El año de Darwin

05 enero 2009 16:16


En el 2009 se cumple un doble aniversario darwiniano: el 12 de febrero, el bicentenario del nacimiento de Charles Darwin, y el 24 de noviembre, el sesquicentenario de la publicación de The Origin of Species. Desde el momento de su aparición, la obra suscitó violentas polémicas.

Juan Gabriel López Guix, uno de los responsables de 1611, Revista de historia de la traducción, ha tenido el acierto de felicitar el año entrante con una pequeña historia de la recepción y traducción de Darwin en España.

Entre las primeras críticas contra el evolucionismo, está la Metamorfosis del mequetrefe en ganso de la revista El Museo Universal del 28 de junio de 1863, que ilustraba el dibujo superior:

Nuestro grabado representa hoy el caso ocurrido recientemente en cierto pais de Europa, de cuyo nombre no queremos acordarnos. Cierto individuo que iba á donde no le llamaban y se mezclaba en lo que no podía interesarle, quiso también hablar de lo que no entendía ni podía entender. Habló de filosofía, de religión, de política, de elecciones, de influencias y tanto desbarró, que a fuerza de sacar punta de la oreja, esta se le fue aguzando; que su cuello se pronunció tomando una estension desmesurada, al paso que se acortó su frente; su cara empezó á bajar mientras las orejas iban subiendo; y su cuerpo se redondeó como un tonel, hasta que quedó convertido en pollino. Todavía se empeñaba en sostener que era hombre á fuerza de rebuznos, cuando la Providencia para castigarle hizo que al dar un rebuzno, la cabeza se le escapase convertida en ganso. Leccion elocuente para aquellos que hablan de lo que no entienden, van á donde no los llaman y se meten en lo que no les importa, á los cuales suele llamar el vulgo mequetrefes.

En fin… Sigue López Guix:

El primer equivalente serio de crítica antidarwinista fueron dos conferencias pronunciadas en el Ateneo Barcelonés por el médico José de Letamendi en abril de 1867. Las ideas evolucionistas sólo pudieron divulgarse ampliamente con la llegada del Sexenio Revolucionario (1868-1874), que decretó la libertad de enseñanza, abolió la censura, reconoció la libertad religiosa y de expresión, permitió la creación de sociedades científicas. En 1872 se produjo en Madrid un intento de publicación por entregas de El origen de las especies, en traducción anónima a partir del francés, que quedó interrumpido en la entrega 12. Sin embargo, a lo largo de la década surgieron núcleos de difusión de las ideas evolucionistas por toda España, en Santiago de Compostela, Sevilla, Granada, Barcelona, Valencia o Las Palmas.

La restauración borbónica de 1874 y el posterior «revanchismo católico» (en palabras del hispanista Tomas Glick) no pudieron impedir ya el avance de las ideas modernas. En 1876 se fundó la Institución Libre de Enseñanza. Ese mismo año apareció en Barcelona El origen del hombre, en una traducción (incompleta) que se ha atribuido al escritor y positivista Joaquín María (Joaquim Maria) Bartina, impulsor del Diari Català (1879-1881), fundado por Valentí Almirall y primer periódico escrito íntegramente en catalán. Esa traducción se reimprimió al menos tres veces más en los siguientes veinte años. En 1877 se publicó la primera versión de El origen de las especies, en traducción de Enriquez Godínez y editada por el positivista cubano José Perojo, fundador el año anterior de la Revista contemporánea, principal órgano del evolucionismo en España […].

Nosotros también hacemos votos por que este recién iniciado 2009 traiga luces sobre las oscuridades circundantes…

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3 comentarios

Tonyo dijo...

Por cierto, también es el aniversario de Zamenhof, el iniciador del esperanto (150 años de su nacimiento). Ver aquí un primer anuncio sobre ambas celebraciones, y ya te iré comentando sobre alguno de los actos previstos.

06 enero 2009 00:17
José Antonio Millán dijo...

Una bonita ampliación desde un blog de Argentina.

06 enero 2009 20:29
Felix Maocho dijo...

Estudié en un colegio católico entre los años 1950 y 1960. Siempre se nos enseño que la devolución de las especies era la más probable causa de la diversidad de las especies.Sólo había el conflicto de que en el paso de hominido a hombre, la religión exigía una intervención de Dios para “insuflar alma” al animal, lo que hacia al hombre a la imagen y semejanza de Dios y diferente de los animales “irracionales”.No sé si al principio hubo o no controversia entre las teorías de Darwin y el dogma católico, solo sé, que cuando iba al colegio este tema, como otros de conflicto entre la ciencia y la Biblia, como la formacion del Universo, estaban superados. En este punto los católicos se anticiparon bastante a algunas sectas protestantes, que aún hoy ponen en duda el Darwinismo por motivos de dogma.

07 enero 2009 00:47