Se presenta el DILVE

03 octubre 2006 8:08


La buena noticia: habrá una base de datos con todos los libros vivos españoles (y pronto otros latinoamericanos). Los 325.000 títulos que las editoriales tienen entre novedades y fondo sin descatalogar serán accesibles por línea a profesionales: libreros, distribuidores, librerías por línea, bibliotecas,… a traves de DILVE (Distribuidor de Información del Libro Español en Venta). La mala noticia: pero ¿no había aún una base de datos de títulos vivos?

El nuevo sitio, que ya había sido anunciado en abril por el Presidente de la Federación de Gremios de Editores de España, se presentó ayer. Ha sido promovido por la Federación de Gremios de Editores de España y la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, y ofrece en paralelo el sitio de información Libro-es.com. Aparte de datos normalizados en el estándar ONIX, DILVE tendrá también contenidos de promoción: imágenes, resúmenes y otros textos, y grabaciones de audio o vídeo. Es de esperar que esta iniciativa central mejore la deficiente información que las editoriales daban sobre sí mismas en la Red.

Es de esperar que fruto de esta iniciativa aumente mucho la visibilidad del libro en español, que el engarce con las librerías agilice el contacto del libro con el público, y que aumente la presencia general del fondo de las editoriales, hoy tapado por la masa de novedades.

Bienvenido el DILVE, pues. Tenemos muchas ganas de empezar a usarlo.


Mahoma y el Quijote

02 octubre 2006 15:15

Leo con terror que “pueblos valencianos suprimen de las fiestas actos ofensivos a Mahoma“. ¿Cuál será el siguiente paso?, ¿censurar el Quijote?:

Viendo, pues, que, en efeto, no podía menearse, acordó de acogerse a su ordinario remedio, que era pensar en algún paso de sus libros, y trújole su locura a la memoria aquel de Valdovinos y del marqués de Mantua, cuando Carloto le dejó herido en la montiña, historia sabida de los niños, no ignorada de los mozos, celebrada y aun creída de los viejos, y, con todo esto, no más verdadera que los milagros de Mahoma (I, V)

Dos cubos de letras

02 octubre 2006 8:08

Fotografía, Rafael Millán

El último número (34) de Vasos comunicantes, revista de la Asociación Colegial de Escritores, Sección Autónoma de Traductores de Libros, recoge un artículo sobre “Los sistemas de cómputo y el rendimiento del trabajo de traducción en el sector editorial”, por Carlos Milla y Marta Pino (aunque los numeros de Vasos comunicantes.están colgados en la web de la Asociación, éste todavía no lo está). Hay que comenzar por explicar que en las tareas de la edición siempre ha habido que medir el texto: por ejemplo, en la imprenta manual se calculaba la extensión de cada parte de una obra para poder repartir la composición y la tirada entre varios equipos. En el caso de ciertos autores, su remuneración también dependía de la extensión de la obra: los escritores de novelas populares, o los colaboradores de obras de referencia como enciclopedias, cobraban según el tamaño de su original. La unidad de medida era el folio, o página mecanografiada, y precisamente este hecho (junto al deseo de facilitar la lectura) es lo que hizo que las novelitas del Oeste y otros géneros populares abundaran en diálogos y sucesiones de párrafos de una sola frase.

Pues bien: los traductores también cobraron siempre por folio, medida que llevaba décadas identificada como la página mecanografiada de treinta líneas por setenta espacios. Sin embargo la llegada de los programas de procesamiento de textos hizo que las obras no se entregaran ya en papel, sino en un archivo del programa correspondiente, y a algún genio ahorrativo de alguna editorial se le ocurrió que la tarifa pasaría de los XX euros por folio a XX euros por cada 2.100 caracteres (letras y espacios) o por cada 330 palabras. Lógicamente, y dependiendo del género traducido, el folio, con sus diálogos y puntos y aparte, no está nunca completamente cubierto de letras. Milla y Pino han pedido muestras de traducciones a sus coasociados, y han estudiado la merma en ingresos que supone esta forma de cómputo:

Según la muestra en que se basa este estudio […] la conversión del cómputo de folios al recuento de palabras supone un 77% de casos de pérdida, un porcentaje máximo de pérdida del 20% (con casos residuales del 25%-30%) y un promedio de pérdida del 11%.

Según calculan los autores, un traductor con cierta experiencia y trabajo continuado perderá por esta forma de aplicar la tarifa más de 3.000 euros anuales, mientras que un editor que publique 40 traducciones al año, puede ahorrarse hasta 24.000 euros en ese periodo de tiempo…