Supervivencia en cultura digital, diálogo en Madrid

27 abril 2015 11:11

El próximo jueves, 30 de enero, a las 16 h. en la Galería Odalys, calle Orfila 5, de Madrid tendrá lugar un diálogo entre Fidel Moreno y un servidor sobre el tema “Supervivencia en la cultura digital”. Está organizado por @futuracultural, en el marco del Máster en Gestión Cultural de la Universidad Carlos III de Madrid.

Sobre el plagio

13 enero 2014 11:11

Dentro de las actividades del Año Avellaneda, aquí va la versión actualizada y ampliada de un artículo mío:

Cuestión de comillas.
El plagio, o las numerosas maneras de no ser original.

Bienvenidos al año Avellaneda

07 enero 2014 11:11

Como nadie ignora, Miguel de Cervantes publicó en 1605 El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha. Nueve años después, en 1614 (hace ahora cuatro siglos), un tal Alonso Fernández de Avellaneda dio a la luz el Segundo tomo del ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha. Al año siguiente, Cervantes respondía al usurpador de su personaje en la segunda parte del Quijote… 

El Quijote de 1605 está presente en la continuación de Avellaneda y ésta en la segunda parte cervantina (1615), constituyendo todo un juego literario de espejos. En el “Prólogo” que escribí hace años para una edición del Quijote apócrifo resumo esta apasionante historia.

Acaba de empezar el año 2014, cuarto centenario de la aparicion del Quijote de  Avellaneda. Le dimos la bienvenida adelantada en el seminario “El Quijote, narración transmedia (de Cervantes a Avellaneda, y más allá)”, que en octubre pasado congregó en Madrid a un plantel de especialistas de lujo. En el seminario se abordó la relación que existe entre el préstamo literario en los Siglos de Oro y algunas prácticas contemporáneas como las narrativas transmedia y el fanfic.

Pues bien: a lo largo de este año avellanedesco me propongo, con la consabida irregularidad, y la lasitud propia de los tiempos que corren, ir tocando en este mismo blog y aledaños algunos temas suscitados por la obra de Avellaneda, a saber (y sin pretensiones de exahustividad): autoría, originalidad, hurto literario, copia y emulación, préstamo, escritura en los Siglos de Oro, parodia, pseudónimo, autoría digital, narración transmedia, fanfic, y un amplísimo y desordenado etcétera. Me acompañarán en esta tarea ciertos amigos y tal vez algunos espontáneos. Permanezcan atentos a sus pantallas…

Y bienvenidos al año Avellaneda.

Fotografía: escaparate de bazar chino de Barcelona, con busto modernista del Quijote; diciembre del 2013.

Comercializar libros sin copyright en el iPad

12 septiembre 2012 10:10

Hay centenares de miles, millones de obras de épocas pasadas digitalizadas, en imagen y como texto buscable, en Google Libros, en la Virtual Cervantes, y en los cientos de bibliotecas virtuales que hay por la Red. Pero también es verdad que constituyen un conjunto de difícil manejo, por su extensión y complejidad.

Esa es la razón de que haya venido a la existencia BiblioBoard, aplicación para iPad que ofrece una selección de materiales (libros, imágenes, mapas…) en el dominio público . La han creado los fundadores de Book Surge, pionera empresa de impresión bajo demanda que luego fue comprada por Amazon.

En las cerca de cien colecciones que comercializa aparecen todo tipo de temas. Unos son típicos ya desde la edición en papel: grandes escritores con derechos vencidos, como Mark Twain o H.G. Wells. De ellos se ofrecen un número variable de libros íntegros, y además materiales variados que vienen de la hemeroteca (como reseñas coetáneas de sus obras, noticias de conferencias…), o del archivo (notas, imágenes).

Otros temas podrían denominarse populares: recopilaciones sobre el ciclismo (arriba) , el ajedrez o la esclavitud ofrecen materiales más variopintos. La baza de todas las recopilaciones es su carácter de conjunto “cuidado editorialmente” (curated): se supone que tras cada una de estas recopilaciones hay un especialista responsable de la selección y organización del material. Y la verdad es que incluso en los temas que conozco más me he llevado agradables sorpresas. Resulta chocante, sin embargo, que no aparezca el nombre del responsable de cada selección.

BiblioBoard es una típica aplicación-contenedor: sirve de vehículo para la exposición y venta de las obras, que se descargan y consultan en su interior. Los precios oscilan entre 7,99 y 12,99 euros (es decir, lo que cuesta un paperback, aunque cada antología contiene varios libros íntegros), y como promoción se puede consultar de manera gratuita parte del contenido.

Las digitalizaciones de materiales son muy buenas, la realización general de la aplicación es de calidad, lo cual, unido a la excelente visualización que ofrece el iPad, contribuye a dar valor a lo que en origen era sólo un rimero de libros y papeles polvorientos perdidos en las profundidades de una biblioteca… Precisamente ha sido un acuerdo con la British Library lo que ha permitido empezar estas recopilaciones. Hay que señalar que BiblioBoard, a través de Nuvique, fomenta la colaboración de otras organizaciones para la creación de antologías en su plataforma.

Y vuelvo a lo que señalaba al principio: hay muchísimos materiales digitalizados disponibles en la Red, muchos de ellos en lengua española. No entiendo cómo alguna universidad no ofrece algún recorrido por autores y temas de nuestro interés, escogiendo y ordenando lo que está disponible para todos. O, ya puestos, por qué no hay algún editor español o hispanoamericano que copie esta magnífica idea.

Autores y usuarios en la era digital: encuentro en Madrid

12 enero 2012 11:11

#autor

El próximo miércoles 18 de enero, a las 19:30, en la Fundación MAPFRE (Paseo de Recoletos, 23, 28004 Madrid), y dentro del ciclo España, Europa: La Economía de la Creatividad, tendrá lugar el encuentro:

Una revolución cultural en marcha: autores y usuarios en la era digital
Joan Fontcuberta (Artista visual)
José Antonio Millán (Lingüista, editor y escritor)
Xavier Vidal-Folch (Periodista, director adjunto de El País) (moderador)

Entrada libre hasta completar aforo. Retransmisión en directo.

Que te duermas…, I

19 diciembre 2011 10:10

#piratería #infantil #traducción

Al escritor Adam Mansbach se le ocurrió este libro cuando intentaba hacer dormir a su hija. Su título es Go the f**k to sleep, o sea: Go the fuck to sleep, traducido aquí como Duérmete ya, ¡joder!. Ya hablamos de él al comentar un post de Editar en voz alta. Pero su historia tiene tanto interés que le dedicaremos más atención.

Al parecer, el agotado padre subió a su muro de Facebook una nota en la que anunciaba que iba a escribir un libro sobre ese tema, y así lo hizo. El libro lo publicó una pequeña editorial que no estaba especializada en libros para niños, Akashic Books, ilustrado por Ricardo Cortés, y se convirtió en un éxito viral cuando se difundieron copias en PDF antes de su publicación (probablemente a partir de los PDF enviados como preventa a los libreros). Uno de los argumentos contra la llamada piratería es que quita ventas a los libros, pero no faltan casos como éste, en que de hecho la difusión de obras de forma ilegal se vuelve promoción… Entre otros factores, las preventas de Amazon contribuyeron poderosamente a que el editor ampliara su ambición respecto a la obra.

Go the fuck to sleep es una parodia de los libros que se leen a los niños antes de irse a dormir: tiene una dulce forma exterior de nana, que se convierte en improperios y exabruptos cuando el padre-en-el-texto ve que su hijo no se quiere dormir. Y al parecer se inscribe en todo un género, la “nana hostil” (hostile lullaby).

La reacción airada ante el pequeño que se niega a entregarse en brazos de Morfeo (dando así un descanso a sus progenitores) no es nada que un padre/madre normal no haya experimentado. El problema es que aquí está todo explícito, incluyendo los tacos. Y el éxito inicial de la obra se multiplicó cuando un grupo cristiano de Nueva Zelanda la atacó, pensando que podría alentar el mal comportamiento de padres disfuncionales.

Go the fuck to sleep se presenta como un “libro de niños para adultos”, que es una categoría nada extraña: muchos adultos disfrutamos de los libros infantiles, y hay numerosas obras de ese género que nadie pondría en manos de un niño, sobre todo porque las romperían. Perdí a manos de mis hijos las mejores piezas de mi colección de pop-up books , hasta que decidí que no, que en realidad no eran para ellos.

Pero no sólo es que el libro se editara en una editorial no-infantil, sino que además, el autor no escribía normalmente cuentos para niños. Como dije, surgió de una reacción ante los intentos de su hija por eludir el sueño. ¿Y por qué no? En palabras deAdam Mansbach, “una constante en mi carrera es que siempre he escrito lo que me ha salido de los cojones”.

El libro ha sido un éxito, reproducido en muchas ediciones internacionales. Además, las lecturas en voz alta de la obra se han convertido en una performance habitual… En inglés lo ha leído el director de cine Werner Herzog en la New York Public Library. La versión española, Duérmete ya, ¡joder!, publicada por Mondadori, la ha leído (no muy bien, como se comprobará) Joaquín Reyes.

Con las ediciones internacionales vinieron las respectivas versiones del título. Pero la historia de las traducciones es tan curiosa que le dedicamos todo un post en el blog de al lado, en el que, por cierto, desvelaremos también la existencia de una secuela de la obra.

Tablas pintadas, bitios cautivos

12 diciembre 2011 9:09

#copyright #ebook #historia

Aquí al lado, en la web de Libros y Bitios (que contiene artículos más largos o de mayor alcance que en este blog), he publicado “Tablas pintadas, bitios cautivos. Creación y propiedad en la era de Internet”. Se trata de la versión corregida y aumentada de la intervención que grabé para el encuentro La creación del mundo, organizado por el Instituto Ibercrea y difundida el 18 de noviembre del 2011.

Ésta es la tesis central de mi artículo:

La propiedad es una construcción social. En materia de obras intelectuales, la propiedad (y las leyes o usos que la sancionan) depende forzosamente de los medios técnicos y materiales con los que se produce su creación y transmisión.

Los romanos y los sabios medievales debatieron largo tiempo a quién pertenecía la tabla sobre la que alguien que no era su propietario había pintado una escena: ¿al pintor o al dueño de la madera? Siglos después, con las obras desencarnadas por la tecnología digital, sigue el debate…

Acceso a Tablas pintadas, bitios cautivos.

Blog de una editora

09 diciembre 2011 9:09

#blog #editorial #autor

Elsa Aguiar, de Ediciones SM, escribe desde hace tiempo Editar en voz alta, que es una excelente muestra de lo que puede aportar un blog  a la tarea editorial. Voy a exponer con ejemplos de sus post algunas de las cuestiones que se propone.

Es un blog personal: no es de la empresa, ni está alojado en la web de ésta. La diferencia es importante para el caso de grandes editoriales, aunque no para las pequeñas, personales, en que la voz del sello es inseparable de la voz de quienes lo llevan. Y es un blog centrado en el tipo de edición a que se dedica: la infantil y juvenil; no trata de generalidades, sino que está muy ligado a su quehacer profesional.

Elsa Aguiar puede permitirse así plantear en voz alta algunas de las alegrías del editor, pero también de sus dudas y vacilaciones. Por ejemplo, el arduo, pero remunerador proceso de selección de originales para un premio, o el papel del editor, y el trabajo en confianza mutua con el autor. También cuestiones delicadas, como “¿Tienen que tener sexo las novelas para jóvenes?“.

No podía faltar la cuestión palpitante de los cambios en el mundo de la edición, con la formulación de principios sólidos: fidelidad a la misión del editor. Sobre el tema delicado de la “piratería”, Aguiar no vacila en aportar el ejemplo de cómo la difusión digital (no autorizada) de un libro de Adam Mansbach fue el inicio de su triunfo: “El cuento del cuento sobre el que saltó Internet en un callejón muy oscuro“. Hay que señalar que posteriormente a este post, el libro ha salido en castellano ¡Duérmete ya, joder!, y prosigue su marcha triunfal.

En resumen, creo que blogs así cumplen una función muy efectiva de comunicación del editor con sus prescriptores (pues hablamos de literatura infantil y juvenil), con sus colegas, con sus autores… o incluso con quienes podrían llegar a serlo.

[Disclaimer (grrrr… no me gusta ninguna traducción castellana de la palabra): Elsa ha sido editora de algunos de mis libros].

Planeta y RAE: la perversión de la protección del copyright

26 septiembre 2011 11:11

La noticia me ha ido viniendo desde hace pocos días, por muy distintos medios: la asesoría jurídica del Grupo Planeta envió un email al administrador del veterano sitio uruguayo elcastellano.org para advertirle de que estaba transgrediendo la ley al reproducir y enlazar a contenidos del sitio de la Real Academia Española (Planeta es propietario de Espasa, editor de muchas obras de la Academia). Se puede consultar el texto completo del email enviado, del que entresaco este párrafo :

Por todo ello, informarle que la copia, reproducción, plagio, distribución y/o comunicación pública realizada sin su consentimiento no solo contraviene las disposiciones del Texto Refundido de la Ley de Propiedad Intelectual Aprobado por Real Decreto Legislativo 1/1996, de 12 de abril, concretamente en su Artículo 17º, sino que también es susceptible de constituir un ilícito penal de acuerdo con lo establecido en el artículo 270 del Código Penal incluido en la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, así como una práctica expresamente prohibida por nuestra legislación en materia de Competencia Desleal, según dispone nuestra Ley 3/1991, de 10 de enero, sin olvidar la especial protección que nuestra legislación en materia de propiedad industrial ofrece a una marca renombrada como RAE según lo dispuesto en el Artículo 34 y siguientes de la Ley 17/2001 de Marcas.

¿Qué había hecho de reprobable El Castellano? Lamentablemente su editor Ricardo Soca ha quitado de su web los elementos cuya legalidad se ponía en duda, y no podemos ver cuáles eran. En sus propias palabras: los “avances de la vigésima tercera edición del diccionario académico”, probablemente con enlaces a las entradas correspondientes. En concreto, el email cita la siguiente frase del aviso legal de la página de la RAE:

queda prohibida la introducción de enlaces que faciliten el acceso directo a cualquiera de los contenidos de los sitios web de la RAE, salvo en el caso de que se utilicen los procedimientos que la entidad implemente para ello, bien sea por medio de botones integrables en el navegador o de otro tipo de recursos de software

La cuestión de los enlaces profundos (los que llevan a un contenido de un sitio sin pasar por su portada) son un tema antiguo: véase una nota del 11 de abril del 2003 en el abuelo de este blog. Hacía años que no me encontraba con esta prohibición, cuando lo que hacen los sitios web más renombrados es lo contrario: fomentar el enlace interior, y cuanto más preciso, mejor…

Hay otros sitios web que, como El Castellano, enlazan a elementos de la web de la RAE, y lo hacen precisamente para prestar a los consultantes servicios que la página de la Academia no da. Es el caso de Dirae (del que ya hablamos), y del Diccionario Panhispánico de Dudas mejorado [. Otros no enlazan, pero usan el nombre, com el Diccionario del español moderno, para proponer nuevos términos y definiciones]. ¿Deben desaparecer todos? No parece muy acorde con la retórica del email que recibió Soca:

la filosofía de la RAE implica una dedicación y esfuerzo absolutos así como un profundo respeto hacia nuestros usuarios, por lo que en aras de una satisfactoria prestación de los servicios y una decidida voluntad de procurar la continuidad de su buen nombre en el sector cumpliendo con su espíritu de servicio

Por último, el email requiere al destinatario del siguiente modo:

ABSTÉNGASE de utilizar cualesquiera marcas, nombres comerciales y/o nombres de dominio que, directa o indirectamente, se asemejen o evoquen a las marcas titularidad de RAE y que, en cualquier caso, incluyan directa o indirectamente el término RAE

Mmmm… El cumplimiento de esta inclusión directa haría ilegales todos estos dominios:

abstraer (como los demás infinitivos citados, con parte de su conjugación y formas con clíticos, como abstraeréme),  arráez (como los demás nombres citados, con su forma plural), atraer, contraejemplo, contraespionaje (y muchos otros contra-), detraer, distraer, extraer, extraeuropeo (como todos los adjetivos citados, con sus variantes de género y número), extraespiritual (y muchos otros extra-), graeci (y otros latinajos), Guimaraes, infraestatal, infraestructura (y muchos otros infra-), Israel, israelita (¡conflicto diplomático al canto!), Litterae (lo siento, chicos), maltraer, naturae (más latines), raer, retraer, retrotraer, substraer, supraexpresivo (y otros supra-), tetraedro, ultraerudito, ultraestelar (y otros ultra-)

Y respecto a la inclusión indirecta, no sé; la cuestión me supera…

Flujos de información en un entorno complejo

05 septiembre 2011 9:09

En los últimos tiempos, como ya he contado, además de los post habituales en el blog y de algún documento largo en mi web, he estado posteando en Twitter. Desde mi punto de vista, y dado que mis intereses fundamentales son facilitar la difusión de los textos y mejorar el contacto con mis lectores, todos son complementarios. En la práctica que se ha ido creando, la Web aloja artículos extensos de valor general, el blog sirve para tratamientos a veces detallados de temas de actualidad, con posibilidad de debate inmediato, y la cuenta de Twitter permite intervenciones puntuales.

Para complicar las cosas, ha aparecido Google+, aproximadamente en el mismo nicho de Facebook, pero con unas mejoras y una acogida general que parece presagiar una gran utilidad.

Esta situación plantea serios problemas tanto para la creación de los contenidos como para quienes deseen seguirlos. ¿Tengo que postear y escribir en cuatro sitios distintos? ¿Y qué debería hacer un hipotético (y un tanto sorprendente) lector que quisiera conocer todo lo que escribo? ¿Visitar el blog, entrar en Twitter y entrar en Google+? Es mucho pedir…

La solución en la que estoy trabajando es convertir a Twitter en eje de la difusión de mis publicaciones. Puedo hacer esto gracias a ciertas herramientas muy útiles (y gratuitas). FeedBlitz publica automáticamente en Twitter los post del blog. Publish Sync, desde Chrome, dado que aún no existe para Firefox, me permite hacer que un apunte en Twitter pase también a Google+, o viceversa (atención: a veces presenta fallos). Eso me permite postear básicamente en dos sitios (bueno: en tres, contando las páginas web que edito en HTML), y de esa manera jerarquizar la importancia y profundidad que otorgo a cada tema. Pero, lo que es más importante, no me hace repetir el trabajo.

Mis lectores tienen ahora dos posibilidades: los que se quieran limitar a seguir el blog, pueden llegar como siempre por tres vías alternativas: directamente, por RSS o por correo vía Feedblitz. Los que quieran conocer además de los post del blog noticias puntuales, pueden seguirme en Twitter, donde confluirá todo. Por el momento Google+ está funcionando como una zona intermedia…

Si me he explayado en estas consideraciones no es sólo por exponer en voz alta y ante mis lectores, como suelo, los avatares de este sitio web. Creo que estos mismos problemas se presentan multiplicados para los editores y otros agentes de comunicación que puede que ya cuenten con webs, blogs, y páginas en Facebook, pero que ven además que su presencia en Twitter sería imprescindible, y que ¿qué pasará con Google+? Todo ello, además, en el contexto de unos profesionales cuya dedicación básica no debería ser estudiar los constantes cambios de la Red, sino sobre todo editar (y vender) buenos libros.

Porque ¿qué debería hacer un editor para difundir sus publicaciones y eventos? ¿Atender a todos los medios? ¿Apostar sólo por una vía? La verdad: no lo tiene fácil…

Seguiremos con la cuestión.