La larga vida de un libro libre

14 enero 2011 9:09

Este es un viejo tema para aquellos que sigan esta web. En 1995 publiqué en Alfaguara mi novela Nueva Lisboa, y en el 2000 recuperé los derechos, porque otra editorial iba a publicarla. Por fin esta reedición no tuvo lugar, y el Dia del Libro del 2006 la colgué en la Red con una licencia Creative Commons no comercial. Diversos sitios se pusieron a redistribuirla, y en la página de descarga fui reseñando los que llegaban a mi conocimiento. En el mismo 2006 se pasó al formato eReader. En el 2007 se integró en un sitio dedicado a lectores de distintos géneros. El año pasado me enteré por un tweet de @javiderios que se había incorporado a una web que se dedica a difundir “libros libres y legales, para leer en e-readers (lectores electrónicos), el ordenador u otros dispositivos”: E-Books gratis. Y por último, las pasadas navidades una web dedicada a alquiler de viviendas la ha incorporado como regalo para sus visitantes, junto con otras obras (imagen de arriba).

En un sistema en que los libros publicados desaparecen de las librerías empujados por el torrente de novedades, esta vida etérea de un libro digital, saltando de servidor en servidor y de formato en formato, me parece, como autor, uno de los mejores destinos que puede tener una obra…

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17 comentarios

Pedro Plan dijo...

Una cuestión que se podría plantear y sobre la que deberían reflexionar especialmente los defensores de la libre disponibilidad de toda obra artística por la cara (abundantes entre los comentaristas de tu excelente blog): ¿qué pasaría si alguno de esos “difusores” de tu novela empezara a cobrar por ella? ¿o una web “de enlaces” la incluyera entre ellos mientras se beneficia globalmente de la publicidad de su página? No te sentaría bien, imagino.
Y una propuesta: una entrada sobre lo que cuesta hacer las cosas (los libros, las webs, los condones, las tapas…), por qué las cosas tiene precio, quién vive de ellas (vivir no es igual a lucrarse), qué profesiones apasionantes se desarrollan a su alrededor…
Todo gratis, pero lo mío que no me lo toquen. Ni la hora te da gratis la gente. Ese “espíritu colaborativo de la nueva era” sólo vale para la obra de los demás, pero que no se te ocurra copiarle el examen a la empollona de al lado.
Saludos y enhorabuena por tu trabajo.

14 enero 2011 13:13
Palimp dijo...

Debes ser de los pocos que piensan así. Enhorabuena.

Por cierto, yo llegué a esa obra vía librería de viejo, que es la manera pre internet de redifundir las obras.

14 enero 2011 15:19
Gorki dijo...

Hay dos deseos básicos del escritor, el primero, (y en mi caso particular, el mas único), que te lean. Uno al menos, no tiene vocación de escribir para el cajón de la mesa, desea lectores.
Y un segundo deseo, que se te remuneren el tiempo que dedicas a hacer tu obra, (algo que yo no es que no sienta, es que considero que no tengo calidad suficiente para optar a ello).

Internet vale maravillosamente para lo primero. A poco que te esfuerces, los lectores llegan a tus páginas, (con toda modestia yo tengo casi 2000 post leídos diariamente, algo que cuanto empecé con el blog jamás hubiera pensado), no quiero ni pensar, los lectores que tendrá uno mejores blogs como es este. Sin embargo falta encontrar la forma de que se remunere al autor debidamete, pues no creo yo que en tu caso, que las distintas lecturas que ha tenido tu novela digital, te hayan reportado grandes ingresos, posiblemnte ninguno, salvo el haber difundido tu fama como literato, (lo cual tampoco es despreciable). Este punto es el que yo creo que hay que mejorar o resolver en el futuro. Pero yo no veo más vçias que la publicidad o la sponsorización.

14 enero 2011 18:11
Javi de Ríos dijo...

Hola José Antonio, un pequeño matiz, no sólo comenté que tu libro se había incorporado a eBooks Gratis, sino que ese pequeño proyecto es mío. No sé como suena esto de presuntuoso, pero bueno, es así.

Te agradezco también que hays explicado de forma tan correcta cuál es el espíritu de la web: difundir libros libres y legales, ya que no ofrezco ningún tipo de descarga sino enlaces a las webs de los autores o editoriales que quieren difundir sus libros, como en tu caso, para los libros CC, y para los libros clásicos enlaces a webs con garantías de calidad y legalidad.

Es más, por ejemplo, a pesar de su licencia solo “meteré” el libro de Dans cuando la descarga sea en su propio blog o encuentre una web que lo ofrezca con el total beneplácito de su autor.

Estoy, por cierto, totalmente de acuerdo que dar libertad a un libro aunque sólo sea en su formato digital es la mejor forma de que no se lo devore el mercado. Un saludo

14 enero 2011 23:05
jazzbusker dijo...

Hola:

Está claro que el modelo de negocio está cambiando. Pero no lo está haciendo tan rápido como el lector demanda. Muchos negocios han cambiado o desaparecido a través de la historia… las casas de postas, las barberías, las lecherías… y se me ocurren otras muchas. Está claro que ofrecer tanto libros como música de forma gratuita y/o con licencias libres, como la Creative Commons, forma parte de ese cambio. El modelo de negocio va a cambiar tanto que habrá que buscar otras formas de ingresos para los autores. Los músicos lo tienen más fácil: dan conciertos. Pero los escritores lo tienen un poquito más complicado.

Enhorabuena por tu iniciativa.

15 enero 2011 09:58
Germán Machado dijo...

Cuando tanto se insiste con la cuestión “de qué van a vivir los creadores” (hipócrita preocupación en más de uno), este texto tuyo es una respuesta encomiable. Mi enhorabuena: por el libro, por tu trabajo literario, por tu generosidad como creador. Abrazo.

15 enero 2011 19:18
jamillan dijo...

Pedro Plan: si una web de enlaces difunde las direcciones de descarga de mi libro, y encima se beneficia con la publicidad sólo puedo felicitarla: ¡trabaja para mí, y encima gana dinero! Algo diferente es que alguien pretendiera cobrar por la descarga de mi obra: para eso está su licencia, para que quede claro que yo no deseo que eso suceda. Si llegara a darse el caso, podría llevarla a los tribunales: las licencias Creative Commons tienen fuerza legal, en ese sentido. ¿Llegaría a hacerlo si eso ocurriera? Me lo pensaría, aunque me da la impresión de que en España el recurso a los tribunales es un proceso tan rápido, barato y eficiente que cualquiera puede hacer uso de él sin dudarlo

Javi de Ríos: enhorabuena por tu iniciativa de E-books gratis. Espero que la publicidad te reporte muchos ingresos.

Y Gorki. Sí; como decía Kevin Kelly: “Mientras que unos pocos autores que venden muy bien temen la piratería, todo autor teme la obscuridad”.

15 enero 2011 19:42
Gorki dijo...

#Pedro Plan
Ni la hora te da gratis la gente.

¿Conoces Wikipedia? – Está hecha por voluntarios
¿Conoces Google Libros? – Esta hecha por una empresa
¿Quieres programas gratis que sean útiles? – Yo tengo por ahora catalogados 56 http://felixmaocho.wordpress.com/category/visto-en-internet/programas-gratuitos/ y con sseguridad son la punta del Iceberg
¿Quieres aprender idioas por la cara, tener una guia de excursiones,una guía de pájaros de España, saber sobre pueblos abandonados, construir cometas, hacer origamis, recetas de cocina explicadas con videos, etc…? Yo tengo cataxlogadas 63 webs que denomino Pata negra por su calidad, hay por supuesto muchas más http://felixmaocho.wordpress.com/category/visto-en-internet/webs-pata-negra/

José Antonio Millán tiene este lugar maravilloso gratuito, (¿has pagado algo tu por entrar?,)yo no diré que es maravilloso, pero mi blog tambien es gratuito (si quieres conpruebaló) y lo hago lo mejor que sé, pues tanto jamillan como yo somos gente.

¿Has hecho tu algo por los demás gratis?

15 enero 2011 22:03
Jorge dijo...

Felicidades JAM.Se me había pasado este post.

Para los más agresivos : cree el ladrón que todos son de su condición.

16 enero 2011 19:05
JC dijo...

¿Cómo que nadie da nada gratis? El que afirma esto, que levante por un momento la cabeza del teclado y mire a su alrededor. Desde mucho antes de que se inventara internet, multitud de personas han donado su tiempo y sus conocimientos, sin esperar ninguna recompensa material por ello. Están por ahí, entrenando equipos deportivos, gestionando entidades de todo tipo, dinamizando las fiestas del barrio …

16 enero 2011 21:32
Pedro Plan dijo...

Qué atentos lectores. Se te olvida Gorki señalar la cantidad de porno gratis que tienes a tu disposición. “Tanto jamillan como yo somos gente”. Buf, me has dejado de piedra.
JC, tu visión de arcoiris y primavera es sumamente idealista, y no va, como tampoco la de Gorki (triste homenaje le haces con la manera como escribes), al fondo de lo que yo decía: las cosas cuestan, y el altruismo es un modelo de vida antihistórico, ingenuo y, por lo demás, inaplicable a una sociedad industrial.
¿Te gustaría que alguien se lucrara con tus consejos sobre horticultura?
Desconocéis profundamente el mundo editorial, es evidente.
jamillan: a eso iba, a que en ese caso se te plantearía un problema como se le plantea hoy a cualquier otro autor-músico, que son objeto de burla ante los satisfactorios avances que nos ofrece la gratuidad total de todo lo habido y por haber.

17 enero 2011 12:45
Javi de Ríos dijo...

Pedro Plan: algunos desconocemos profundamente el mundo editorial. O lo conocemos lo suficiente como para que nos interese navegar un poquito al mergen especialmente para según que tipo de libro.

De todas formas a mi la solución de jamillan me parece perfecta. Un libro con dos oportunidades: publicación convencional y después la libertad….

Por cierto, si a alguien le gusta leer relato corto aquí podéis bajar gratuitamente mi libro de cuentos: http://www.javiderios.com/?page_id=68

17 enero 2011 18:11
Gorki dijo...

# Pedro Plan
Te gustaría que alguien se lucrara con tus consejos sobre horticultura?

Pues claro que me gustaría, ¿crees que acaso los doy para que tengan malas cosechas?. Lógicamente no, deseo que tengan abundantes cosechas por utilizar mis consejos, es decir que se lucren.

Si a lo que te refieres, es si me gustaría que alguien copiase mis post y se lucrara en otra web por ello, te diré que eso de hecho pasa de vez en cuando y sinceramente, me siento muy a halagado, que habiendo tanto por copiar, se fijen en lo que yo escribo, lo considero un homenaje, y he de reconocer que yo no consigo sacar ni un duro de ello, pero si ellos lo sacan, será que son más listos que yo. Mi esperanza es que algún día copie sus métodos comerciales y me lucre yo también.

Habrás de comprender que escribiendo sobre huertos, no quiero ocupar el puesto del perro del hortelano, tengo unas miras algo más altas.

Por otra parte, “mis consejos”, no son propiamente míos, sino que son la sabiduría acumulada de generaciones de huertanos, que hunden sus raíces posiblemente en Mesopotamia, de qué que crees si no, que yo supiera cuando se siembran los pimientos. Cobrar derechos de autor por algo que descubrió un caldeo me parece honestamente, hasta inmoral.

Para más precisión, mis conocimientos, me han llegado por montones de caminos, algunos fácilmente identificables como Johm Seymour, Gaspar Caballero de Segovia, Mariano Bueno y otras de textos de autores menos conocidos, junto a conocimientos que no proceden de textos, sino de los foros de Infojardin y de Infogro, en especial se los debo a quien firma como Destripaterrones, que reparte sus conocimientos sin ninguna intención de lucro. Generalmente si son relevantes sus aportaciones en mis escritos cito las fuentes, pero he de reconocer que muchas veces se me olvida indicar mis fuentes.

Mi único trabajo consiste principalmente en recopilar y sistematizar lo que aprendo por aquí y por allá. ¿Te parecería lógico que pretendiera por ello considerarme autor de esos conocimientos? ¿Crees lógico que pretendiera cobrar por tal motivo, a todo el que siembre pimientos siguiendo mis consejos y que prohibiera que los transmita a otros?

Indudablemente de la Propiedad Intelectual tenemos conceptos diferentes. Con honestidad, son escasísimas las aportaciones de cualquier tema que trato, que sean pura elaboración de mi cacumen, todas tiene como semilla un escrito o una conversación que he tenido con otro, más la investigación que sobre el tema realizo en obras de otros autores que me precedieron, fundamentalmente, (y por comodidad), leídas a través de Internet.

Pero yo creo que mi proceder, es similar al de cualquier autor. Opino que siempre se escribe en base a alguna idea que has recibido anteriormente, y quizá la cambies, permutes, generalices, particularices o transformes la idea, pero en justicia es obra derivada.

Por cierto, no me has dicho si tu alguna vez has hecho algo gratis por los demás.

18 enero 2011 16:46
Jorge dijo...

Gorki es un crack, permitidme el simil futbolístico.

18 enero 2011 20:47
precarisimo dijo...

Qué comentario tan hermoso, Gorki. Creo que todos procedemos así, pero nos han educado a no reconocerlo, y en lo posible, ocultarlo. En el fondo, nos han ensañado que competir en mejor que colaborar, porque habremos de ganarnos la vida compitiendo: con el vecino, con los compañeros de trabajo, con nuestros hermanos, padres, tíos, etcétera.

Me ha recordado una anécdota que cuenta Miguel Delibes en uno de sus libros de entrevistas. Lo cuenta con mucha gracia. A ver si me sale la recreación mínimamente graciosa. Delibes estudió Derecho y fue profesor de esta asignatura. A él, realmente, le gustaba el dibujo, y no la literatura. Cuando entra como meritorio en El Norte de Castilla, lo hace como dibujante, y después pasó a redactor.

Delibes escribe una novela, su primera novela, porque sabe que hay un premio en Barcelona que premia novelas. Y se quiere casar con Carmen, su mujer, y necesita dinero. Escribe “La sombra del ciprés es alargada” y, sorprendentemente, gana el premio Nadal. De repente, se convierte en novelista, en escritor. Carmen, su mujer, que fue un apoyo muy fuerte en su vida, le anima a que se compre una casa en el campo, en Sedano, un pueblo de Valladolid, para escribir. Dice Delibes, con la humildad que siempre tuvo, “ella creía que yo era un genio y que podía escribir cosas grandiosas, ya ves tú”.

En Sedano, Delibes practica su otra afición, la caza. Suele salir todos los fines de semana que puede con El Barbas, un campesino de la zona. Ahora no recuerdo su nombre y le llamo El Barbas, como le llama Delibes en algunas de sus obras literarias, como “Viejas historias de Castilla la Vieja”. Pues bien.

El Barbas se convierte en uña y carne del novelista. El Barbas no sabe leer ni escribir, pero lee maravillosamente el campo y el tiempo: los nombres de las hierbas y los árboles, las costumbres de la perdiz o el conejo, dónde hay una fuente, los cambios de estación y de clima en un mismo día y un montón de saberes que Delibes aprende día a día junto a él. Para el escritor, El Barbas es el sabio de aldea, el que sabe cosas por herencia de generaciones que se han transmitido de manera oral.

Bien. La carrera literaria de Delibes, como es sabido, se va haciendo de cara al público. Si su primera novela ganó un premio de prestigio, la segunda está mejor planteada y escrita, y la tercera, “El camino”, aún mejor. Digamos que el escritor va aprendiendo el oficio de cara al público.

Cuando se publica “Diario de un cazador” y “Viejas historias…”, Delibes toma muchas cosas que le ha contado El Barbas.

La carrera de Delibes va viento en popa: escribe en el semanario Destino y va escalando puestos en la redacción de El Norte. Hasta le dan un premio en Barcelona por uno de estos artículos de caza: ‘una escopeta de caza de marca, de una marca francesa cara’.

El Barbas se entera, porque alguien se lo cuenta, que Delibes escribe de él y que gana dinero con las letras. Un día sale de caza con El Barbas, pero Delibes le nota raro. Esquivo y como enfadado, poco hablador. Por fin le pregunta, y El Barbas le cuenta que no le parece bien que él le cuente cosas y el otro escriba sobre esas cosas y gane dinero. Delibes trata de explicarle lo de la elaboración literaria de la historia, que se necesita una técnica para narrar, etcétera, pero no le convence.

Por fin, cuenta Delibes, me sentía yo mismo mal, y por no andar con esos remordimientos -dice- le regalé la escopeta de marca y unas cajas de cartuchos. Y algo de tabaco.

18 enero 2011 23:12
precarisimo dijo...

fe de errores:

La esposa de Miguel Delibes se llamaba Ángeles. Ángeles de Castro.
Miguel Delibes fue catedrádico de Derecho Mercantil en la Universidad de Valladolid. La anécdota está recogida -creo, tendría que revisarlo- en el libro de entrevistas junto a Javier Goñi, Cinco horas con Miguel Delibes, 1985.

18 enero 2011 23:35
Isabel dijo...

El libro que dedicó Delibes a su mujer se titula “Mujer de rojo sobre fondo gris”.Él la describe como alguien con mucha fuerza vital y energía en contraste con su carácter pesimista y taciturno…

19 enero 2011 12:43