Añoranza de la biblioteca: ebook y caos

30 enero 2013 11:11

…Y cuando me quise dar cuenta estaba leyendo libros (o artículos, o textos) en todos estos programas:

  • En iBooks (algunos, comprados en iTunes; otros son PDF que  leo en este programa)
  • En Kindle para tableta (comprados directamente en Amazon).
  • En Instapaper (artículos largos que he ido salvando de la Web)
  • Directamente en el navegador (de editoriales que únicamente dan acceso a los libros en un navegador).
  • En el navegador, a través de Delicious, para obras que no he salvado con Instapaper, pero cuyos enlaces he guardado etiquetados.

Por otra parte, utilizo para leer:

  • un ordenador de sobremesa
  • el mi portátil cuando viajo
  • el iPad
  • un e-reader

Mis lecturas son de varios tipos: profesionales, de placer, o ni se sabe: profesionales que me dan mucho placer, y obras placenteras de las que saco ideas profesionales. Esto quiere decir que no puedo conformarme con leer y tirar el libro, como si fuera un best-seller comprado en un aeropuerto para pasar unas horas. Tengo que tener un cierto control de las obras y de lo que he ido sacando de ellas.

Pues bien, el problema empieza con la gestión de los recursos disponibles: allí donde en mi biblioteca personal me basta pasearme por una estantería e ir siguiendo con el dedo los títulos de los lomos (llegando incluso a la curiosa experiencia de serendipia en tu propia casa), ahora debo mirar en no menos de cuatro o cinco sitios antes de recopilar “todo lo que tengo” sobre un tema. Por no hablar de los problemas que tiene anotar y recuperar las anotaciones.

Sí: los libros digitales nos están haciendo la promesa del acceso universal, desde cualquier sitio, pero nos dan poca ayuda para gestionar el caos en que nos sumen. Ciertamente uno puede usar Calibre, aunque a mí no me resuelve todos los problemas producidos por la proliferación de textos y formatos. No sé si los pacientes lectores de este blog (últimamente caracterizado por su aperiodicidad) tienen mejores experiencias que yo al respecto…

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6 comentarios

Galderich dijo...

De momento estoy en la espera que el tema se aclare un poco más y no he pasado al libro digital…

Por cierto, me quedo con: “Mis lecturas son de varios tipos: profesionales, de placer, o ni se sabe: profesionales que me dan mucho placer, y obras placenteras de las que saco ideas profesionales. “

30 enero 2013 11:36
Juliana dijo...

Hola!

Hace un tiempo que vengo pensando cómo ordenar la biblioteca digital.
Supongo que empezará a parecerse un poco a lo que hicimos con la música, de momento tenemos un disco externo donde vamos organizado los contenidos.
En cuanto a recuperar las notas, en un iPad, hasta ahora, lo más cómodo ha sido copiar la información en una nota y luego usar ese archivo.
No uso nunca Calibre, pero si uso el ADE para trabajar, desde la computadora, y ahí puedes armar estantes de libros por categorías, etc. e intentar algo de orden…
Suerte!

30 enero 2013 13:16
Lorite Fonta dijo...

Qué imagino un futuro para el texto electrónico con dos cambios:

-un mundo sin dispositivos (o donde toda superficie sirva para leer)

-una lectura tan alejada ya del concepto libro (como obra y como soporte) que pueda realizarse interiorizando retazos de información recogidos aquí y allí, por todas partes

Pero aún tenemos cables, queda tiempo, jeje

31 enero 2013 10:04
Pedro dijo...

El Calibre lo he probado hace poco y la verdad es que no es lo que convence mucho. Tengo casi 2000 libros con un desorden total.

31 enero 2013 12:16
Gorki dijo...

Una experiencia horrorosa, absolutamente sobrepasado por el desorden, Me resulta mucho más sencillo hacer una búsqueda en Internet que en mi ordenador.

31 enero 2013 12:32
Al rico libro dijo...

Jamás de los jamases he hecho una anotación en un libro (libros de texto aparte, of course).

06 febrero 2013 15:48