De precios y exclusivas

09 febrero 2010 9:09

 

¿Quién manda en el precio de un producto?: ¿quien lo hace, quien lo vende o quien lo compra? Mientras que en las mercancías tradicionales uno puede estar razonablamente seguro de quién manda, en el caso de los libros electrónicos, la cosa dista mucho de estar clara.

Recapitulemos: Apple obligó a las discográficas a fijar un precio único (y bajo) por canción que vendían a través de su aplicación iTunes, vía única de adquisición para sus dispositivos iPod e iPhone: 0,9 dólares. Amazon hizo lo mismo con los libros y su Kindle, forzando a los editores a un precio de venta de 9,99 dólares (con el que Amazon perdía dinero… a cambio de vender e implantar su Kindle).

Ahora, con el lanzamiento del nuevo iPad, dotado de la aplicación de lectura iBooks, Apple ha hecho un acuerdo con el Grupo Hachette, HarperCollins, Macmillan, Penguin y Simon & Schuster, según el cual los editores fijarán el precio de venta, y el vendedor por línea se quedará un 30% de comisión.

Inmediatamente, el poderoso MacMillan ha impuesto estas mismas condiciones a Amazon, quien tras responder retirando los libros electrónicos y tradicionales de la venta (imagen superior), se ha visto obligada a pactar, para mantener la amplia oferta de obras en el Kindle, que es uno de los puntos fuertes del lector.

Los nuevos precios serán del orden de 12,99 a 14,99 dólares para las obras nuevas de ficción o no ficción.

En el nuevo modelo, dice un análisis del New York Times, los editores ganarán menos dinero por cada libro digital vendido, a cambio (opino yo) de controlar mejor su comercialización en relación con la obra en papel.

De momento, la competencia (hasta ahora inexistente en el sector norteamericano del libro digital) ha hecho su aparición, paradójicamente subiendo los precios del consumidor final.

¿Y el comprador? Si los libros digitales están aún lejos de ser la revolución en el consumo que muchos anunciaban, esta nueva subida de precios, ¿no retrasará aún más su implantación?

Y respecto a la competencia entre dispositivos lectores, hay que recordar que las obras para Kindle también se pueden leer en el iPhone, y muy probablemente el iPad admita esta misma posibilidad: lo que está en juego no es tanto un dispositivo concreto u otro, sino los acuerdos de determinadas plataformas (que hoy en día agrupan tienda on-line exclusiva + hardware + software de lectura) con los editores.

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2 comentarios

Julieta Lionetti dijo...

Excelente resumen del estado de situación.Opino, contigo, que los editores están dispuestos a ganar menos con tal de controlar la información de usuario.Si me lo permites, linkearé tu explicación para desarrollar mejor el tema del control. Porque de eso se trata, no de precios.

10 febrero 2010 12:46
Anonymous dijo...

Es un posicionamiento estratégico de las grandes editoriales con dos claros objetivos: controlar el precio de los e-books e intentar mantenerlos en unos márgenes de seguridad y por otra parte proteger al libro papel ante su competidor electrónico.Paradigma esquizofrénico por cierto ya que ambos formatos son de las mismas empresas.De todas formas esto no es mas que el comienzo de la era e-book y vamos a asistir a infinidad de movimientos a cual más sorprendente e interesante.

11 febrero 2010 01:27