El texto frente al video

20 febrero 2012 11:11

Es mejor el texto; no tengo ninguna duda.

No es ninguna deformación profesional (o quizás sí). El texto es mejor para resolver de una ojeada si algo me interesa o no, para recorrer en diagonal un artículo a la búsqueda de palabras clave, para conocer de una ojeada su estructura, para copiar su contenido, para citarlo. Si se trata además de algo en un lengua que conozco imperfectamente, el texto es mejor para entenderlo, o para buscar el significado de una palabra.

Hasta que no avancen muchísimo las aplicaciones de búsqueda en el audio (y Google tenía una que ahora está discontinuada, GAudi), si tengo que decidir entre acceder a la informacion a través de la imagen y audio de un busto parlante o por medio de unos bloques de letras, lo tengo claro…

Sí, ya sé que el lenguaje corporal, las inflexiones de la voz y otros elementos pueden ser preciosos complementos de un mensaje. Y cuando se trata de un autor de mi predilección, por supuesto que, si puedo, veo y oigo lo que quiera contarme… Pero para trabajar, y ello incluye el desbroce de toneladas de materiales potencialmente interesantes, prefiero el texto, claro.

Sin embargo, la facilidad de grabación audiovisual que hay en la actualidad, unida a la inmediatez de colgar en la red el resultado, hace que estén proliferando los videos. Pensemos en un congreso o en un seminario: entre perseguir al ponente para que te dé (o no) unos folios con lo que dijo, folios que luego hay que editar y corregir, y grabarle según está contando algo, la mayor parte de los organizadores se quedan con lo segundo. Pero incluso el video de una intervención (lo he dicho varias veces) podría ser objeto de una mínima edición, por ejemplo, dividiéndolo en partes y creando distintos apartados con títulos explicativos. Aunque esto es más latoso y cuesta más.

O tal vez podríamos tener lo mejor de ambos mundos, aunque de nuevo es simplemente cuestión de dinero… Las conferencias TED son ampliamente conocidas por su excelencia: los temas escogidos tienen gran interés, y quienes los enuncian tienen una buena preparación (juraría que los supervisan, y que tienen preparadores para ensayar la charla y decirles dónde tienen que meter un chiste). Pero además se publican en la web acompañados de una “transcripción interactiva”; sí: lo que ha dicho el conferenciante está disponible en forma de texto apretando un botón, y además si uno lo lee y quiere oír cómo se ha enunciado determinada idea (o ver la diapositiva con la que se ilustró), le basta con hacer clic sobre la frase en cuestión para que el video/audio se sitúe en ese punto. Incluso se puede hacer esto sobre el texto traducido a distintas lenguas. En fin: una gozada, en la que sólo echo de menos un modo en el que el que el texto transcrito vaya iluminándose oración a oración a medida que avanza el orador. Pero quizás eso lo veamos pronto…

Pero mientras no tengamos esta maravilla de mundo bífido, seguiré prefiriendo el texto.

9 comentarios

Solitarius2 dijo...

La edición digital del New York Times también cuelga vídeos de discursos importantes (del presidente Obama, p. ej.) que se pueden ver acompañados del texto, que se va desarrollando en sincronía con el audio. Para alguien como yo, cuyo inglés oral es muy deficiente en relación con el escrito, es una gozada (Obama es un orador impresionante), aunque no tenga tantas prestaciones como las conferencias TED (pero sí algunas, como la nube de etiquetas, o como se llame).

20 febrero 2012 16:52
Julieta Lionetti dijo...

Pues bien, y ahora trata de imaginarte un libro todo interrumpido por videos. Con actrices recitando el monólogo de Molly Bloom o una animación de la cadena del ADN contándote el secreto de la vida. Si las voces de un libro son voces muertas, como dijo Lope, ¿no es digno del gabinete del doctor Caligari darles animación artificial? ¿No está acaso en esa quietud (le quiete leopardiana)su poder de sortilegio? ¿No serán estos libros bífidos y trífidos, animados por máquinas algorítmicas, experimentos de feria, como el sonámbulo del doctor Caligari? ¿O como las esculturas parlantes del barroco bohemio? ¿No podríamos usar las máquinas algorítmicas para mejores fines?

20 febrero 2012 17:38
Lorite Fonta dijo...

Creo que el texto que está naciendo de la sociedad del conocimiento y la información o la sociedad red, o como quiera que la llamemos, va a demandar la convergencia mediática (además de verse articulada hipertextualmente y de configurarse ante una cultura participativa); es decir, que veo un escenario más pronto que tarde en el que hablar de vídeo o texto, con sus fronteras nítidas, sea ya difícil. El mundo científico es un poco prueba de todo esto al usar la infografía como intrumento, método y expresión.

20 febrero 2012 18:39
Isabel dijo...

Julietta :

Qué bien lo expresó Lope. Las máquinas algorítmicas pueden utilizarse para mejores fines, por supuesto que sí…

21 febrero 2012 11:50
Gorki dijo...

En estos días he visto una película de Spielberg que se llama War Horse, (Caballo de batalla), que procede de una novela y que actualmente se representa también en Londres en un teatro.

En todos los caso, no se ha “enjaezado” y “enriquecido” el texto original, si no que se ha ADAPTADO, algo que incluso puede que haya o cambiado profúndamente la trama del texto original.

Así pues, a partir Del texto original escrito para hacer un libro, han aparecido dos obras derivadas, un film y un drama, que tramsmiten el mismo mensaje que el libro, pero que lo hacen de forma muy diferente condicionado por las características del soporte donde viaja el mensaje.

Nadie se queja de la introducción de una banda sonora en el cine, el uso de efectoss especiales ni el cambios de plano, tampoco nadie se queja, que en el teatro, cada caballo es una marioneta manejada magistralmente entre tres especialistas y las descripciones originales del texto de paisajes se han materializado en unos escenarios corpóreos.

Si alguna vez esta obra es pasa en soporte digital, no quiero que me escaneen el libro y menos aun que me “enriquezcan” el texto, quiero que lo ADAPTEN a las características del soporte, igual que lo han hecho para el cine y para el teatro.

Si no lo hacen así, pues que me fotocopien el texto en un PDF o en ePub, pero eso no es una obra digitalizada, es un refrito, para eso prefiero el libro, que es para lo que se escribió el texto.

21 febrero 2012 14:02
@madhmax dijo...

Y prefiero el texto… Sólo voy a hablar de literatura. Cuando leí la Materia oscura, jamás me imagine a una Lira lengua de plata así, como me la mostraron en cine, tan simple… Y jamás me imagine a los personajes de Tolkien como me los mostraron… Siempre hay una ruptura entre la imagen y el texto; entre el texto y el sonido. El poder de la palabra no puede traducirse en imágenes, complementos, vídeos, audios…

Cada quien le imprime a la lectura su alma, su voz, cada tonalidad genera significados diferentes.

Si nos quitan el derecho al texto, la magia de la diferencia, esa pluralidad que enriquece y desarrolla puede desaparecer.

Si… Hile¡¡¡¡ Que viva el texto

21 febrero 2012 15:11
LoriteFonta dijo...

El texto es un bien perfecto, redondo y bello que tuvo que hacer ciertos pagos para pasar de la tradición oral a la página impresa. Entre ellos, el de imposibilidad de una fácil actualización, plegado (conceptual) y abstracción; también el de una muy difícil conversación con el autor. ¿Por qué cerrar la puerta a la posiblidad de nuevos textos, y nuevas literaturas, que han de venir sin duda alguna? Quizás a las lógicas resistencias se sume el ver e identificar texto con libro (soporte y obra), pero texto era también lo declamado por los aedos y texto fue la Odisea corriendo de boca en boca. Yo imagino otras bellas narraciones, otras ficciones increíbles, ni mejores ni peores que las elaboradas en el reinado del libro, ni mejores ni peores que los mitos, leyendas y cuentos de la oralidad.

22 febrero 2012 17:49
Dubitador dijo...

Me apunto algo tarde y sumo tambien mi preferencia por el texto, añadiendo el no infundado temor de que la intrusion o peor aun sustitucion por los audiovisual propenda al descuido, desmejora y finalmente desaparicion de la maestria en la composicion de un texto que lo convierte en algo mas que la participacion de unos hechos y datos dirigidos al lector suscitandole algo muy parecido a una vivencia.
Los gestos, expresiones faciales y actitudes del orador pueden ser muy significativos en contadas ocasiones, pero incluso un relato escrito para ser leido debe ser elaborado de otra manera. No se puede hablar del modo como se escribe y escribir tal y como se hablar no termina de funcionar y es por eso que existe la literatura.

26 febrero 2012 03:32
Gorki dijo...

Dudibator dice algo que es cierto
“No se puede hablar del modo como se escribe y escribir tal y como se hablar no termina de funcionar” y es cierto pero añade y es por eso que existe la literatura pero esto es solo verdad a medias.

Contar historias es muy anterior al alfabeto y es algo que ha perdurado por ejemplo en los, las coplas de ciego y en los filandones de los pueblos y que aun perdura en nuestros días en los cuentacuentos.

Cuando se inventó la escritura muchos de esos relatos orales quisieron ser conservados escritos y como escribir tal y como se hablar no termina de funcionar, se ADAPTAN al lenguaje escrito, y es por eso que existe la literatura.

También es cierto lo contrario. cuando un cuentacuentos recita un “Cuento de Anderson” no vale con contar de memoria un testo sino que los “ADAPTA” al lenguaje y es por eso por lo que existe la oratoria

Pues igualmente cuando un texto (libro) se pase a soporte digital no sera un señor hablando lo que aparezca se “ADAPTARAN” al lenguaje específico del medio que he dado en llamar “Netgráfico” como se adaptan al lenguaje “Cinematográfico” cuando pasan al soporte filmado, y al “lenguaje dramático” cuando se pasan al teatro.

Opino que cada canal o soporte como lo queramos llamar, necesitan ADAPTAR el mensaje a las características que le diferencian de los demás.

En mi opinión los pdf y los e-Pub son para el lenguaje “netgrafico” que propugna, tan solo el comienzo del camino, parecido a la filmación de la “Salida de la fabrica” a lo que es el cine y los actuales intentos de “enriquecer”, (infantilmente), los textos, lo que la filmografía de los hermanos Lunier (que en realidad no eran más que obras de teatro “enjaezadas”), a lo que hoy es el “lenguaje cinematográfico” actual, quizá un paso necesario pero desde luego no definitivo.

Falta por nacer el Billy Wilder de la red.

27 febrero 2012 14:44