“Ha de tener el oído atento a lo que lee”
20 octubre 2010 9:09
El corrector (de que hubo antiguamente y hay muchos graduados en las universidades en diferentes ciencias) ha de saber Gramática, Ortografía, Etimologías, Apuntuación, colocación de acentos, tener noticia de las Ciencias y buenas letras, haziéndose capaz de asumpto del libro que se imprime, conocimiento de Autores, de caracteres griegos y hebreos, cifras médicas, astrológicas, abreviaturas escolásticas, reglas de música para libros de canto […], elocución y arte para emendar barbarismos, solecismos y otros defectos que se cometen en latín y romance, saber el comportamiento de las planas, para que salgan en orden, y numerosos, y cuenta para los folios. Demás desto ha de tener el oído atento a lo que lee, la vista a lo que se mira: el entendimiento a la contextura de lo que se corrige para emendar faltas, y tanta atención que cualquiera defecto corre por su cuenta
(Gonzalo de Ayala, siglo XVII)
Recopilación de José Antonio Sánchez Paso
Etiquetas: "Libros y citas", Control de calidad, Grandes lecciones del pasado
3 comentarios
Pues sí, eso es lo que quisiéramos que tuvieran todos los correctores. Me pregunto cuántos habrá en estos momentos que cumplan todos esos requisitos.
No será porque cuando se hace una lectura atenta, para detectar errores, se suele verbalizar lo que se está leyendo?
Admirable descripción de un oficio al parecer desaparecido, al menos en “Rocaeditorial”, donde no tienen el menor empacho en escribir “autentica” tal cual, sin tilde, entre otras erratas que debió haber evitado algún oído atento a lo que lee.
Me refiero a “Sélo que estás pensando”, de John Verdon, y espero que nadie me responda que la cupla es mía por leer best seller. (Vengo de otros foros menos reposados).