La fábula del cuervo huidizo

20 abril 2010 9:09

Un bonito experimento que me ha hecho reírme en voz alta. (Gracias, Santiago).

Lo que sigue es un spoiler (si se lee, estropeará el efecto sorpresa).

Pues sí: se trata de la conocida fábula de La Fontaine, que está publicada en la Web, verso por verso, utilizando todo tipo de soportes: dominios propios, alojamientos gratuitos de webs, redes sociales, sitios de alojamiento de videos… Cada clic supone no sólo un salto a un nuevo verso sino un cambio de medio digital.

Gugleando un poquito, descubro gracias a Sandra Santana que el pluriartista Marcel Broodthaers hizo uso de la misma fábula, también con efectos perversos…

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3 comentarios

Gorki dijo...

Esta pluralidad de espacios gratuitos es realmente sorprendente. Partiendo de la base que realmente nada hay gratuito y todo se basa en que alguien lo pague, y que lo único que hay a la venta en estos espacios es tu “privacidad” y tu “perfil”. Que alguien me diga quien compra semejantes bienes, pues yo no tengo ningún inconveniente en vender el mio directamente a quien lo compre, si lo paga razonablemente

20 abril 2010 18:44
Isabel dijo...

Qué acertado! Si es que está claro que La Fontaine ya nos lo había dicho casi todo en sus fábulas. ¿ Quién quiere tratados sobre la vanidad-al margen de La Fontaine, claro- más ilustrativos que un perfil abierto en facebook!

Lástima de proyecto sobre fábulas de Lafontaine del que hace tiempo te hablé y que anda adormecido.
Una vez más, gracias por tus conocimientos compartidos.

20 abril 2010 20:27
Julieta Lionetti dijo...

Cette leçon ne vaut même un fromage, sans doute.

Después de pasearme involuntariamente por twitter, flickr, facebook, digg, etc. no se me escapó, no ya una sonrisa, ni siquiera un graznido.

¿Estaré perdiendo el sentido del humor compartido? Sería grave.

Gracias, de todas formas, por mostrarnos que, puesto el medio, siempre somos capaces de ocuparlo.

21 abril 2010 15:36