La búsqueda de información médica fiable

19 mayo 2010 9:09

Es bien sabido que cuando una persona tiene problemas de salud, lo primero que hace es hablar con un médico. Lo segundo es consultar en Internet. Y a veces el orden se invierte…

El sector de la sanidad tiene una gran importancia social y económica, y la información tiene mucho que ver con ella. Precisamente una de las iniciativas que ha puesto en marcha Google ha sido Google Health, un ambicioso plan (aún en beta) para tener acceso en línea al historial médico, alertar sobre incompatibilidades sobre medicamentos y cosas así, y facilitar acceso a información de confianza.

Porque el problema en estos temas es, claro está, la fiabilidad de aquello a lo que se accede cuando uno busca “colesterol alto” o cualquier otro problema. Los profesionales médicos están, como es lógico, preocupados por esta cuestión, y por lo que veo hay un debate público sobre la cuestión. En el blog de uno de ellos, Primum non nocere, me encuentro con un post que cita un estudio que han hecho unos pediatras del Reino Unido sobre fiabilidad de las fuentes encontradas vía Google. El estudio clasifica los resultado encontrados en Correctos o Incorrectos, y los relaciona con el tipo de sitio: las webs patrocinadas y las de noticias generales tenían el mayor contenido en informaciones incorrectas, mientras que las informaciones más correctas estaban en los sitios gubernamentales:

Rafael Bravo, el autor de este blog, ha reproducido (a menor escala) la experiencia para la web española, y ha encontrado que la información de fuentes gubernamentales, como podría ser el Ministerio de Sanidad, es casi inexistente:

He mantenido en muchas ocasiones que efectivamente la información sobre salud en Internet es de de calidad variable y con frecuencia inexacta, no muy diferente, por otro lado de la de otros medios de comunicación, información o formación. La solución no es quejarse, ni prohibir, ni establecer certificaciones o sellos de calidad de dudosa eficacia. La solución, a mi entender, es ofrecer información de buena calidad, actual y precisa que compita con la  información inexacta. Como en muchas otras cosas, esta calidad la podría ofrecer la administración pública, pero en nuestro país parece que ha hecho dejación de sus funciones. En los casos, pocos, donde consta que existe esta información, el seguimiento de una política de sitios cerrados u oscurantista hace que esta información no aparezca en los motores de búsqueda, o si lo hace en posiciones muy retrasadas, lo que al efecto es como si no existiera, ya que el comportamiento de los pacientes se decanta claramente por el uso directo de estos populares buscadores de la red.

El problema de la información oficial en nuestro país es ya un clásico …

Foto de An Unreliable Witness. Algunos derechos reservados

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