Sobre bibliofilia

16 junio 2011 9:09

He recibido el último número de Hibris. Revista de Bibliofilia, bimensual editada en Alcoy (Alicante). Por el momento se publica sólo en papel, aunque me informan de que pronto colgarán en su web números atrasados. Contiene informaciones temáticas y otras sobre novedades de las librerías anticuarias. El último número presenta:

Gollería para bibliófilos 8: Roberto el Diablo y otros pecadores arrepentidos. (Roberto el Diablo y otros del estilo).
Sobre Álvaro de Laiglesia, el que fuera director de la revista de humor La Codorniz, y prolífico autor.
Los viajeros germánicos olvidados. Libros de viajeros desde el siglo XVIII.
Catálogos y publicaciones recomendadas.
La península de los libros.

Esto de la bibliofilia… Uno (que tiene distintos vicios) se ha preguntado con fecuencia se debería incurrir en el de la bibliofilia, pero por fortuna algo me ha contenido siempre. En la web Bibiofilia, que mantienen los mismos editores de Hibris, leo una escalofriante Defensa del bibliópata, que me ha hecho comprobar que tenía razón. Reproduzco los últimos párrafos:

El amor por los libros es una pasión fuerte, reconcentrada y excluyente, capaz de producir el placer más intenso y el más intenso dolor (si usted quiere saber lo que es el dolor, repito, está en el sitio adecuado). Un alcaloide venenoso capaz de hacer palidecer las drogas más fuertes y las más bellas damas. La vida cambia y sólo queda jugar el Juego.

Jugar el Juego, el Juego multiforme y letal: las búsquedas obstinadas y perseverantes, las incesantes compras y adquisiciones, las pesquisas constantes e indesmayables. El estar perpetuamente insatisfecho, pues el momentáneo disfrute de una nueva adquisición largamente anhelada acompaña el deseo irreprimible y voraz (como un Prometeo al que se le devora eternamente un hígado que, eternamente, crece) de empezar a jugar el Juego de nuevo.

El Juego es multiforme (ya lo he dicho) y puede ser la sed insaciable de coleccionar el mismo libro o buscar el libro imposible o inexistente, de atesorar los frutos de un mismo editor o todos los libros en treintaidosavo, o los intonsos, o las vitelas, o los que tiene dedicatorias autógrafas, o los que hablan del Santo Graal.

Bienvenido al Juego, por que va a arrepentirse muy pronto…

2 comentarios

Alberto Gamarra Gonzalo dijo...

La labor de los editores de Hibris merece un aplauso. ¡Lástima que no haya más iniciativas de esta índole!

Un saludo

16 junio 2011 12:28
Julieta Lionetti dijo...

Es maravillosa esta iniciativa de colgar números atrasados en la Red, como si los tales números aumentaran su valor por ser más viejos e inhallables. Un mundo que finje la inmaterialidad (la Red) y se construye en espejo con el mundo de los artefactos (los ejemplares).

Aunque he tenido acceso a una primera edición del Ulises y he frecuentado las casas de respetados y encantadores viciosos del artefacto libro, la bibliofilia es una de esas filias que nunca me despertó la suficiente curiosidad como para acerme a ella. Lo cierto es que su sola existencia, como la de la zoofilia, me produce cierto aburrimiento.

Ahora bien, los editores de Hibris están por cruzar la delgada línea roja y con su sola intención de colgar la revista online (¿convertir una relación de objetos en hipertexto?)provocan la sospecha de genialidad, condición que siempre estamos dispuestos a otorgarle a las obsesiones desmesuradas.

17 junio 2011 05:19