Antes del multimedia, 4: interactividad

24 junio 2011 9:09

Interactividad: he aquí la palabra mágica del mundo digital, en los CD-ROM de los 90 y en las aplicaciones para iPad de los… ¿10? Básicamente, el usuario actúa sobre la obra, y ésta le devuelve una respuesta.

¡Como en los libros para enseñar a leer de la década de 1960! El ABC de Caperucita y Pulgarcito (Barcelona, Roma, s.a.), ilustrado por L.I. Mallafré, presenta unas ruedas laterales que permiten al niño (o a su amable tutor) encontrar la versión mayúscula o minúscula de cada letra, o bien —”Pues yo sé más”— de un escogido conjunto de sílabas.

Arriba, un detalle del mando rotor y la ventana interactiva.

Hoy podemos encontrar propósitos afines en los programas para infantes que, con una música machacona, les enseñan a reconocer letras

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3 comentarios

Jorge dijo...

Si algo le debo a “mis tutores” es la buena elección al escoger el colegio y los profesores que me enseñaron a leer, a escribir y a valorar y disfrutar de la lectura y la creación. Aquellos profesores innovadores sabían de “interactividad” pero nada tenía que ver con CD´s o ipads. No. Ellos consiguieron que a con apenas diez años ya hubiera leído, por ejemplo, toda la obra de Molière, disfrutándola, leyéndola, interpretándola y entendiéndola…Luego, en casa, mis padres dejaban que me diviertiera con libros de entretenimiento escritos por autores y con ilustraciones magníficas.
El programa que has puesto me recuerda al juego de los marcianitos, pobres infantes…Con el fracaso escolar que tenemos y experimentando…

24 junio 2011 10:24
Julieta Lionetti dijo...

Lo que cuenta Jorge me hace acordar a lo que sucedía en el colegio fundado por Lauren Zilliacus en Helsinki, hermano del Zilliacus de Londres denunciado por Orwell en la lista negra que entregó a la inteligencia británica. Allí, la interactividad, por ejemplo, era que los alumnos de tercero jugaban a la Ilíada en todos los recreos del año en que les tocaba leerla y tiraban a suertes qué héroes representaría cada uno. Me cuenta Bengt Oldenburg, que asistía a ese colegio, que todos los niños querían ser Ajax mientras, para mi desconcierto, el papel de Aquiles no estaba entre los más solicitados.

En cuanto a la interactividad digital, para mí el modelo es la página de inicio de Google: si tú no pones nada, tampoco te da nada. La página de inicio de Google fue y sigue siendo una gran genialidad: lo único que no se puede hacer con ella es mirarla pasivamente.

25 junio 2011 02:03
Jorge dijo...

Julieta :

Sin duda, la página de inicio de Google fue y sigue siendo una genialidad y sus creadores unos genios conceptuales e imparables gracias a la semántica…
Respecto al tema de Aquiles…da para pensar. En esta vida todos buscan en uno el tan famoso talón…Sí, desconcierta que no lo escogieran como héroe para sus interpretaciones.

26 junio 2011 19:59