Orden ¿alfabético?

01 mayo 2008 21:21

El orden alfabético, dispositivo que lleva básicamente intacto un par de milenios, ha ayudado eficazmente a la recuperación de información textual durante mucho tiempo.

A pesar de lo que digan algunos, el orden alfabético no está anticuado: sencillamente, su función ha cambiado. Por ejemplo, no lo usaremos para buscar una palabra en un diccionario por línea (porque basta teclearla), pero sí para buscar una palabra en una lista desplegable: por ejemplo, una relación de países. Quizás la lista podría sustituirse por una mapa del mundo clicable (aunque, ¿y la gente que no supiera dónde está Kazajistán?), o por un árbol jerárquico, que en este caso empezaría por los continentes (aunque, ¿y la gente que no supiera en qué continente está Kazajistán?). Y aún así, en este último caso, pronto habría que llegar a una lista… que estaría mejor ordenada alfabéticamente.

Sin embargo, veo con frecuencia un problema grave en las listas alfabetizadas, y es su traducción: supongamos que en el original era un relación, por ejemplo de países, perfectamente ordenada… en inglés. Y entonces a alguien se le ocurre traducirla, dejando cada país en su sitio original, y la resultante es un batiburrillo considerable.

Escojo el último ejemplo que me he encontrado: la búsqueda avanzada de Google, desplegable “Región. Buscar páginas ubicadas en:” (imagen superior). ¿”Islas Malvinas” e “Islas Feroe” antes de Fiyi? ¿”Alemania” entre “Georgia” y “Ghana”? El enigma se resuelve pensando en “Falkland Islands”, “Feroe Islands” y “Germany”.

Moraleja: bienvenida la traducción, pero !realfabetizando!

Aparece Ediciona

15 abril 2008 13:13


Presentada como “la web de los profesionales del mundo editorial”, acaba de abrir sus puertas Ediciona, un proyecto del Grupo Intercom pilotado por Arantxa Mellado con la vocación de ser un punto de encuentro entre muy diversos profesionales (de ilustradores a traductores o correctores) y distintos tipos de empresas (de editoriales a servicios editoriales).

A juzgar por el buen resultado obtenido en las semanas previas, de “apertura no pública”, los profesionales del sector encuentran útil un sitio gratuito que puede ser a la vez foro de debate, escaparate personal, bolsa de empleo, lugar de información profesional y un amplio etcétera.

Pregunté la semana pasada a Arantxa Mellado en Barcelona sobre el “modelo de negocio” que había detrás, a lo que me respondió cautamente que la primera intención del sitio era “crear comunidad”, y que luego “ya se vería”. El Grupo Intercom creó InfoJobs, exitosa bolsa laboral, y tiene entre sus empresas a sitios de formación como EMagister, con lo que se puede adivinar cuál puede ser alguna de las vías de rentabilización futura del nuevo servicio.

Ediciona es un proyecto muy bien planeado, con muchos elementos de la llamada “Web 2.0” (para participación e interacción de sus miembros), con lo que sólo podemos felicitarnos de que exista esta nueva herramienta de contacto y acción en el sector editorial, útil potencialmente tanto para profesionales autónomos como para empresas.

El sitio nace con vocación hispanoamericana (en realidad, para muchos efectos, hay un solo mercado, editorial y de servicios, formado por España y Latinoamérica), y de hecho, prevé abrir próximamente una versión brasileña.

Literatura para guiris

03 marzo 2008 9:09

Más de una vez he recomendado alguna entrada del Seminario de Literatura Recreativa. El post de esta semana, Literatura para guiris, trae unas sabrosas reflexiones sobre: a) la lectura de obras originales (frente a traducciones) como forma de aprender una lengua, b) algunos avatares editoriales de obras para aprendizaje de español en Alemania, c) el canon de obras que se emplean para tal efecto.

Merece leerse íntegro pero, mientras tanto, copio la sorprendente conclusión sobre la superviviencia de las obras literarias en este contexto:

Las obras que sobreviven son las que se adaptan, por medio de innovaciones, a nuevos ecosistemas literarios. Pero también las que, por su propia rareza, merecen ser conservadas artificialmente en los zoológicos literarios del mundo, a menudo muy alejadas del clima que las vio nacer. Fíjense en los pandas. ¿Ustedes creen que un panda pone algo de su parte para esquivar la extinción? No, pero su aspecto absurdo nos conmueve, le echamos cañas de bambú y le rendimos tributo de héroe local. En el fondo, quizá eso sea también una adaptación, una forma postmoderna de simbiosis: cañas de bambú a cambio de sus derechos de imagen. Quizá los pandas tienen un plan, después de todo.

Al otro lado de Babel

12 febrero 2008 9:09

Lentamente, una revolución silenciosa se va extendiendo por la Web: los programas de traducción de textos (inicialmente entre las lenguas más difundidas) van ganando terreno e incorporándose de manera simple a los sitios web. Su funcionamiento va mejorando paulatinamente, y en muchos casos ya pueden dar una idea razonable del contenido de sitios en lenguas que nos son completamente desconocidas.
El traductor de Google, por ejemplo, se puede incorporar a una página web. Lo he incluido en la portada de mi sitio principal (“Google traductor”: columna de la izquierda, arriba). Por el momento traduce exclusivamente al inglés.
Pero su función más sorprendente es que la versión del sitio en otra lengua se proporciona sobre la maquetación original: con la pulsación de un botón entramos en un universo paralelo en el que, con la misma maquetación e ilustraciones, nos encontramos navegando en otra lengua. La traducción no se limita sólo a la página donde está el dispositivo, sino que se extiende a todas las páginas a las que lleve la navegación. Pasando el cursor por encima del texto traducido se accede a la versión original, por si se quiere hacer alguna comprobación.
Sabemos que en el universo de la Web el texto está desencarnado: estas mismas palabras, lector, las puedes estar leyendo en mi sitio web, en un lector de feeds o en un correo electrónico, en cada caso con unas características tipográficas diferentes. Los buenos programas traductores aprovechan esta capacidad para llevarnos por un acto de magia tecnológica al otro lado del espejo.

Efeméride

03 febrero 2008 1:01

Este recién iniciado 2008 hay una interesante efeméride, que permite a Juan Gabriel López Guix recordar algunos avatares de la primera Biblia vernácula impresa en en España.

En el 2008 se cumplirá el bicentenario del primer intento de abolir en España una institución que actuó durante más de tres siglos como poderoso instrumento para el control del pensamiento. Los avatares históricos quisieron que en las décadas posteriores fuera reintroducida —de forma algo atenuada— y suprimida en varias ocasiones hasta su abolición definitiva el 15 de julio de 1834 durante la regencia de María Cristina. De todos modos, el paso crucial fue dado el 4 de diciembre de 1808 por Napoleón Bonaparte, quien ese día firmó en Madrid un decreto por el que abolía el tribunal de la Inquisición.

Historia de la traducción

14 enero 2008 10:10

Una bonita iniciativa: Marietta Gargatagli y Juan Gabriel López Guix impulsan 1611. Revista de Historia de la Traducción. ¿Por qué la cifra de su nombre?

En 1611 aparecieron dos obras de gran importancia en sus respectivas culturas: la versión de la Biblia realizada bajo los auspicios del rey Jacobo I de Inglaterra, que habría de dejar una profunda huella en la literatura inglesa, y el Tesoro de la lengua castellana o española del capellán de Felipe II, Sebastián de Covarrubias, el primer diccionario del castellano. También en 1611 se incorporó a esta lengua la palabra traductor.

Sin embargo, esta fecha también merece ser recordada por otra razón. En 1611 Johannes Fabricius publicó De maculis in sole observatis, un opúsculo que afirmaba la existencia de manchas en la superficie solar. A pesar de las observaciones chinas y las menciones de algunos autores clásicos, en Occidente se había impuesto a lo largo de los siglos la visión aristotélica del Sol como un astro perfecto e inmóvil. El descubrimiento de que, por el contrario, el Sol era imperfecto y se movía supuso el fin de la idea de la incorruptibilidad de los cielos. Debido al fácil traslado del ámbito de la física al de la teología, dicha idea había adquirido la categoría de dogma de fe y se consideraba que su refutación sacudiría los cimientos mismos de la religión revelada.

Esta es la entrada al número 1.

Dino Buzzati

29 agosto 2007 14:14

¡

La ciudad de Belluno, al pie de las gigantescas Dolomitas


Ver mapa más grande


Cerca de la ciudad italiana de Belluno, en San Pellegrino, he podido conocer la casa de verano donde nació, vivió temporadas y trabajó el escritor Dino Buzzati (gracias a K., M. ¡y D.!).

Dino Buzzati (1906-1972) es un autor muy estimable, uno de los pocos que Borges consideraba que se salvarían de entre sus coetáneos. En él reconoce la influencia de Kafka y de los surrealistas, pero la verdad es que su obra es muy personal.

El gabinete de Buzzati


La más famosa de sus novelas es El desierto de los tártaros. Por suerte, la editorial madrileña Gadir está traduciendo al español y editando muchas de sus obras. Entre ellas confieso tener especial predilección por Un amor, una novela extraña, quizás poco buzzatiana, sobre la pasión destructora de un hombre de cierta edad hacia una joven prostituta.

¿El último Harry Potter ya en español?

26 julio 2007 15:15

¿Será verdad lo que dice Delibros, que Harry Potter and the Deathly Hallows ya está traducido al español en sólo cuatro días, o sea Harry Potter y las reliquias de la muerte? Por supuesto, edición ilegal, traducida y compuesta por voluntarios y colgada en la red.

Empieza así:

Los dos hombres aparecieron de la nada, a unas yardas de distancia en un sendero angosto e iluminado por la luna.

Y acaba:

[corrección del 28 de julio: quito de aquí el texto y lo pongo aparte]. Spoiler/estropeador.

Como se recordará, ha habido un intenso debate sobre el tiempo que tardaba habitualmente la editorial Salamandra en tener disponible la traducción española…

La propiedad de la lengua

26 julio 2007 11:11

El último número, 37, primavera del 2007, de Vasos comunicantes, la revista de la Sección Autónoma de Traductores de Libros de la Asociación Colegial de Escritores de España, contiene un precioso artículo titulado “Nuevas batallas por la propiedad de la lengua”. Su autor es el traductor de grandes libros, y él mismo muy interesante novelista, Marcelo Cohen.

Su tema es la traducción, y sobre todo las tensiones entre la lengua del original, la lengua propia del traductor (en este caso, el español de Buenos Aires), la del medio en el que trabaja (el español de España) y el paso del tiempo. Todo está ahí, en unas pocas páginas: la evolución política de la transición española y sus huellas en la lengua, los intersticios y puntos comunes entre el madrileño y el porteño, la lengua de la traducción como lengua única y creada ad hoc para cada obra, y como fondo, la tensión entre la lengua del exiliado y todas las lenguas que crecen y florecen (o se marchitan) a su alrededor, incluida la del país de origen. Los profesionales del medio disfrutarán también las curiosas noticias sobre las actitudes de las editoriales hacia la variante de la lengua en la que se traduce…

Vasos comunicantes publica sus números en PDF. El 37 aún no está colgado, pero pueden marcar la página y esperar su aparición. Vale la pena.

Como modesta contribución aportaré a este tema una cita de Juan Ramón Jiménez, otro exiliado, publicado en Ínsula, 49, 15 de enero de 1950: “El español perdido. Ninguno hablamos en español”:

Como el idioma es un organismo libre, y vive, muere y se transforma constantemente, el español que se venga hablando en España, desde el año 36, en que yo la dejé, habrá cambiado en 12 años, tendrá 12 años más o 12 menos, según y conforme.

Y todos los españoles aquí, ahora, tienen su español detenido en años diferentes; uno por ejemplo, en el 1917, otros en el 20, en el 28, el 35. Y yo sé, por sus palabras de aquel año, que yo aislé en España, el año en que vinieron.

Best-sellers del pasado

14 mayo 2007 16:16

Durante mucho tiempo, los historiadores de la literatura han debatido para saber si la “novela” más leída desde la aparición del libro impreso fue Don Quijote, Ivanhoe o La guerra y la paz. Hoy en día, ese debate ya no es de actualidad: se sabe, los números lo prueban, que la novela más leída no pertenece a Cervantes, ni a Scott, ni mucho menos a Tolstoi, sino a Agatha Christie. Y no se trata de Diez negritos, sino de El asesinato de Roger Ackroyd.

Estas palabras provienen del capítulo final de Una historia simbólica de la Edad Media occidental, de Michel Pastoureau (Katz Editores): “La Edad Media de Ivanhoe. Un best-seller en la época romántica”. Aunque hay que señalar dos cosas: la primera es el peligroso reduccionismo comprado=leído, y la segunda es que esto está escrito antes de la aparición de El Código Da Vinci (que quizás ha batido todos los récords).

Sea como fuere, Ivanhoe fue “tal vez la novela más leída en el mundo occidental hasta comienzos del siglo XX”, y contribuyó a crear una imagen de la Edad Media que es en gran medida la que perdura hasta nuestros días. Porque, como señala Pastoreau (él mismo historiador), ¿dónde está la verdadera Edad Media?: ¿en los documentos de los archivos, en los libros de historiadores profesionales? “Más bien en las obras de algunos artistas, poetas y novelistas”.

El éxito de Ivanhoe fue fulgurante: aparecido en 1819 en Inglaterra y en seguida en Estados Unidos, a la muerte de Walter Scott (1832) se habían vendido, entre ediciones y traducciones, 6 millones de ejemplares. Su autor recibió por la obra los doctorados honoris causa de Oxford y Cambridge y el título de baronet. Si no murió rico es prque era tan mal financiero como buen escritor…

El interés de Scott por la Edad Media fue previo a la redacción de su novela: tradujo textos del periodo en inglés y francés antiguo, y los editores de la Encyclopaedia Britannica le encomendaron en 1813 la redacción del artículo “Chivalry” (cuyos materiales le sirvieron para documentar su novela).

Una muestra de la enorme difusión de la obra fue que los nombres de sus personajes se pusieron de moda como nombres de persona no sólo en Inglaterra y Estados Unidos, sino también en Francia, Alemania o Italia. Por cierto: ésta influencia de la antroponimia fantástica sobre la real la estudia también Pastoureau (“Jugar al rey Arturo”) para un caso bien distinto: las novelas del ciclo artúrico, que desde finales del siglo XII prestan sus nombres a personas no sólo nobles, sino también del pueblo llano, dando así un valioso testimonio de su difusión.