“La decisión editorial previa”

04 noviembre 2010 9:09

El bestseller ya no es el resultado de un pronunciamiento posterior del público, sino de la decisión editorial previa de fabricarlo.

(Javier Pradera, 2001)
Recopilación de José Antonio Sánchez Paso

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4 comentarios

Elena dijo...

¡Ah! Pero la fabricación de un bestseller no siempre sale bien. Véanse sino la cantidad de émulos de Dan Brown que llenan las librerías y que, muchos de ellos, se venden francamente mal. El auténtico bestseller es el que surge sin que ni el autor ni los editores entiendan bien por qué se ha producido el fenómeno. Los análisis a posteriori intentan explicarlo, pero lo difícil es acertar con el pronóstico.

04 noviembre 2010 10:06
Isabel dijo...

Totalmente de acuerdo, Elena. El auténtico bestseller no se fabrica; no existen fórmulas. Existen autores que saben escribirlos, eso sí. Luego un buen editing puede ayudar, pero no más.
El auténtico bestseller, ojo…

04 noviembre 2010 12:06
Gorki dijo...

Verdad a medias. A mi mujer le acaban de regalar un libro, que es un bestseller de decisión editorial, “Dime quien soy”, de Julia Navarro, un “tocho” de 1.100 páginas. Semejante “tocho” no habría forma de venderlo, sin una inteligente campaña de marketing y publicidad detrás. Pero en cambio, otro bestseller, “El tiempo entre costuras” de María Dueñas, es un fenómenos nacido de la labor de los propios lectores del mismo.

Incluso en el primer caso, hay que reconocer que Julia Navarro, muy conocida y seguida como periodista de papel y de radio, tiene de partida y sin necesidad de editorial que la apoye, un montón de potenciales lectores, incluso antes de que ponga un libro en el mercado.

Mucho más difícil de entender, es el caso de “La sombra en el viento” de Ruíz Zafón, bestseller evidentemente “prefabricado” de un señor, que al menos para mí, era un completo desconocido y que fue un claro éxito editorial, que en cambio en su siguiente “tocho”, el “El juego del ángel”, pese a haber sido sacado para el Día del Libro, con un esfuerzo editorial de un nivel sin precedentes que yo recuerde, me hace el efecto que fue un “pinchazo”, (aunque vendiera bastante).

Yo creo que el público sigue siendo quien es en última instancia decide y que más bien, el esfuerzo extrordinario de las editoriales, se reserva para algunos casos excepcionales, en que los editores con su experiencia, sospechan que ese título es “caballo ganador”.

04 noviembre 2010 12:54
precarisimo dijo...

Si hay industria (sea más o menos artesanal) editorial, hay bestsellers. El siglo pasado “Los misterios de París” de Eugesio Sué vendía mucho más que las novelas de Flaubert, por no hablar de las de Stendhal, que ni se publicaban. La venta de libros, al final, es un negocio, más que otra cosa.

04 noviembre 2010 15:28