Dentro de los libros

25 febrero 2007 9:09

Compré en un librero de viejo, por Navidades, una preciosa novela juvenil de los años 50 del siglo pasado, de la extinta Editorial Labor. La acción transcurría entre los tramperos y mineros de Alaska. Al verlo con más calma en casa, en su interior descubrí, recortadas de periódicos de la época, un par de noticias amarillentas, una referida al comercio de pieles, y otra a las minas de oro de la región. Y entonces recordé algo que no veía desde pequeño: cómo los libros se enriquecían permanentemente con artículos de revistas o periódicos. Recuerdo haber visto a mi padre recortar y pegar en las guardas de una obra sobre la prehistoria alguna noticia aparecida en el Ya sobre hallazgos de los paleontólogos. Junto con los subrayados y las anotaciones marginales, este aporte de nuevos elementos era la forma de conectar el texto del libro con otros textos. Hipertexto, sí, pero avant la lettre y en una sola dirección.


Recordaba estas cosas viendo algunos de los últimos posts del blog de Studiolum, una web dedicada a emblemática y otras cuestiones humanistas, que narran hallazgos de anotaciones y papeles en ejemplares de libros antiguos.

2 comentarios

Antonio dijo...

Esos rastros en las hojas del libro se parecen a los hipervínculos, pero con el inquietante atractivo de saber que el link nos llevaría a destinos misteriosos, perdidos, avejentados o de ultratumba. Buen tema para una novela. Un saludo.

25 febrero 2007 21:04
José Antonio Millán dijo...

Mmmm…, Antonio: esto de “destinos misteriosos… o de ultratumba” me recuerda también bastante a la Web…

25 febrero 2007 22:04