La Web como biblioteca

07 mayo 2010 9:09

Estanterías abiertas en la Biblioteca de Humanidades del CSIC

Lamentablemente, me he enterado tarde de su existencia, pero, en fin, aquí está: se trata de la intervención del profesor Francisco Rico en la Semana Monográfica de la Educación que convocó la Fundación Santillana en enero del 2009, bajo el lema “La lectura en la sociedad de la Información”. Su aportación se llama Fragmentos y vínculos. (Se puede encontrar en el enlace anterior, pero lamentablemente el extenso PDF, lleno de intervenciones, no está troceado, ni tampoco tiene un índice clicable, con lo que hay que moverse hasta la página 173).

He aquí un párrafo que pone muchas cosas en su sitio:

Claro está que la lectura de la red solo remotamente es equiparable a la de quien se sirve de una biblioteca pública y pasa de un libro a otro a través de las indicaciones bibliográficas, los catálogos o su criterio personal, pero no falta alguna coincidencia sintomática. Recuerdo la felicidad con que en el otoño de 1966, en la Universidad de Johns Hopkins, en Baltimore, disfruté por primera vez de una gran biblioteca open stacks [con sus estanterías abiertas al público]. Pasearme entre las estanterías, encontrar junto al título deseado media docena de otros afines, tomar este y aquel volumen y, al echarles un vistazo, camino del despacho, dar con una pista que podía seguir sin más trabajo que volver unos metros atrás…, todo ello se me antojaba, y acaso lo sea, el auténtico paraíso de Mahoma. Pero, naturalmente, de aquella inagotable delicia no formó parte nunca el quedarme plantado entre los anaqueles para leer toda una novela. Casi igualmente inimaginable es hacerlo entre los open stacks de Internet.

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6 comentarios

Felipe Zayas dijo...

Gracias por la pista. He leído la intervención completa y suscribo todo lo que en ella se dice sobre la enseñanza de la literatura. Todos los colegas, profesores de literatura, deberían leer este texto.

07 mayo 2010 12:31
gorki dijo...

Pero, naturalmente, de aquella inagotable delicia no formó parte nunca el quedarme plantado entre los anaqueles para leer toda una novela

Nunca mejor explicado por qué es tan dificil leer una novela en un PC. y la razón del exito del libro para este menester. El libro te limita la dispersión.

Esta es la razón por la que creo que habra que buscar nuevos géneros literarios en soporte digital. Géneros que por la longitud de los textos y la estructura de los mismos combata o aprovechae a su favor esta capacidad de dispersión del lector.

08 mayo 2010 10:41
Isabel dijo...

Sobre la enseñanza de la literatura.

Me ha interesado mucho la parte que habla sobre el fomento de la lectura.
No recuerdo el nombre de un crítico de literatura al que hace unos meses le hicieron una entrevista en la que le preguntaban si el amor o la afición por los libros se podía inculcar. No recuerdo su nombre, aunque sí su respuesta. Dicho crítico dijo que NO y lo comparó con el amor (que viene o no viene, aparece o no aparece).
Es una respuesta demasiado rotunda, pero me interesó porque creo que el grave error es creer que la lectura es más importante (y sacralizarla llegando al snobismo) que otras actividades.
Lo único que vale es que el niño disfrute leyendo, nada más. Que no lo vea como una pesada carga puesto que es un mundo maravilloso del que puede participar. Los profesores de literatura deben amar los libros, las palabras, las historias y disfrutar con ellas. Sin snobismo. Con naturalidad. Aún recuerdo a dos de mis profesores de literatura, y lo mucho que me divertí aprendiendo en sus clases; lo mucho que me emocioné. Pero a mi lado, otros muchos alumnos (tan aptos o más que yo) nunca sintieron ese “gusanillo”.

Hace poco hice un master de edición intelectualmente decepcionante. En las sesiones de inauguración, el director utilizó una frase-eslogan que, aún hoy, me produce repulsa.
Afirmó que la humanidad se dividía en dos : la gente a la que le gusta leer y la gente a la que no.
Este tipo de altivez intelectual es, en mi opinión, lo que nunca debe tener aquél que quiera invitar a otros a disfrutar de la lectura.
Menos snobismo. Más amor (verdadero) a la literatura; a las palabras y, sobre todo, más aprendizaje “lúdico” y sin complejos del mundo literario.
Perdona la extensión, JAMILLAN.
Gracias por tu blog. Mil gracias.

08 mayo 2010 19:26
Daniel dijo...

El esnobismo también es un saber, con lo cual es imposible separarlo de los muchos otros saberes que se conjugan en la literatura. Borges era esnob y sin embargo también era Borges. Me pregunto si algún master tiene la posibilidad de no ser “intelectualmente decepcionante” pero a priori sospecho que no, que es imposible. Porque de no serlo, probablemente se transformaría en otra cosa: un paseo, un viaje, una botella, una conversación o quizá algo distinto, pero jamás constatable en una currícula. Schopenhauer decía que el antídoto contra la filosofía eran los propios filósofos, creo que se refería así a la solemnidad intrínseca a la actividad, al exceso de certezas, al sentimiento de fatalidad y tragedia persistentemente exagerado. Algo así, creo, podría decirse también de la literatura. Los profesores se encuentran inmersos en uno de los malosentendidos históricos: deben sostener y convencer de que la lectura es una actividad valiosa, importante. Que ayuda al desarrollo de la mente, de la personalidad, que trae alguna clase de rédito personal. Quien haya leído más de cien libros, sin embargo sospecha que eso es mentira, que la lectura y la escritura son actos vanos que sólo se sotienen desde una pasión individual, inútil y además antieconómica. Se puede ser un humano muy inteligente leyendo muy poco, y perfectamente también se puede leer mucho y continuar siendo un idiota. Es un tema muy complejo, pero visto desde hoy nada más alejado de la literatura hay en este mundo que una clase sobre literatura. No digo esto haciendo ningún cargo a los profesores, pobres, que hace lo que pueden, lo expreso con la única intención de mencionar un problema que existe y que es muy notorio. Y que para resolverlo, quizá deberíamos antes pensarlo entre todos. ¿Será realmente necesario que la política educativa del estado insista en difundir la lectura por placer cuando no sabe siquiera en dónde radica y cómo se manifiesta ese mismo placer?

09 mayo 2010 17:03
Elena Rius dijo...

Gracias por señalarnos la interesante intervención de Rico. Bravo por su reivindicación de la literatura como “vivencia deportiva y lúdica” y por proponer que se enfoque su enseñanza como experiencia vital.

09 mayo 2010 21:05
Isabel dijo...

Esnobismo, claro. Me comí la primera letra.

10 mayo 2010 10:59