Los peligros de la Web 2.0 y la “nube”

03 febrero 2009 9:09


Hace casi dos años, divulgué en estas páginas un video sobre la imprenta de tipos móviles. Como estaba en inglés, sugería que algún voluntario lo subtitulara con Mojiti (este sitio web permitía subtitular videos, por ejemplo de Youtube, y alojaba las películas subtituladas). Poco tiempo después, un visitante llamado Nehuén prestó ese servicio a la comunidad: hasta aquí, una preciosa historia de trabajo colaborativo.

Hace cuatro meses, un Anónimo me informó de que no se encontraba el video subtitulado en Mojiti, y era cierto: el sitio había desaparecido. Pensé que a lo mejor era temporalmente, pero no…

Leo ahora en No sólo libros un claro post sobre esta cuestión:

Mojiti, el servicio de subtítulos de vídeo, ejemplo de mashup, ha cerrado sin previo aviso. Con su cierre se pierden cientos de subtítulos realizados por los usuarios -muchos de ellos educativos- que han llegado incluso al cierre temporal de su blog.

Este tipo de incidencias advierten de la fragilidad de la web social apoyada en servicios gratuitos cuya responsabilidad de conservación es nula y que lo mismo pueden desaparecer, cambiar o empezar a cobrar. La web 2.0 se cimenta sobre la provisionalidad de un beta con ilusión de eternidad, una falsa ilusión. Un aviso más de que para cualquier publicación en internet hay que disponer de copias absolutamente de todo, si no queremos vernos un día sin el trabajo al que tantas horas hemos dedicado. Una de las ilusiones de la web 2.0, la posibilidad absoluta de alojamiento y transformación de archivos externa al disco duro queda nuevamente en entredicho.

Esto no es Jauja, es web 2.0.

Una advertencia muy oportuna. Pero este “alojamiento y transformación de archivos externa al disco duro” (que es lo que se conoce como “la Nube“), no tiene por qué ser necesariamente así. Los sitios podrían permitir conservar en el disco duro el resultado del trabajo de uno, e incluso pasarlo a otro servicio (recientemente Blogger ha incorporado esta posibilidad). Sin embargo otros como Youtube, FaceBook, etc. no lo permiten.

Las aplicaciones de la Web 2.0 en la Nube son maravillosas para usos didácticos, por eso hay que agradecer que se nos recuerden sus peligros…

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7 comentarios

Anonymous dijo...

Yo estoy por volver a la máquina de escribir, jarta de tanto mareo tecnológico.

03 febrero 2009 10:29
José María dijo...

No sólo sitios gratuitos. Lugares de pago no pueden garantizar nada. Pasa en la vida normal 1.0 y pasará en la web 2.0. Sea lo que sea (web hosting, backup, etc.)el peligro es que dependemos… Depender… colgar. Mal asunto.Gratis o no.Mi consejo: no dejes tus datos en ningún sitio que no puedas llevarte al baño.Abrazos.

03 febrero 2009 10:37
xosé castro dijo...

Interesante, artículo, José Antonio, aunque digo lo mismo que mi tocayo, más arriba: esto no es solo exclusivo de los sitios gratuitos. Yo he tenido páginas web alojadas en empresas de pago (las grandes empresas de telefonía españolas) y cuando cerraron, ni se despidieron ni dieron tiempo a descargar.Pero sí es cierto que ahora tenemos la Web como algo que va parejo a nuestro disco duro y es algo ilusorio, aunque creo que no tardará en incorporarse esta función cada vez más demandada. Ya lo hacen algunos y acabarán por incorporarlo otros muchos, aunque por ahora, hay un inconveniente de formato: cómo convertir un conjunto de páginas web en un conjunto de archivos electrónicos guardados en tu disco duro, con cierta coherencia y sin que tengan un aspecto demasiado descalabrado, porque se han perdido los enlaces a imágenes, efectos y otras mandangas sobre las que no tienes permiso, están en otra web, etcétera.

03 febrero 2009 11:18
Gorki dijo...

Muy interesante esta advertencia, ahora que hay una corriente de opinión para subir todo la “nube” y muy oportunos los comentarios que amplían el problema a los sitios de pago. En efecto nada es eterno. “Tempus fungit”. Tampoco lo que tengamos guardado en casa es eterno, depende de unos soportes que quedan obsoletos, porque pronto desaparecen las máquinas que los pueden leer. (Yo tengo cosas en diskettes de 5″ y 3,5″ y me falta el lector de diskketes).Partiendo de esta realidad, pueden bajarse los sitios en la red con programas araña, (algunos gratuitos como Xenu), que leen y guardan incluso los enlaces. Lo malo que para bajarte un espacio como el de jamillán, necesitas por lo menos una semana y un disco duro de los grandes dedicado solo a ello, pues baja su sitio al completo y todo lo que enlaze, paginas, imágenes videos etc. lo que siempre es mucho más de lo que piensas.Otro problema, pero menor, (al menos para mí, pero no para un profesional como jamillan), es que hacer esto, es violar los derechos de autor de los propietarios de los enlaces. (es obra derivada hecha sin consentimiento del autor y sin reconocer la procedencia por lo que ni vale el CC).

03 febrero 2009 12:48
Silvia Senz dijo...

Más conozco la deriva digital, más suelo imaginarme (en lo relacionado con la comunicación y con la generación y difusión de conocimiento y creación) un futuro en el que volveremos a dar valor a lo cercano, tangible, controlable y verificable: a las redes sociales a escala local (vecinal, incluso), a la transmisión escrita en soportes perdurables (un papel reformulado y reaprovechable), y a fórmulas de control de la autoridad (moral o científica) y de la veracidad de aquello que se transmite.Tal vez nos veamos abocados a ese futuro aparentemente regresivo por razones económicas, puras y duras.

04 febrero 2009 14:30
Solitarius dijo...

Bueno, ya que sale el tema…No creo que sea inoportuno recordar que en este mismo sitio hemos tenido un ejemplo de contenidos desaparecidos. Ya sé que no fue culpa de JAM, sino del desastroso funcionamiento del wiki, pero cuando suprimió -en principio temporalmente- el “Diccionario Etimológico Colaborativo de la Lengua Española” (DECLE), desaparecieron con él algo más de 40 entradas. Sólo yo puedo llorar su pérdida, porque todas, salvo un par de colaboraciones de JAM, eran contribuciones de un servidor y cada una representaba una media de hora y media de trabajo. Yo fui tan ingenuo como para no guardar mis colaboraciones antes de colgarlas en el wiki. Confío en que JAM, más ducho en las asechanzas de la red, guardara el contenido del DECLE antes de ponerle fin y en que algún día pueda recuperarse y ser verdaderamente colaborativo.

07 febrero 2009 18:43
José Antonio Millán dijo...

Pufff, amigo Solitarius: no sólo el Diccionario, sino la Gran Enciclopedia de Wu, y los Sonetos en Colaboración. Se han perdido bastantes cosas en wikis (pero guardo copia de la mayoría, para aquellos de sus autores que lo quieran)Si no he retomado estos proyectos es porque no acabo de encontrar un sitio que me dé todas las garantías necesarias. Planeo, por estas razones, incorporar un wiki a mi servidor, pero no me dan mis conocimientos (ni los gastos) para tanto, aunque confío en que en algún momento…

07 febrero 2009 19:07