraciones de personas de poco nivel cultural y pertenecientes a colectivos laterales: pueden ser gitanos, pobres o (como hemos visto hoy mismo) la madre “invidente” e incontinente (pues repite lo mismo “una y otra vez”) de uno de los dos ecuatorianos muertos en la explosión de la T4:

Mamacita no te preocupes’, me decías el jueves , ‘de aquí pa’lante, vamos mamita’, me decías. ¡Yo me quiero ir juntito contigo, mijo lindo!

Acerquémonos un poco más a la frase. Las cursivas son del cuerpo del texto (edición impresa: en la de Internet han desaparecido). Incluso en el titular en papel (donde no se admite la cursiva) la de “mijo” ha sido sustituida por comillas simples. Pero vayamos a la versión más completa, que es la que he transcrito.

“Mamacita” va sin cursiva, a pesar de ser una forma anómala en el español de España (y además pronunciada, presumiblemente, mamasita). Sin embargo, el redactor (o el jefe de sección, o quien sea) ha querido conservar fonéticamente el apócope de “para alante”, usando para ello el apóstrofo, o comilla superior, que se coloca, efectivamente, en la parte elidida. Sin embargo, en “mi hijo” no se ha optado por ninguna de las posibilidades que existen: m’ijo o, mejor, m’hijo. En resumen: soluciones distintas para fenómenos similares, lo que dice poco del cuidado con la lengua que muestra el periódico.

Y en el fondo de todo sigue latiendo la pregunta: ¿por qué recalcan las peculiaridades fonéticas de los hablantes en situación de inferioridad)? ¿Por qué al citar las declaraciones de, por ejemplo, el Presidente de Ecuador no se fonetiza su transcripción? Ah…

Comillas, nota y punto

04 diciembre 2006 10:10


Me pregunta el lector Juan Codina:

Le planteo las siguientes preguntas que no he visto tratadas en su libro Perdón imposible.
1ª.- Donde colocar el punto cuando se anuncia una nota a pie de página.
a) antes de la nota: “Cervantes nacio en Alcalá.*
b) después de la nota: “Cervantes nació en Alcalá*.

2ª.- Cuando hay comillas dónde colocar la nota y el punto.
a) nota antes de las comillas y luego el punto: “En un lugar de la Mancha*”.
b) nota despues de las comillas y luego el punto: “En un lugar de la Mancha”*.
c) el punto despues de las comillas y luego la nota: “En un lugar de la Mancha”.*

Estimado amigo: como expongo en el capítulo 22 de mi libro (aunque no hable específicamente de la llamada a nota), hay distintas escuelas respecto al cierre de las oraciones. Responderé a su pregunta 2ª, que encierra la primera: mi solución es la b), aunque otros apostarían por la c) (y creo que la a) no contaría con muchos adeptos). En el fondo, y como digo ahí mismo:

En cualquier caso, una norma que jamás debería olvidarse es mantener de manera uniforme la decisión tomada a lo largo de todo el texto.

De lo contrario, surgen casos tan feos como el que recojo en las notas en línea a ese capítulo (véase la nota a la página 156).

Cuidado con la coma

06 octubre 2006 9:09

Un reciente comentario del presidente Bush ha despertado, justificadamente, las iras de sus oponentes. Según cuenta el periodista José Manuel Calvo de El País:

Hace ocho días, el presidente dijo una frase que ya había empleado antes en una entrevista con la CNN: “Vamos a ayudar a los iraquíes. Hay que recordar que 12 millones de ellos votaron en las elecciones de diciembre de 2005. Ahora nos parece que han pasado diez años, pero cuando se escriba la historia, será simplemente una coma”. Hace tres días, en Arizona, Bush retomó la imagen: “Cuando se escriba este capítulo de la historia será una coma: los iraquíes votaron, coma, y EE UU entendió que Irak era un frente central en la guerra contra el terrorismo y ayudó a que aquella joven democracia floreciera”.

La comparación era clara: la coma es el signo de puntuación que marca la menor pausa, la interrupción mínima en el habla. Pero mucha gente pensó que no se pueden minusvalorar de esa forma las tensiones y el sufrimiento de un pueblo. Tal vez Bush la próxima vez diga: “Cuando se escriba este capítulo de la historia será todo un punto y coma”…

El valor de los signos de exclamación

06 octubre 2006 9:09

Una secuencia de la serie de televisión Seinfeld, que ilustra a la perfección para qué sirven los signos de exclamación (Gracias, Nacho Gómez).

[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=hT2MGTvhQtY]

El protagonista tiene toda la razón cuando le dice a la chica: “Yo sólo te he anotado el mensaje. No sabía que también tenía que describir la emoción de cada llamada”. Eso es exactamente lo que hacen estos signos: ¡! Desternillante…

Por cierto, ‘desternillante’ viene de ternilla, ‘cartílago’. Algo desternillante es lo que hace reír tanto que se rompen los cartílagos (se supone que de la boca). La gente que lo ignora reinterpreta la palabra como destornillante (algo que te hace reír tanto que se te aflojan los tornillos, supongo…)

Y entonces pensé… ¿y la puntuación?

06 octubre 2006 9:09

Como expliqué en su momento, este blog nació para hablar sobre etimologías, pero pocas páginas más allá estaba manteniendo otro sobre puntuación (al hilo de mi otro libro, Perdón imposible), y entonces me dije: ¿por qué no unirlos? Los dos tocan temas referentes a a la lengua española, e incluso puede haber terrenos comunes.

Por ejemplo; la etimología de coma: viene del griego comma, que significaba ‘trozo’ o ‘corte’. Inicialmente, cuando ni se utilizaban signos de puntuación, aludía a los distintos fragmentos en que se dividía un texto (por ejemplo, para facilitar su comprensión). Luego su nombre pasó a los pequeños signos que marcaban esas divisiones.