Agregador de reseñas

19 mayo 2009 9:09


ReviewsOf Books es un sitio web que da acceso a reseñas de libros (sobre todo de ficción) publicadas en otros medios. Además, crea su propia clasificación de las obras más populares, y escoge algunas (“Editor’s Pick”) para hacer su propia reseña.

Una típica entrada de obra, como la de arriba para el libro más popular, consiste en la cubierta, a veces un enlace a un extracto de la obra (siempre en otro sitio web), y por fin el enlace a varias reseñas (puede haber hasta una decena), y, en ocasiones, a la que ha producido el propio sitio. Alrededor se agolpan los anuncios generales o para venta de ejemplares de la obra, pues la publicidad es lo que mantiene esta web, gratuita y sin registro.

Los listados generales son una simple sucesión de portadas y enlaces (véase abajo). Resulta muy ilustrativo ver los criterios por los que seleccionan obras y reseñas para su inclusión en el sitio:

1) Que las reseñas sean accesibles en la web, sin registro. Y de ellas, se prefieren aquellas que dejan el artículo disponible durante largo tiempo (por ejemplo el Washington Post o el San Francisco Chronicle) a aquellas otras que están unas pocas semanas (el Baltimore Sun). Para listar un libro exigen que haya al menos tres reseñas disponibles.

2) Que los libros sean recientes.

3) Que los libros sean sobre todo de ficción, y mejor novelas que cuentos.

En resumen, se trata de un agregador de recensiones de novelas que cumplirá un papel clave de orientación al lector (vía TeleRead).

La Rayuela de Cortázar

18 mayo 2009 9:09

Pintada en las calles de París, 2004

En el último número de la siempre interesante Revista Digital Universitaria descubrimos un monográfico dedicado a Juio Cortázar, que contiene ?lo que son las cosas? artículos escritos por varios buenos amigos (y otros candidatos a serlo):

Julio Cortázar desde el fuego central
Julio Ortega

Cortázar y Escher ante el recurso literario y gráfico de la metamorfosis de las identidades
María Antonieta Gómez Goyeneche

Instrucciones para comportarse en sociedad
Belén Gache

Julio Cortázar, la prosa de Moebius
Yanna Hadatty Mora

Breve homenaje a Julio Cortázar
Francisco Cabanillas

Entrevista: Una manera Cortázar de estar en el mundo.
(Entrevista a dos voces con Enrique Alfaro Llarena, acotada por Ricardo Pohlenz)
Libia Brenda Castro

La pieza de alguien ya conocido por nuestros lectores, Belén Gache, profundiza en el tema del cuerpo en el autor, de los ritos y las instrucciones, como estas que campean en el arranque de la escalera de un hotel madrileño:

Para subir una escalera se comienza por levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha, abajo, envuelta casi siempre en cuero o gamuza y que, salvo excepciones, cabe exactamente en el escalón. Puesta en el primer peldaño dicha parte que para abreviar llamaremos pie, se recoge la parte equivalente de la izquierda (también llamada pie pero que no ha de confundirse con el pie antes citado), y llevándola a la altura del pie se le hace seguir hasta colocarla en el segundo peldaño.

Libia Brenda Castro aborda, a través de la entrevista, el contagio cortaciano y cómo su escritura marcó a una generación de escritores. Los enlaces de su artículo nos llevan a un precioso proyecto de cartografiar Rayuela sobre un mapa de París:

Los trayectos de Rayuela en Rosas entre la mierda.


Podríamos seguir, pero entonces: ¿qué les llevaría (como deben) a precipitarse sobre la Revista Digital? Baste recordar que el artículo de Yanna Hadatty Mora nos descubre una película filmada por Cortázar en la que se ve a Octavio Paz y Aurora Bernárdez saltando y bailando en la India, en algún momento de los 60..


[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=mXb33aHIFNk]

Creíamos que Amazon…

16 mayo 2009 12:12

Creíamos que era una librería, pero también era un supermercado.



Creíamos que vendía libros nuevos, pero también los vendía usados.


Creíamos que sólo vendía libros, pero también los hacía.


Creíamos que sólo libros para leer, pero también para escuchar.


Creíamos que vendía sólo libros, pero también vendía contendedores de bitios.



Creíamos que vendía e-books, pero también tenía un canal para leer libros electrónicos.



Creíamos que todo esto lo hacía con libros ajenos, pero ahora empiezan los libros propios, en un nuevo sello editorial.


Creíamos que publicaría libros más o menos al azar, por prueba y error, como todos…pero no:

AmazonEncore es un nuevo programa en el que Amazon utilizará información como las reseñas de lectores en Amazon.com para identificar libros que se han pasado por alto y autores con más potencial de lo que sus ventas indican. Amazon entonces se aliará con los autores para reintroducir sus libros a los lectores a través de apoyo de márketing y distribución en múltiples canales y formatos.

Por ejemplo, Legacy, una novela escrita por una adolescente (esa tendencia ya la veíamos venir hace tiempo), que había cautivado a sus también jóvenes lectores. En la imagen, la autora entrevistada por su hermana, al lado de la oferta del libro (editado por su primitivo, snif, editor), nuevo o usado, y de la versión en Kindle. ¿La versión comestible? No, todavía no…


¡Chatarra!

13 mayo 2009 16:16


El reciente discurso del presidente del Gobierno sobre el estado de la Nación ofrecía estos párrafos sobre temas educativos:

En el próximo curso escolar, el Gobierno va a poner en marcha el proyecto Escuela 2.0 para la innovación y la modernización de los sistemas de enseñanza.

Las aulas dispondrán de pizarras digitales, conexión inalámbrica a Internet y cada alumno tendrá su propio ordenador personal portátil, con el que podrá continuar trabajando, haciendo sus deberes, en casa. Y los profesores recibirán la formación adicional necesaria.

La iniciativa, que desarrollaremos en colaboración y con la cofinanciación de las Comunidades Autónomas, comenzará a aplicarse en septiembre, de modo que en el curso 2009/2010 los más de 420.000 alumnos de 5º de primaria de los colegios públicos y concertados recibirán un ordenador personal. Y se extenderá progresivamente en los años sucesivos hasta alcanzar el último curso de la enseñanza secundaria.

La cifra que habrá que desembolsar es gigantesca. Al parecer, los portátiles tendrán doble sistema operativo: Windows y Linux… Menos mal.

Por su parte, las pizarras digitales, o interactivas son unos artefactos muy caros (entre 1.500 y 4.600 euros). ¿Qué inmensas ventajas van a aportar a la educación?

Y en general, ¿qué formación puede lanzar a una Web 2.0 a profesores en muchos casos 0.9 con alumnos que son ya 2.9? Como escribí hace poco:

El deseo de “estar a la última”, junto con un conocimiento imperfecto de qué hay realmente detrás de estas tecnologías, ha llevado a los responsables políticos y educativos a resolver la cuestión con el expediente más sencillo: lanzar a las escuelas ordenadores y conectarlos a la Red. Pero las medidas conducentes a que estos dispositivos reviertan en mejoras de la capacidad cultural y ciudadana de los estudiantes brillan por su ausencia. Sí: tendremos (en los centros en que haya más equipos, y en el que sus estructuras físicas y organizativas lo permitan), alumnos que “usan el ordenador” (básicamente el procesador de textos), que “navegan por la Red” y que “utilizan buscadores”. ¿Es ésta la revolución prometida? ¿Estos son los bienes que la sociedad del conocimiento va a traer sobre nosotros? A mi modo de ver, lo que estamos creando son consumidores avanzados de hardware, de software […] y de comunicaciones. Cuando crezcan sabrán perfectamente comprar cosas por la red, bajarse películas (con un poco de suerte, legalmente) y pagar su impuestos usando el carnet electrónico. De nuevo: ¿es esto lo que queremos?

Las fotos de cubiertas de Thomas Allen

13 mayo 2009 10:10


Las descubrí a través del precioso blog Zumaques. Thomas Allen es un fotógrafo que crea sus obras a partir de imágenes de las cubiertas de libros populares norteamericanos de los años 40 y 50. La verdad es que esta es la época dorada de la ilustración editorial, y que las imágenes de estas cubiertas tienen una fuerza y una expresividad que los montajes de Allen no hacen más que subrayar.

Más información en el post: “Los libros? no, los dioramas? tampoco. Venga, dejémoslo así: Las fotografías de Thomas Allen”.


Óptica normal

12 mayo 2009 9:09


La óptica normal es un tipo de letra que está basado en una serie de líneas ortogonales que revelan una uniformidad contra el fondo.

Se lee mejor a tamaño grande, e incluso moviendo la cabeza. Es un alarde tipográfico que se caracteriza por exigir un esfuerzo perceptivo suplementario al lector.

La traigo aquí a colación además por otro motivo: me la envió hace pocas semanas Glo, una amiga de la Universidad Jaime I de Castellón, a la que nunca vi, pero con la que tenía una estupenda relación postal. Le gustaba mucho la tipografía delirante… Acabo de saber que ha muerto.

¿De verdad la mitad del negocio editorial?

11 mayo 2009 8:08

Los resúmenes de prensa del reciente Foro Publidisa destacan desde titulares que:

Editores, libreros y profesionales relacionados con la industria del libro y las nuevas tecnologías prevén que el libro electrónico represente [en el 2015] el 50 por ciento del negocio de los editores, pese a que actualmente el volumen de los e-book ni siquiera llega al uno del por ciento.

¿De verdad va a ir al e-book la mitad de todo el negocio editorial en España, de los libros infantiles, de los libros que la gente lee en el metro, de los libros de autoayuda y de los de texto, de los DaVincis y los HarryPotters? Ah: ¿y también de las exportaciones, que representaron en el 2007 el 15% del total facturado?

En Frankfurt del año pasado ya se opinaba que el 2018 “los libros electrónicos en cualquiera de los formatos imaginables superarán en volumen de negocio a los herederos de la galaxia Gutenberg”, de modo que ya tenemos el calendario…

¿De dónde saldrán estos libros electrónicos que el público se va a lanzar ávidamente a leer? ¿Y de verdad que el público español va a pagar todo lo que cuesta un lector electrónico?

Se afirmó también , según el resumen de prensa que

Con el modelo tradicional el escritor recibe un 10 por ciento de los beneficios y el resto se reparte entre el editor, el distribuidor y el punto de venta, mientras que con las nuevas plataformas de edición recibe un 80 por ciento.

Parece más bien que si llega al 25% puede estar contento… Salvo que sea un autor-editor y se comercialice él mismo.

Y que:

Si un libro en papel de alrededor de 400 páginas supera los veinte euros, en formato electrónico no llegará a ocho euros

Sin embargo, esas no parecen ser las cifras, ni en Estados Unidos ni en España.

Lamento no haber podido estar en el encuentro, pero seguro que se dijeron también cosas más sensatas que las que recogió la prensa. No se me podrá acusar de enemigo del mundo digital, pero creo que las exageraciones y los despropósitos no hacen ningún bien ni al sector editorial ni al futuro de la edición digital.

Estampas porteñas, VI: Difícil escritura

08 mayo 2009 9:09


Estos ángeles de una céntrica avenida de Buenos Aires se dedican al ejercicio de las artes en difícil equilibrio sobre la balaustrada, bajo la atenta mirada de los aparatos de aire acondicionado

Entrevista con Guillermo Schavelzon, agente

07 mayo 2009 9:09

Fotografía © Daniel Mordzinski

Guillermo Schavelzon es un activo agente literario de Barcelona, en cuya cartera se cuentan nombres como Ernesto Sábato, Alberto Manguel, Juan José Saer, Ricardo Piglia o Manuel Puig. Creó su agencia en 1998, después de haber sido editor en Argentina, México y Madrid. La inició en Buenos Aires, y tres años después se trasladó totalmente a Barcelona.

Schavelzon accede amablemente a contestar a algunas preguntas:

* Me da la impresión de que parte de la relación de los autores con el mundo del libro ha pasado a los agentes: los editores, en muchos casos meras piezas de mecanismos empresariales, no tienen tiempo para dedicar a sus autores…

Es verdad, los agentes hemos asumido el rol del interlocutor excepcional con el escritor, y esto tiene que ver con dos cosas: la rotación de editores de una casa a otra que se inició hace varios años en todo el mundo, que hace que la relación del autor con su agente sea la más duradera, y por otro lado, que los editores son víctimas del sistema de concentración de empresas y reducción de personal. Hoy un editor se ocupa de tantos títulos y autores al mismo tiempo, que ¿cómo podría sostener el nivel de exigencia que implica este tipo de relaciones?

* ¿Cómo ve usted la posibilidad de venta de derechos de autores hispanohablantes (hablo sobre todo de los literarios) a otras lenguas? ¿Qué pasos puede dar el agente para promocionarlos?

La posibilidad está siempre abierta, lo difícil es saber buscarla. Además de los eventos profesionales internacionales (ferias de Frankfurt, Londres, las de América), en mi agencia nos permitimos nosotros elegir el editor que queremos para cada autor, quiero decir que pensamos para cada país cuál es el editor adecuado, y a ese le ofrecemos la obra de una manera contundente: una novela (que hemos leído), que conocemos, que le presentamos con información complementaria, con sinopsis en varios idiomas, con prensa y mucha convicción. No enviamos ?libros desnudos? por correo. Además sabemos en qué está trabajando cada autor, lo conocemos, de la misma manera que conocemos el catálogo y los gustos del editor al que le estamos ofreciendo. Este sistema nos da un porcentaje de éxito bastante bueno. Lo que no hacemos nunca es quedarnos sentados a esperar que algún editor nos escriba. Aunque a veces sucede.

* ¿No puede ser un problema el hecho de que los editores de muchas editoriales extranjeras no dominen el español, ni existan buenos lectores de libros en español que puedan informarlos?

El problema lo hay, en especial en Estados Unidos, donde acuden a lectores del mundo académico que no son lo mejor para comentarle una novela a un editor. Nosotros enviamos mucha información en inglés y en otros idiomas, y en algunos casos nos hemos hecho cargo de traducir un libro completo al inglés, con un traductor nativo, convencidos de que así sería más fácil vender los derechos. Además, eso de que el autor sea propietario de su traducción (lo aprendí en USA) tiene sus ventajas, en especial si se llega a ediciones de bolsillo, o al cine. Son diferentes maneras que buscamos los agentes para que nuestros representados ingresen un poco más.

* ¿Existe un “efecto Bolaño” que atraiga la traducción de más autores hispanoamericanos o españoles a otras lenguas? ¿Qué opina del hecho de que sea Andrew Wylie, un agente norteamericano, quien controle sus derechos?.

Sí, existe un efecto: no es enorme, pero prestan atención a los hispanoamericanos cuando antes ni los tenían en cuenta.

De todos modos Estados Unidos sigue siendo un país que no traduce, en el último año de 120.000 títulos publicados solo 300 (sí, trescientos) fueron traducciones, considerando todos los idiomas y todos los géneros. Solo Inglaterra está peor, cada vez más ignorantes, como dice Alberto Manguel cuando recorre las librerías en Londres.

En cuanto al agente, la decisión de quién representa a un autor la toma el autor o sus herederos; es bastante habitual que los herederos hagan cambios muy grandes, como si fuera parte del duelo. En este caso prefiero no dar una opinión personal. Sí quisiera recordar que cuando Andrew Wylie tomó la representación de Bolaño, los contratos de edición para Estados Unidos ya estaban firmados, por lo que el éxito arrollador de Bolaño en ese país es mérito, en primer lugar de la obra, y luego de su editor en España y su agente anterior.

* Los derechos digitales de la mayoría de los autores españoles e hispanoamericanos están en manos de sus agentes, no de sus editores. ¿Cómo ven los agentes esta cuestión?

Yo reformularía la pregunta, los derechos digitales no están en manos de los agentes, sino de los autores. Los agentes representamos a los autores, no somos propietarios de los derechos que gestionamos. Para los agentes esta es una gran responsabilidad, el problema no es que los derechos digitales estén en manos de los editores, los editores saben cuidar una obra, el problema es cuando están en manos de Google, que ?como se puede ver en los libros que ofrecen- no saben qué es un autor literario ni un libro, ni una edición, la oferta es tremenda confusa e indiscriminada, hasta el escaneado es de mala calidad. Un libro no es solo ?un contenido?, es mucho más.

* El hecho de que Carmen Balcells, una agente, haya creado una joint venture para vender obras digitales para e-books, ¿puede repetirse?

No parece que ninguna otra agencia haya optado por ese camino, para mí el negocio de los libros electrónicos solo será posible cuando se haya definido quién dominará el hardware para leerlos, los dispositivos. Esa es una lucha entre gigantes (Apple, Google, Amazon, Sony?). El que imponga su dispositivo ?ellos dicen que faltan dos o tres años- será nuestro principal comprador de derechos, mientras toda editorial digital doméstica, aunque tecnológicamente es posible, solo sirve para generar un intermediario más. Crear editoriales electrónicas no me parece un proyecto con futuro, aunque tiene mucho glamour. Los problemas más urgentes que deberá enfrentar el libro son otros, como la reducción de las páginas de cultura de los diarios o su transformación en secciones que llaman ?tendencias?, o la desaparición de suplementos literarios, que siguen siendo los principales prescriptores para el buen lector.

* ¿Cómo ha resultado la experiencia de la joven ADAL (Asociación de Agencias Literarias)?

Muy buena, habiendo en España más de 20 agencias, nos encontramos con que no teníamos un foro conjunto de reflexión, y eso es ADAL. Estamos muy contentos, surgen muchas cosas nuevas, además de obtener beneficios concretos en servicios y asesoramiento legal y fiscal, que es muy beneficioso para los autores que representamos. Es todo beneficio común, vivimos en una época muy especial, donde en forma individual las cosas se hacen muy complejas. Comenzando por la necesidad de comprensión del nuevo mundo del negocio del libro, de la lectura y la edición, que no es tan sencillo como unas décadas atrás.

Estampas porteñas, V: El limpiabotas

06 mayo 2009 9:09


(He invertido la imagen, sacada desde detrás, para evitar que el lector se rompa el cuello).

En una céntrica calle de Buenos Aires un limpiabotas tiene a la venta un conjunto de revistas sobre tango, cuidadosamente alineadas a lado de los tarros de pomada (acepción 3).

Por cierto: aquí al lado se habla sobre porteños y porteños.