La enciclopedia de la web del libro de Rowling

14 abril 2008 17:17

Hoy ha empezado el juicio de la autora de Harry Potter, J.K. Rowling y la compañía cinematográfica Warner Bros. contra una pequeña editorial que pretende publicar en forma de libro el contenido del sitio web The Harry Potter Lexicon.

Curioso pleito, que pone en cuestión al menos dos interesantes cuestiones:

Un libro hace más daño que una web

Curiosamente, J.K. Rowling había dado su apoyo en el 2004 a este sitio web. Llegó a decir que lo consultaba mientras escribía, en busca de algún dato. La verdad es que, como ocurre con muchas webs de fans, presta un importante servicio de promoción y apoyo a los lectores

¿Por qué la web sí y el libro no? Rowling dice que ella planea publicar una enciclopedia (bueno, digo yo: pues que gane la mejor), y además donar sus beneficios para caridad, no como el editor, al que guía un sórdido afán de lucro…

Aunque: ¿no quería lucrarse Steve Vander Ark, autor del sitio web The Harry Potter Lexicon (y que de hecho no ha sido demandado)? Su web es de acceso gratuito, pero la mayor parte de sus páginas tienen anuncios, y dado que tiene 25 millones de visitas, algo sacará de ellos… Creo que en este pleito lo que está en juego es el prestigio del libro frente a la volatilidad de la Web: lo que no molestaba en web (antes al contrario), molesta en libro.

Ordenar material ajeno es infringir el copyright

El segundo aspecto es que J.K. Rowling afirma que la futura enciclopedia (y por ende el sitio web, seamos serios) vulnera su propiedad intelectual y derechos de autor, porque hace un uso extenso de materiales de la obra…

¡Claro que sí! The Harry Potter Lexicon es una obra cuidadosa, que se extiende a lo largo de 2.347 artículos, elaborada por un profesional de la biblioteca y las obras de consulta, y hace constantes referencias y citas de la obra sobre la que versa: ¡faltaría más!.

Quien quiera ver lo bien que se ha elaborado, que lea las declaraciones del autor acerca de qué considera el canon de Harry Potter, y sus cuidadosos distingos entre lo que dicen los libros de la saga (en qué edición, además), lo que presuponen algunos de sus párrafos, aunque no lo digan explícitamente, las afirmaciones de la autora, lo que cuenta la película, incluso en escenas supervisadas por la autora, etcétera, etcétera. Su trabajo no ha sido sólo copiar fragmentos, sino bucear en el texto, y el mundo que este describe, hasta los extremos inverosímiles que muestran sus cuadernos de apuntes (ver abajo). Si: un trabajo meritorio, aunque habrá quien piense que al servicio de un objetivo banal… pero ésa es otra historia.


Anthony Falzone, abogado de la editorial y director ejecutivo del Fair Use Project de la Stanford Law School , relacionado con el Center for Internet and Society (fundada por Lawrence Lessig, creador de Creative Commons) ha dicho:

Durante cientos de años todo el mundo ha estado de acuerdo en que la gente es libre de escribir guías de otras obras. Esta es la primera vez que alguien ha dicho seriamente que la gente no tiene el derecho de hacerlo.

Las acusaciones mutuas entre los creadores del mataerial de consulta y los demandantes se están enzarzando, pero esto solamente indica que la tarea de penetrar en una obra literaria, y más si es tan extensa y compleja, sólo puede ser colectiva: las cronologías de los DVDs de la Warner, afirma el editor, han sido copiados de los del sitio web.

2 comentarios

Gorki dijo...

Nadie duda del derecho a la Propiedad Intelectual, pero hay que poner límites claros a ese derecho. Soy propietario de mi casa, pero no impido el paso de aviones por su vertical, ni alcantarillado por el subsuelo, ni que miren la fachada desde la acera.Eres el propietario de una obra, pero esa propiedad tiene uno límites lógicos. Una enciclopedia sobre el mundo de Harry Potter, es en mi opinión, algo que no afecta a la propiedad de la obra, igual que no puedo exigir derechos, porque los planos de mi casa salgan en una revista de Arquitectura.

15 abril 2008 01:52
Fran dijo...

Sinceramente, creo que desaprovechan una oportunidad poniendo una demanda. La autora podría haberse sentado con esta persona a elaborar un proyecto conjunto y repartirse el beneficio a cambio de sancionar (aprobar) oficialmente la enciclopedia. Se ahorra ella el trabajo de escribirla, gana dinero de todas formas y promueve la franquicia.

15 abril 2008 11:55