¿El lugar de los libros es siempre la librería?

12 abril 2012 12:12

#librería

Estaba en una tienda de esas en las que se venden productos Apple. Como casi todos saben, el mayor placer de usar un producto Apple es comprar luego otras cosas que los hacen más útiles o deseables: fundas, adaptadores, cables, teclados externos, limpiadores de pantalla, kits de formación y un sinfín de complementos. Pues bien, cuando curioseaba entre ellos, ¿qué ven mis ojos? Libros. Sí, libros, de papel. Ahí estaba la biografía de Steve Jobs, junto a una serie de títulos para usuarios de Mac y para desarrolladores de productos en iOS.

Qué curioso (pensé): una oferta de libros específicamente dirigidos a un público, situada justo en el lugar al que van las personas que es más probable que los compren. Maravilloso, ¿no? Si yo soy un desarrollador de apps, ¿dónde es más probable que vaya: ¿a una librería, a la librería de una gran superficie o a la tienda de productos Apple? Y no sólo eso: veo que en la web de la tienda, repito: de informática, aparecen también a la venta los mismos libros (de papel), a veces formando pack con cacharrerías varias.

Extrapolemos: libros de recetas en el supermercado; o mejor aún: libros de recetas de pescado en la pescadería (del supermercado o no); libros sobre el cuidado de las plantas en la floristería; libros de viajes en la agencia de viajes (en las pocas que quedan…); libros de salud en farmacias; libros sobre dietas veraniegas y cuidado de la piel ante el sol en las tiendas playeras de toallas y flotadores; libros sobre “hágalo usted mismo” en las ferreterías; el lector puede añadir ejemplos, porque seguro que hay más. A ello se podría añadir: libros de un cierto tema en la web de venta de productos relacionados.

Cuando trabajaba para un grupo editorial (hace ya veinte años), hubo algunos intentos de colocar ciertos libros del amplio abanico de temas y sellos que publicábamos más cerca de sus compradores potenciales. Naturalmente, fracasaron. Fracasaron por las razones por las que fracasan muchas cosas en el sector editorial: las modalidades de comercialización, la falta de cuentas con establecimientos que no fueran librerías, y cosas de esas.

En una época en que las noticias sobre libros saltan a tu iPad o a tu lector, en el que las recomendaciones de las librerías digitales afinan tan bien, ¿es mucho pedir que el libro de papel vaya al encuentro de su público natural?

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7 comentarios

carballo dijo...

Un sitio donde esto sí que ha funcionado desde siempre ha sido en temas de mascotas. En cualquier tienda de mascotas hay libros sobre ello :)

13 abril 2012 08:57
Gorki dijo...

En Benidorm en cualquier tienda de artículos de playa hay novelas en diferentes idiomas, ¿Qué mejor lugar para leer, que sentado en la playa?. En Leroy Merlin hay una sección de libreríaa de distintos tipos de Bricolajes. Es habitual vender planos y guías en las gasolineras. Suele haber muy buenas secciones de libros en los museos relacionado con lo que se expone

Los que hecho en falta, librerías en los hospitales, en las oficinas de turismo, cuentos infantiles en las tiendas de chuches, en los hoteles tanto de novelas, como de turismo de la zona en diferentes idiomas, en tiendas especializadas sobre su especialidad, como armerías, tiendas de material deportivo, de instrumentos musicales, (partituras), etc,

13 abril 2012 09:45
Luis dijo...

No es nada nuevo… habrá que preguntarse porque no ha funcionado….
Por mi experiencia conozco que se han realizado muchos intentos en este sentido. Plantas medicinales en farmacias, en herboristerias, guías en agencias de viaje, en monumentos, en hoteles, mapas de carreteras en gasolineras, de nautica en tiendas de puertos, de golf en clubs de golf… etc, etc. El problema es que el retorno de beneficios por las ventas en la mayor parte de los casos no lo hace rentable. Resulta muy cara la distribución y comercialización, unido al poco interés del propio punto de venta por el bajo volumen de ventas.

14 abril 2012 10:07
Francisco Jódar dijo...

Tiene todo el sentido. De la misma forma, creo que las librerías tradicionales deberían abrirse y ofrecer algo más que libros (‘merchandising’, la opción de tomarse algo, mil cosas). Cada vez lo van haciendo más, ojalá que ayude a que no desaparezcan las pequeñas librerías, que van cogiendo un aire como de capillas amenazadas de ruina.

14 abril 2012 11:00
Mario dijo...

Del mismo modo que uno puede comprar chicles en un bar, en un kiosko de prensa, en una tienda de chuches, en un supermercado, en unos ultramarinos de barrio… Ya sé, ya sé que hay muchos más tipos de libros que de chicles, pero para está (o debería estar) la finura del distribuidor y su conocimiento del producto. ¿O es mucho pedir?

16 abril 2012 09:25
Pilar dijo...

En ciertos sitios hay problemas de legislación o normativa: por ejemplo, farmacias…

20 abril 2012 09:39
Gorki dijo...

Puede que las farmacias tengan normativa, pero debe ser bastante laxa, en función de la variedad de cosas que venden que no son extrictamentee medicamentos, como cremas de belleza, potitos infantiles, regímenes de adelgazar, juguetes para bebes, etc. Por otra parte cualquier farmacia está inundada de revistas y folletos gratuitas sobre regímenes alimentarios, cuidados de celíacos y cosas asi.

No creo que fuera difícil hacer dentro de la normativa, sitio para libros que trataran de dietética, tablas de gimnasia para gestantes o ancianos, libros de ayuda para familiares de enfermos depresivos y cosas por el estilo.

20 abril 2012 11:51