Los problemas del ePub

29 noviembre 2010 9:09

La mayoría de las obras para e-books hoy en día van a parar al formato ePub, que es redimensionable en cuanto al tamaño o cuerpo de la letra y cuyas líneas pueden “fluir” en los distintos tamaños de pantalla. El DRM o protección anticopia es independiente del formato, y los distintos distribuidores de e-books en ePub lo pueden añadir a sus archivos.

El ePub es un estándar mantenido por el International Digital Publishing Forum (IDPF), que es una asociación de la que forman parte numerosas empresas e instituciones, desde gigantes como Google o Microsoft hasta otras más pequeñas. Los miembros son sobre todo de países anglosajones, aunque hay alguno francés, y uno solo español, Santillana en Red.

El formato plantea algunos problemas en general, y otros concretos para el español (agradezco a Nuria Villagrasa Valdivieso que me hablar por primera vez de este asunto). Desde el punto de vista de la ortotipografia de nuestra lengua, las rayas o guiones largos que se usan a modo de paréntesis o en los diálogos (y que deben permanecer pegados a la palabra a la que preceden o a la que siguen), se separan cuando se encuentran al final de línea. Véase la ilustración de arriba.

La poesía o el teatro plantean también numerosos problemas en un formato planteado para texto seguido que fluye: sangrados, estrofas, versos repartidos entre dos personajes…

La acción respecto a este formato, auténtico estándar de la publicación digital, debe ser doble: intervenir en la modificación del formato para que respete las peculiaridades tipográficas de nuestra lengua, y trabajar para adaptar los géneros más complejos tipográficamente a sus limitaciones. ¿Saben nuestros lectores de alguna editorial o institución que esté trabajando en ello?

El problema es que muchos libros impresos ya están pasando a formatos electrónicos (y conocemos las dificultades que eso conlleva), mientras que otros están editándose en paralelo para papel y para e-book. Mi segunda pregunta para nuestros activos lectores: ¿se está impartiendo en algún lado la formación que permitiría a los antiguos correctores/redactores supervisar la calidad de un libro electrónico?

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12 comentarios

Juan Chulilla dijo...

De aquellas lluvias vinieron estos barros, José Antonio. Afortunadamente no has caido en el error de denominar estándar a epub como es tan frecuente en España porque, efectivamente, es un formato “mantenido” por un consorcio.

Y entrecomillo porque la situación ya casi en 2011 roza lo demencial. Lo que comentas de la ortotipografía no es nada comparado con funcionalidades más esenciales para el ebook como el subrayar y el anotar. Siendo como es sencillo hasta decir basta (un formato basado en XML), todavía no se puede trabajar con un ebook como hacemos todos los profesionales que curramos con libros u otro tipo de documentos. Resultados: cada fabricante implementa esa necesidad como puede, de manera que su solución es incompatible con otras soluciones y tus notas no pueden ir de manera sencilla a otros ereaders, o no lo implementa, haciendo del ereader algo completamente pasivo.

La situación de ePub es vergonzosa, y la dejadez es la menos mala de las explicaciones disponibles. El problema es que todos los fabricantes menos Amazon (“fabricante”) lo han implementado porque Amazon ha prohibido que se licencie mobipocket (el formato que compraron hace 4 años) junto con otro formato que implemente DRM en el dispositivo. O sea, siempre se puede implementar mobipocket en un ereader, pero no con DRM a la vez que epub u otro formato con DRM.

El chiste final es que ePub no tiene un DRM propio sino que depende de Adobe. Eso no es malo (la calidad de los productos Adobe suele ser muy alta), pero en la actualidad complejiza el proceso de compra innecesariamente y, sobre todo, hace depender (hasta la fecha, insisto) de un PC, no pudiendo comprar con el ereader.

Me repelen los monopolios. Amazon no debe ser uno de ellos. Pero lo cierto es que Amazon han hecho los deberes e iDPF no.

Por cierto, RFOG y yo hicimos una serie de post comparando epub con mobipocket

http://kindleman.blogspot.com/2010/02/epub-vs-mobipocket-i.html

http://tinta-e.blogspot.com/2010/02/epub-vs-mobipocket-ii.html

29 noviembre 2010 10:16
Jaume Balmes dijo...

Te respondo a la pregunta que haces al final del post: NO. Y eso hace que se vea lo que se ve en las librerías on-line… también dificulta el trabajo de los que componemos esos ePubs porque eso es consecuencia de la falta de estrategia (o la falta de estrategia hacia un crecimiento) frente al libro electrónico que tienen editoriales desde los pequeños, medianos hasta los macro grupos…

29 noviembre 2010 10:39
Valentín Pérez dijo...

Son muchos los problemas que tiene el formato ePub, no solo los que mencionas (los que nos enfrenteamos a diario a este formato los abemos y lo sufrimos) , pero hay que tener en cuenta varias cosas, la primera es que conseguir soluciones para el formato papel tampoco fue cosa de unos días. El formato ePub es joven y tiene que evolucionar para conseguir una experiencia de lectura lo más adecuada y agradable posible para el lector digital. La segunda cosa que hay que tener en cuenta es que ahora mismo muchos editores siguen pensando en papel y esperan que una versión ePub cumpla con los mismos requisitos, algo que es de todas luces absurdo si se piensa por ejemplo en el intento de controlar viudas y huérfanas, por poner un ejemplo, o plantearse la cuestión de las calles en el texto, o ya no hablemos si quisieramos respetar las reglas de partición de palabra (cosa que ni en papel se hace estrictamente en la inmensa mayoría de los casos) todo eso que tiene sentido en papel (o a veces no, porque ya digo que muchas editoriales ni lo respetan en papel) porque es estático no tiene sentido en un entorno en el que es el lector el que va a ajustar el tamaño de la fuente a su conveniencia y en el que el tamaño de la pantalla es también muy diferente entre un lector y otro. Creo que más que plantearnos mejoras ortotipográficas para el formato ePub (que no digo que no sea importante) tenemos que buscar mejoras en el formato ePub (pero más todavía en los aparatos lectores que son los que realmente tienen las limitaciones, ya que el formato ePub puede llegar a ser tan rico como lo es una página web) que consigan obtener el mejor rendimiento al entorno digital en el se van a utilizar, ya que precisamente los lectores que utilizan lectores digitales esperan obtener otras ventajas distintas a las del papel.

29 noviembre 2010 10:49
Rafa González dijo...

Hola a todos:

Veo una serie de errores de bulto, por falta de desconocimiento de ePub y de XML. Uno de los principales problemas es que, como bien apuntabas, no existen técnicos cualificados en este nuevo medio. Muchos de los maquetadores e imprentas, que se dedican a generar ePubs, no conocen ni un 25% de las opciones que podemos utilizar en un ePub sin salirnos del estandar. Es verdad que no es un formato perfecto, ninguno lo es, pero como bien dice Valentin, esto tiene que evolucionar y las empresas que apuntaron como objetivo el aprovechamiento de ePub, hace ya algúnos años, ahora son capaces de sacar un gran rendimiento. Y como colofón, indicar que aun queda que las editoriales, tengan gente formada en este nuevo medio, ya que como apuntais muchos, aun se comparan las versiones electrónica y de papel. Para concluir, tenemos ademas el problema del DRM, que como TODOS los sistemas de DRM, complican la experiencia de compra por parte del lector. Ya hay otras empresas que están desarollando otras opciones de DRM, pero ni los fabricantes de dispositivos ni los generadores de contenidos han apostado por ellos.

29 noviembre 2010 17:18
Juan J Clerici dijo...

Interesante y acertada cuestión.
No importa como se llame, epub, o como hubiera sido. Recordemos que es a instancias de fabricantes de hardware, y de necesidades de libreros-retailers-caballos de troya de doble o, que en ese apuro y hambre de ganar mercados y dineros es que surgen todos estos temas.
Porque en realidad a cual editorial formal le interesa que sus cuidados y recelados libros – autores, pululen en la red, en mancomunión de archivos. Y que lectores e irrespetuosos, hackeen , pirateen y conviertan a cualquier formato que sea más o menos legible.
Porque finalmente sea en celular, pc, etc. la gente va por el contenido.
De todos modos en pocos lugares se aprende el oficio, y muchos editores no pasaron por salón específico para el gremio.
Espero que sean los editores quienes ya sin otro remedio pongan las pautas sobre las que programadores y fabricantes de apps, y “devices” aprovechen la expansión de lectores humanoides que se asoman aunque no sepan leer y sí hacer muchos clicks para comprar.
Finalmente la experiencia de ortotipografía de alguna forma tendrá que ser videoatendida. que Horror! pero es así!

29 noviembre 2010 18:59
Juan Carlos López dijo...

Hola:

En mi opinión el epub es un formato de corto alcance pues no permite realizar muchas de las cosas que en papel se resolvieron estupendamente y así va seguir siendo. Viudas y huérfanas, falta de particiones, blancos indeseables cerca de gráficos y fotografías, imposibilidad de utilizar tipografías consecuentes, poca versatilidad entre distintos soportes en cuanto las imágenes y escasas posibilidades de utilización de recursos estéticos…

Cierto es que de nosotros (creativos y maquetadores) depende dignificar al libro en sus nuevos dispositivos de lectura y es hora de buscar consenso entre todos para ver cuáles son las mejores soluciones. Con el paso del tiempo se van viendo productos más elaborados que, aparte de los handicaps comentados, van situando al “libro” donde se merece.

Por otra parte, los editores tienen que olvidarse del papel, construir y ser conscientes de que antes había un soporte físico llamado papel y hoy por hoy tienen múltiples soportes en donde visualizar (y “equilibrar”) sus contenidos… se hace lo que buenamente se puede porque las soluciones hoy por hoy son poco maduras.

30 noviembre 2010 00:02
Antonio dijo...

Hola.
En marzo, en C&C, lanzamos formación para reconvertir editores “clasicos” a los nuevos formatos y soportes de eBook
(http://www.calamoycran.com/curso_detalle.php?curso=64). No se trata de enseñar “cómo se convierte cualquier cosa a eBook” sino de enfrentarse al nuevo panorama, que sepas qué posibilidades tienes según el público al que te diriges, con qué recursos puedes contar, qué formatos están a tu alcance (con sus ventajas y problemas)y que además de las cuestiones técnicas y metodológicas, al final, siempre hay que editar, ¡y corregir! Callibre, Stanza o Bubok son programas y recursos al alcance de cualquiera, pero sigue haciendo falta _saber_ editar.
Saludos

30 noviembre 2010 14:25
Jeronimo Reguera dijo...

En mi opinión el problema está en lo que apuntas en el segundo párrafo: la falta de participación de españoles en IDPF (o en cualquier otro grupo mundial similar). Por desgracia, yo veo que seguimos hablando mucho y haciendo poco. Si tanto nos interesa que epub (o lo que sea) contemple la casuística de los textos en español, ¿por qué no nos ponemos manos a la obra y definimos lo que queremos que sea, participando en los foros, organizaciones como IDPF o en reuniones mundiales donde se discuten estos temas?. Sobre la base de mi experiencia en editar libros epub interactivos, yo me apunto.

30 noviembre 2010 18:18
Jaime Janer dijo...

Jeffrey Bezos ha sido el precursor de todo este despropósito de calamidades que existe en la actualidad, el más adelantado de todos, “el gran capitán preboste”, tiene su propia tienda virtual que el mismo gestiona, es la mayor librería Online del mundo mundial…, posee su propio formato Mobi comprado a los franceses (listo un rato…), su DRM (todavía más listo…), controla sus descargas, también el flujo en su portal (es más importante el flujo que la aplicación en sí), negocia los derechos con los autores, el precio final del ebook, todo, todo y todo…, ¡qué más quiere!, y lo más importante es que tiene la información; gustos y tendencias de sus clientes, sabe siempre lo que quieren y se adapta a las necesidades a futuro de sus consumidores .
Creo que es el mejor modelo de negocio que existe en la actualidad en todo este entorno ebook, hasta que no surja otra gran idea que la mejore todo lo que se está hablando en los diferentes foros será efímero y pasajero sin futuro, tiempo al tiempo; ePub y DRM de Adobe (que no es el único DRM) están sentenciados al fracaso, no gustan, al igual que actual sistema de pantallas E-ink con su fondo de pantalla que no es blanco como los libros impresos tradicionales, suelen ser de un gris apagado y triste, más bien luctuoso lo que impide la plácida lectura a la que el lector está acostumbrado del negro sobre el blanco.
Por otra parte las plataformas de contenidos les llegará su turno, hoy en día tal vez incierto impregnadas de una incertidumbre total. También les tocará su turno a los diferentes dispositivos actuales que espero que mejoren, por poner un ejemplo como las futuras pantallas Mirasol, y nuevos formatos en ebook más óptimos para la lectura. Mi conclusión final es que tengo la sensación de un despropósito total y sin rumbo en todo este galimatías tecnológico y de cambio de paradigma, creo que empiezo a entender a los editores como yo.

01 diciembre 2010 00:34
Mario dijo...

Gran parte del know-how tipográfico de los editores en papel no estaba en sus manos, sino en los talleres de composición (hablo de 20 años atrás o así). Con su desaparición, ha habido muchos refinamientos de los libros que ya no existen, y además ahora estamos con un formato que condiciona mucho las posibilidades, y que pocas personas dominan bien. Creo que esto es un caos!

02 diciembre 2010 10:50
Silvia Senz Bueno dijo...

Preguntas: “¿se está impartiendo en algún lado la formación que permitiría a los antiguos correctores/redactores supervisar la calidad de un libro electrónico?”.
Como formadora del Gremi d’Editors te respondo que no, pero porque no es necesario o más bien posible. Me explico: los profesionales que preparan y corrigen los textos antes de componerse siguen trabajando con originales en procesador de textos (Open Office o Word) o en papel. El papel es más conveniente para muchos editores que quieren conservar pruebas periciales en caso de litigio con el autor por enmiendas y cambios no consentidos. También para el ojo del profesional, sin duda (que se lo digan a mis moscas oculares). Además, los procesadores de textos no permiten ciertas marcas de composición; algunos, como Word, tampoco un mapa completo de caracteres, y ninguno especificaciones tipográficas como, por ejemplo, medidas regulables de espacios (cuadratines, espacios finos, medias líneas de blanco…), alineaciones muy precisas, etc. Eso se marca en el papel o se le indica en una hoja al componedor si son marcas mínimas. Hay grupos editoriales enormes que no permiten corrección de originales en pantalla por todas estas razones, y hacen bien.
En pruebas tampoco existe un sistema que permita al corrector tipográfico corregir en pantalla. No es tampoco muy conveniente, ya no sólo por motivos de salud ocular, sino porque en pantalla el ojo obvia más errores y porque, como dices, el formato E-Pub no permite realizar ciertas composiciones ni enmiendas tipográficamente afinadas.
Lo necesario es, de un lado, mejorar ese formato y obtener desarrollos que permitan componer y corregir en ellos con todas las especificaciones tipo y ortotipográficas necesarias. La formación tendrá que venir cuando eso sea posible. Pero que entonces no pidan a un corrector-preparador que a la vez compagine, que ya me los veo venir, y por el mismo precio.

02 diciembre 2010 10:59
Amphibia Editorial dijo...

Gracias José Antonio por abrir este debate, que a decirte la verdad pocos lo han abordado cuando este tema está en el centro de las problemáticas a las cuales nos enfrentamos las editoriales nacidas en lo digital o cualquiera que esté dando el paso hacia lo digital.
He leído con mucho detenimiento los comentarios aqui manifestado y coincido con muchos ellos aunque sí creo que el formato ePub podría perfilarse como un estándar de la edición digital.
El ePub es un formato abierto, consensuado hasta cierta medida y basado en un lenguaje bastante rodado a día de hoy. Estos tres factores le abren un camino para que sea considerado un “formato estándar” pero eso no quiere decir que lo va a ser de un día al otro: es un proceso largo en el tiempo que requiere mucha experimentación, investigación y mejoras para alcanzar una madurez y estabilidad. Todos los lenguajes tecnológicos han pasado por lo mismo (y siguen evolucionando) antes de posicionarse como estandares.
El problema actual del ePub, por nuestra experiencia, está en que los programas que convierten del formato word/pdf al formato ePub (1) no todos generan el mismo resultado y (2) no respetan el formato de entrada. La mayoría de estas herramientas (con o sin licencia) siguen evolucionando (hay actualización muy frecuentes), existe el riesgo de regresión entre una versión y otra, nos exige tiempo de corrección y por lo tanto diferencias entre los distintos libros maquetados.
La poesía y la literatura ilustrada son los que más trabajo generan.
La tarea de corrección es muy pesada (requiere un repaso muy miticuloso para respetar el formato original del escritor), hoy en día es una tarea técnica ya que requiere un cierto manejo de las herramientas que editan el formato ePub (xhtml); he aqui otro problema que consiste en que los técnicos no siempre tienen el criterio de un editor en cuando a coherencia de los textos (sobre todo en la poesía).
Tanto para los escritores como para los editores, lo ideal sería disponer de una herramienta de edición dónde la transformación al formato ePub sea transparente: una especie de Word para formato ePub, con la condición de que existiera un formato ePub estable (que tenga en cuenta las particularidades de los carácteres especiales de cada idioma)
Por otra parte, los dispositivos, cada uno de ellos, dispone de su propio módulo de decifraje y lectura del archivo ePub. Las pruebas han demostrado que siempre habrá que hacer un trabajo extra para ajustarse a los distintos software de lectura sin por lo tanto conseguir que sea al 100%. Los módulos de lectura (stanza, ibook de apple, etc…9 son para nosotros cajas negras, y aunque superamos el epubchecker con éxito, esto no es ninguna garantía. Igual sería necesario un consenso en cuando a descifraje y lectura.
En conslusión estamos todavía en fase de experimentación, innovación y mejora en el cual los editores juegan un papel importante y por lo tanto es necesaria su participación en los foros dónde se decide del futuro de uno u otro formato que supuestamente será su “estándar”.
Muchos saludos

05 diciembre 2010 03:21