Orsai: un acontecimiento

01 noviembre 2010 9:09

Hoy (si todo va bien) aparece la revista Orsai.

Su creador, Hernán Casciari es un estupendo novelista y crítico de televisión, escritor de blogs, y autor que ha liberado sus obras publicadas con licencias abiertas. Colaborador habitual en prensa, de golpe se cansó, lo dejó todo, y se ha lanzado a crear una revista, sí, de papel y sí, de venta en librerías, y sí, para leer, para contemplar sus ilustraciones, para disfrutar. ¿Se han dado ustedes cuenta de que ya prácticamente no hay revistas, quiero decir: revistas como las que hace años leíamos? Casciari sí, y por eso dejó otras cosas y se puso a hacer la revista que le habría apetecido leer.

El resto ha sido una vorágine, sobre todo por el hecho de que los lectores han querido, han deseado esta revista nonata, y se han organizado para conseguirla. En todo el mundo de habla española, y en otros lugares. Se han puesto en comunicación con sus libreros, han debatido el precio que debería tener en cada país, se han organizado en grupos de 10 para comprar un lote.

Vale la pena leer este post en el blog de Orsai: “A caballo“; pero entresaco una cita:

Nace el todo para todos, sin nadie que se lleva el 15% sin hacer nada. Muere el intermediario perezoso, el traficante de influencias, el editor que no edita, el productor que no produce, el lector que no lee, el narrador que no narra.

Lo mismo tendrá que ocurrir con los libreros: que la pedagogía y la emergencia de un negocio más justo provenga de la masa ilustrada. Es decir, de quienes configuran y precipitan la utilidad del negocio.

No hay que decirle al librero “ey, don Cosme, ayúdenos”, como algunos todavía creen en los comentarios. Hay que decirle al librero “te venimos a ayudar, porque si no es así, en dos años vos no tenés negocio y nosotros no tenemos ocio”.

Y si no ocurre, si el librero no concibe el PayPal como transacción efectiva, si el librero cree que podrá seguir trabajando a consignación toda la vida con 40% de ganancia sobre precio de tapa, no importa.

Ustedes también solucionaron esa mínima intermediación necesaria, al conformar de un modo orgánico —y espontáneo— grupos de diez lectores en cualquier parte del mundo.

Y esta otra, que creo que es  muy valiosa:

Es posible que en los últimos diez años hayamos perdido un poco de esa dicha, todos sentados a solas delante de un monitor. La nueva parafernalia, las primeras lucecitas de internet nos enloquecieron bastante. Dejamos de oler tinta con pasión, dejamos de escribir textos largos, los medios se convirtieron en empresas tristes, accionarias, reaccionarias. Perdimos el estatus de lectores y nos convertimos en la moneda de cambio entre el multimedio y el auspiciante. Entre el hambre y las ganas de comer.

Pero al mismo tiempo es verdad: el mundo digital es mejor que el analógico. ¡Pero solamente en sus formatos y en su velocidad, por el amor de Dios! No en contenidos, no en serenidad.

Lo que vino con el año 2000 fue, sin duda, mejor que un olor nostálgico a imprenta de pueblo. Lo que vino galopando a principios de este siglo, esto que ahora tenemos y que empezamos a domar, es el animal más maravilloso de los tiempos.

Internet es un caballo brioso, y nosotros siempre anduvimos a pata y llegando tarde a todos lados. ¿Cómo no íbamos a subirnos al caballo?

Durante diez años enteros el animal nos llevó por donde quiso, eso también es verdad. Nos alejó de la lectura maravillosa de los domingos con papel y café con leche. Nos alejó de la lectura larga y de la emoción de estar en casa con amigos sin buscar ninguna palabra en Google durante una sobremesa entera. Teniendo cosas en la punta de la lengua, sin ansiedad. Leyendo en voz alta.

Error sospechar que eso es malo. A eso hay que domarlo, nada más. Twitter no mata a la literatura. Twitter nos dice cuál es la literatura y dónde encontrarla.

Bienvenida, Orsai.

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8 comentarios

Gorki dijo...

Ojalá acierte con la orientación de la revista. Ojalá gane dinero, porque todos necesitamos buenas revistas en los Kioscos, o en los Vips, o en los supermercados y actualmente las revistas realmente bien cuidadas,tipo FMR o el Paseante, son pretenciosanebte cultas, se te caen de las manos y fuera de esas solo quedan National Geographic, que son solo maravillosas fotos y texto insuficiente y poco más

Sin embargo creo que Casciari se toma un camino erróneo. Ël, que es el más brillante escritor digital en español, abandona este soporte para irse al papel, sinceramente creo que se ha confundido y realmente de veras lo siento, prefiero estarne confundiendo yo.

01 noviembre 2010 18:07
Gragry dijo...

Sí, Gorki. Te estás confundiendo.
Un escritor no es digital o “analógico”, es escritor y puede (debe) transitar cualquier camino.
Casciari, por lo pronto, lo dijo clarito: tengo plata y hago lo que quiero. Y él quiere una revista de papel, una como las que quiere leer. Y la hace.

02 noviembre 2010 15:19
Gorki dijo...

@gragry
No me he confundido. Así como hay escritores, poetas, ensayistas, dramaturgos y periodistas, y alguien puede ser bueno escribiendo teatro pero malo escribiendo columnas en el periódico. debemos empezar a acostumbrarnos a entender que hay escritores sobre formato digital y hay escritores sobre formato papel y que ambos formatos exigen técnicas absolutamente diferentes, de modo que un escritor puede dominar la literatura en papel y no pasar de discreto en digital y viceversa.

Concretamente de Casciari, hay dos obras que son excepcionales en formato digital “Weblog de una mujer gorda ” y algo que no recuerdo el título, pero que eran las profecías de un adivino, que fueron dos relatos apasionantes leídos en digital, día a día y con la duda perfectamente calculada por Casciari, de si aquello que estabas leyendo era auténtico o una obra literaria.

Esos blogs eran una obra digital en su concepcion y desarrollo, pues en gran medida la gracia estaba en la interactuación con los comentarios espontáneos de la gente.

Muestra de que aquello era escrito para un formato digital, que la primera de las obras la Web de una señora gorda”, fue trasladada al papel por Plaza y Janés, con el nombre de, “Más respeto, que soy tu madre” y siendo teóricamente lo mismo, no tenía más gracia que un conjunto de gracietas, que pasaron por las librerías si pena ni gloria, cundo en la blogosfera fueron algo parecido a un Bestseller.

Casciari entiende el soporte digital como muy pocos escritores en español. En papel es bueno, pero no deja de ser uno más de entre los escritores hispanos-

Siento que abandone el medio donde es genial, para dedicarse a un medio donde es uno de tantos. Sin embargo, no debemos olvidar lo que él dice. “tengo plata y hago lo que quiero”, pues eso si está en todo su derecho de hacer lo que quiera con se vida, como los demás.

02 noviembre 2010 19:17
El Tavo dijo...

Creo que te estas olvidando una parte importante. El .pdf de la revista va a estar disponible para el que quiera bajarlo. Gratis, obviamente.

02 noviembre 2010 22:09
Flor dijo...

Gorki, creo que seguis confundiendote. Aunque coincido con el ejemplo que das (lo que fue la Mujer gorda y Mas respeto) se que Casciari es un escritor enorme, lo he leido durante toda mi vida y te aseguro que eso es muuucho antes de Internet. Era y es absolutamente genial escribiendo en un papel, en una servilleta o en una web. No solo es genial escribiendo sino que ademas confio absolutamente en su buen criterio en los contenidos que tendra la revista. Ojala coincidas conmigo mas adelante, cuando puedas tener la revista en tus manos. Un saludo. (No puedo poner acentos, poneselos vos adonde te guste)

03 noviembre 2010 14:49
Esteban dijo...

Tampoco olvidemos que la revista tendra muchos autores invitados. No es el gordo Casciari solamente, son varios mas.

04 noviembre 2010 13:59
precarisimo dijo...

Un texto confuso… y bienintencionado.
Me cae bien Cacciari. Leeré Orsay.

06 noviembre 2010 01:35
Julián Chappa dijo...

Más allá de polémicas inconducentes sobre escritores “digitales” o “en papel”, entiendo que lo admirable es el camino que está (des)haciendo Hernán Casciari, generando un nuevo vínculo entre autor y lector, proponiendo una alternativa mucho más justa y “comunitaria” de vehiculizar un bien cultural, generando una relación mucho más fluida y directa y demostrando que existen otros modos de abordan aquel “mercado de los bienes simbólicos” que tan bien describió Pierre Bourdieu. La modalidad de venta de la revista es todo un manifiesto de recuperación de uno de los valores fundamentales y fundacionales de toda sociedad y comunidad: la confianza. Y su proyecto ya hecho realidad se basa en ese imprescindible valor. Por eso Orsai es mucho más que una revista y por eso aplaudo esta maravillosa maquinaria que Casciari ha puesto en movimiento y muchos miles hemos acompañado desde nuestras modestas posibilidades.

03 enero 2011 16:59