Guía personal de librerías de viejo

20 noviembre 2008 9:09


A través de El bibliómano llego a un bonito artículo de Juan Manuel Bonet en Room (pág. 58). Bonet es un conocido revolvedor de puestos del libro viejo, afición que ha ejercido en cuanta ciudad ha visitado, de modo que su testimonio tiene gran valor.

A modo de pequeña guía, Bonet recorre Barcelona, Basilea, Bruselas, Cracovia, Lisboa, Londres, Madrid, México D.F., Montevideo, Nueva York, París, Praga, Roma… e Internet, y en cada uno de estos lugares (o no-lugares) aporta su experiencia y recuerdos. Por ejemplo:

He comprado muchos, muchísimos libros en Barcelona. Siempre se ha encontrado allá más arte y literatura moderna y extranjera que en Madrid. Recuerdo una librería ya desaparecida y mítica, la de Porter, sobre la que tan bien escribió en su día el siempre recordado ?y no sólo cuando se habla de libros? Joan Perucho. Recuerdo los grandes tiempos de Marca padre, cuando vendía la biblioteca del pintor y poeta Josep María de Sucre y te podía enseñar lo mismo un dibujo de Barradas o Torres-García que Cinquante deux miroirs, el libro barcelonés ?impreso por Oliva de Vilanova? con el que se inicia, en 1917, la obra poética de Picabia. Hoy mismo en la capital catalana hay muy buena oferta libresca. Por mi parte, y aunque también me parecen recomendabilísimos El Astillero, Litoral o Manuel del Pino, donde más suelo revolver es en Farré, tanto en su sede de la calle Canuda como en su vecino almacén, que recomiendo especialmente.

Un comentario

Gonzalo Ramos Aranda dijo...

LIBRERIA DE VIEJO

“Se vuelve lo más deseado, el hallazgo . . . inesperado.”

Librería de viejo,
la de aroma añejo,
librería de usado,
del tiempo pasado.

Frecuentes visitas,
todas exquisitas,
lugar fascinante,
misterio constante.

Pisar laberinto
del saber, . . . recinto,
encapsulamiento
del conocimiento.

Como en docta gruta,
emprender la ruta,
seguir el camino
de nuestro destino.

Andar callejones,
recorrer secciones,
vagar por pasillos,
estrechos corrillos.

Vivencia, existir,
mundano sentir,
vitrinas, estantes,
sorpresas bastantes.

Mirar ejemplares,
goces oculares,
bellos empastados,
folletos gastados.

Observar impresos,
volúmenes viejos,
textos incunables,
todos invaluables.

Colecciones serias,
las enciclopedias,
ex libris, cultura,
el arte es ventura.

Curioseando vibro,
¡bendito es el libro!,
en manos delicia,
táctil la caricia.

Hojeando las obras,
la vida recobras,
nostalgia, emoción,
late el corazón.

Clásico adorado,
descatalogado,
revistas añosas,
esperan ansiosas.

¿Estudiar tú gustas
las biblias vetustas?,
esas más antiguas,
hoy, están exiguas.

Leyendo, no pecas,
joyas, bibliotecas,
de papel alhajas.
tu ser agasajas.

Precio, poco importa,
su edición te aporta,
sapiencia, instrucción,
sabia educación.

Librero anticuario,
arca, relicario,
que asilas los saldos,
opacados, gualdos.

Bodegas, tapanco,
Cliente digno, franco,
de segunda mano,
Mercader, hermano.

Repudio a lo injusto,
el trato más justo.
alma reconcilia,
tomos, bibliofilia.

Preservar el rito,
lo demás . . . es mito,
¡hábito, fiel tradición,
el hallazgo de ocasión!

Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
México, D. F., a 14 de marzo del 2006
Dedicado al Sr. Fermín López Casillas
Reg. SEP Indautor No. 03-2007-082112003600-14

19 mayo 2015 22:42