La novela del diccionario

19 marzo 2007 12:12


El hallazgo casual de un exlibris y una etiqueta de biblioteca en el ejemplar digitalizado de un diccionario mexicano del XIX dispara una investigación por la que desfilan editores, bibliófilos, una Wikipedia del XIX, clérigos corruptos, el emperador de México, subastas en Leipzig, la unión entre el telégrafo y el ferrocarril, y el amor de un profesional de éxito por su alma mater.

La “novela del diccionario” (bueno: su esbozo) está aquí al lado en dos partes: Entre las hojas, el fruto y El cable y los rieles. Que ustedes la disfruten.

Etiquetas: , , ,

4 comentarios

solitarius dijo...

¡Enhorabuena JAM! Nos ha dado la mejor lección de lo que se puede hacer -en poco tiempo, además, según parece- con un buen manejo de los recursos de la red. La doble historia, además, es preciosa. ¡Lástima que no podamos asegurar que el ejemplar de Harvard es el subastado en Leipzig! (la subasta fue antes de la constitución del fondo, así que hubo al menos una adquisición intermedia)

20 marzo 2007 20:43
José Antonio Millán dijo...

Bueno: no podemos asegurarlo, pero podemos, podemos… ¡suponerlo!;-)

20 marzo 2007 23:47
Anonymous dijo...

He estado siguiendo algunos de los enlaces, y realmente es asombrosa la cantidad de libros (y supongo que otras cosas) que desaparecieron de México en el siglo XIX. Una auténtica vergüenza…

22 marzo 2007 00:13
Ana Lorenzo dijo...

Son preciosas las dos historias desdobladas de la misma página del libro (y las dos dedicatorias, una historia para la parte materna, otra para la paterna). Gran trabajo de rastreo. ¿Y seguro que fue Agustín Fisher el que sacó los libros de Andrade? Es que en uno de los enlaces hay un párrafo en que no me queda claro si lo atribuye a Fisher y luego habla de una colección de Manuel Fernández del Castillo y de Mier o si atribuye la venta a éste (cuestión de puntuación):Será Fischer, colaborador del emperador y reconocido bibliógrafo, quien subrepticiamente empaca la colección y la manda a Veracruz para su salida a Europa; lo mismo pasaría con la de José María Andrade –a pesar de dejar establecido su permanencia en México-, la que Manuel Fernández del Castillo y de Mier vendió y posteriormente fue rematada por 32 mil pesos (hoy se encuentra en la Universidad de Berkeley, en California). http://www.conaculta.gob.mx/saladeprensa/2004/03ago/patrimonio.htmAhora toca que te financien los viajes de comprobación, con familia y tranquilidad. ;-)Me ha fallado algún enlace (el del vino de Agustín Fisher, no recuerdo ahora el otro), y en el que se abre en el de Rasputín del Segundo Imperio no logro encontrar nada accesible.Un saludo

22 marzo 2007 11:00