No todos están en mi mano. De hecho, casi ninguno está en mi mano, pero ahí van:

que aumente la práctica de la lectura

que los medios escritos en la red hagan uso de los muchos recursos del medio, en vez de copiar lo que se hace en papel

que haya dispositivos lectores realmente útiles, abiertos y baratos

que las editoriales aprovechen los recursos actuales para informar acerca de las obras que publican, y promocionarlas

que la edición bajo demanda se siga extendiendo

que mejore el control de calidad sobre las ediciones en papel o electrónicas

que aumente la cantidad y calidad de obras en las bibliotecas

que cada vez más libros, de más procedencias, lleguen a la Red, en texto íntegro buscable

que las bibliotecas de titularidad estatal no creen copyright donde no lo hay

que el circuito editor-librero-lector se racionalice

que desaparezcan los impuestos ocultos a cosas que podrían servir para copiar materiales protegidos

que mejore la enseñanza de la lectura

Han salido doce, que es un número bastante redondo, pero quedan más… Feliz año nuevo.