Reutilización de contenidos públicos

24 octubre 2007 9:09

Dice El País:

La Administraciones Públicas tendrán que publicar en Internet, para uso y disfrute del conjunto de la sociedad, toda la propiedad intelectual que esté en sus manos. Así lo establece el dictamen de la Ley de Medidas de Impulso a la Sociedad de la Información, que ha sido aprobado por el Congreso de los Diputados, con el apoyo de todos los grupos parlamentarios menos el Partido Popular.

“Los contenidos de titularidad pública podrán ser reutilizados públicamente para copia, estudio o distribución de forma libre. Se trata de un paso fundamental hacia una sociedad con acceso libre al conocimiento para todas las personas”, declaró la diputada del PSOE Lourdes Muñoz.

Aunque la ley no establece una fecha para que los contenidos de la Administración estén disponibles para todos los ciudadanos, desde el Grupo Socialista esperan que en los próximos años “se vaya digitalizando todo lo esencial para que esté disponible”. “De esta forma, todos los archivos de la Biblioteca Nacional o los mapas oceanográficos, por poner un par de ejemplos, estarán al alcance de todos los ciudadanos”, explicó Muñoz.

Pues bien: ¿qué ocurrirá con la práctica de poner su copyright en las reproducciones digitales que llevan a cabo la Biblioteca Nacional y otras instituciones públicas? Si los contenidos se podrán reutilizar para “copia, estudio o distribución de forma libre”, ¿qué hace el copyright en las reproducciones de los fondos?

Y por cierto, ¿qué hay del uso comercial de las reproducciones? Yo creo que también debería poderse realizar sin ninguna traba, porque sólo beneficia a la difusión de la cultura y a todo el sector del libro. He tratado detenidamente este tema en un artículo reciente: “La traición bien acertada”. Digitalización pública de obras sin derechos“, con lo que a él me remito.

Y por cierto: a pesar de que las tesis expuestas en este artículo tienen implicaciones serias para los sectores bibliotecario, editorial y librero, no he leído ni una línea de comentario a él. ¿Nadie lo ha leído? ¿Están todos de acuerdo con lo que se dice en él?

¿Cuántos libros necesita un estadista?

23 octubre 2007 21:21


No es por dar “una de cal y otra de arena”, pero el video de propaganda difundido por el PSOE, Con Z de Zapatero, despierta un ramillete de reflexiones paralelas a las que suscitaba su contrincante Rajoy.

Zapatero no necesita la bandera, claramente, ni tampoco la corbata. Idéntica suerte corren las fotografías, de ignoto pero previsible contenido. Sin embargo, hay dos cosas de las que al parecer no se puede prescindir en el mensaje de un líder: la cabeza (o, por mejor decir, el busto) y los libros.


Al igual que su oponente, Zapatero ha rechazado la pantalla del ordenador (demasiado oficinesco), la pila de periódicos (poco fotogénica), e incluso del clipping de estos que le espera cada mañana en su despacho: no; están él, el vacío y los libros.

Detengámonos por un momento en estos. Una docena corta de volúmenes se agolpan en el ángulo superior izquierdo que parece preceptivo. Seis, en hard cover, están de canto. Cinco o seis más, claramente en rústica, descansan tumbados. ¿Qué dicen estos volúmenes sobre su poseedor y presunto lector? Los libros grandotes parecen coffee table books o ediciones institucionales, del estilo de El retablo de Nuestra Señora la Mayor en Villanueva, o Pedro Tejerinas, escultor animalista. Los rústicos son novelas, o ensayo ligero: no hay más que verlos…

Está muy bien, muy bien un presidente que lea (o que se fotografíe con libros), pero cualquiera que lea de verdad, o que requiera libros para su trabajo, sabe la cantidad de volúmenes que hay que movilizar. ¿Una docenita? ¡Bah!

Nada impide pensar que el encuadre engaña. Que si la cámara girase sobre su eje y enfocara a derecha e izquierda revelaría estanterías repletas de libros agitados y desordenados por el continuo uso. Pero, ¿por qué no parece verosímil? Esa docena arrinconada tiene el aire inconfundible de los libros reunidos por el decorador de interiores en la esquina de la estantería semivacía que comparten con un jarrón y un bibelot en la foto de la revista de muebles o suplemento dominical. Sus colores (el único contrapunto cálido y oscuro a los claros dominantes) crean una oposición muy del gusto de esos profesionales.

Porque, claro está, el entorno de la filmación no evoca el despacho de Zapatero, sino algún área de relax de las dependencias oficiales o privadas. Lo demuestra además la ausencia de corbata, el aire soñador… En ese contexto, uno no maneja arduos textos de Historia, de Economía o Política, sino que se limita a pasar las páginas con detalles del retablo, o a leer una novelita. La pregunta clave es: ¿por qué se dirige a nosotros desde ahí?

El País, en abierto, y algunas sugerencias

23 octubre 2007 16:16


A partir del 15 de noviembre, el diario El País ofrecerá sus archivos históricos en abierto (antes estaban reservados para suscriptores), con la única excepción de la versión PDF.

Este movimiento viene poco tiempo después de que el New York Times diera un paso similar, y no refleja más que una realidad tozuda: la fuerza de un medio la constituyen sus lectores, y cuando éstos se consiguen, lo demás (influencia, ingresos por publicidad, …) viene por añadidura.

Pero, ¿qué ocurre con los suscriptores, que pagaban, entre otras cosas, por el acceso al archivo? Como he dicho, serán los únicos en poder ver la versión en PDF, que, por cierto, creo que los lectores que nos hemos forjado con el diario en papel consultamos mucho. Pero además se les promete que “se incorporará un novedoso sistema de lectura que facilitará su uso y garantizará una mayor velocidad de descarga”. No sé si se tratará de un dispositivo “hojeador” como el que tiene Le Monde, o exactamente qué, pero algún valor añadido tendrá que haber para quienes paguen…

Y ya que de remodelación de elpais.com se habla, hay dos cuestiones que vale la pena comentar.

Los enlaces. Normalmente las noticias que incluyen direcciones web las presentan como texto simple, es decir, sin enlazar. Eso obliga al lector que quiere ir a la fuente que se cita a ¡copiar la dirección para pegarla en una nueva ventana del navegador! Si esto se hace por el afán de no regalar ranking a las páginas citadas, existe desde hace años el atributo no-follow, que se puede añadir sistemáticamente a todas las direcciones. Y si no es por eso, la verdad, no se me ocurre ninguna razón de peso para ir tan en contra de la estructura hipertextual de la Web…

[Nota sobre no-follow: los buscadores clasifican los sitios (en parte) por la cantidad de otros sitios que les apuntan. Para evitar que en zonas abiertas al público la gente deje enlaces a sus webs para subirles artificialmente su ranking, lo que es una forma de spam, Google implementó el atributo no-follow, que hace que el enlace se pueda seguir, pero que el buscador no lo contabilice. Recientemente la Wikipedia decidió colocar ese atributo a todos sus enlaces, decisión que ha sido muy debatida].

Los comentarios. A lo mejor soy yo solo, pero me da la impresión de que El País tiene una extraña política con las noticias en las que permite comentarios y en las qu no. Para mí, la cosa está clara: todas las noticias deberían llevar posibilidad de comentario. O jugamos todos (a la Web 2.0) , o no jugamos…

Qué aporta la información digital

23 octubre 2007 15:15

[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=-4CV05HyAbM]

Del mismo Michael Wesch, profesor de Cultural Anthropology en la Kansas State University, que hizo el estupendo video sobre la Web 2.0, se ha divulgado ahora Information/(R)evolution (gracias, Gloria).

Poco más puedo decir sobre esta pieza, más que recomendar que se vea atentamente… Como en el caso de la obra anterior, destaca la capacidad de hacer con algo tan poco cinematográfico (a priori) como el texto, una pieza dinámica y atrayente.

Lessig en la Book Conference

21 octubre 2007 16:16

Esta mañana en la Book Conference de Madrid ha tenido lugar la esperada intervención de Lawrence Lessig, fundador de Creative Commons y autor de libros como Cultura libre.

Lamentablemente, su apretadísima agenda le impidió participar en un debate público, como habría sido lo propio. Sencillamente, llegó, intervino (brillantemente) y se fue. Su charla, apoyada en una presentación muy bien diseñada, tomó la metáfora de Awakenings, el libro de Oliver Sacks y famosa película, en la que unos enfermos de catatonia volvieron a la vida con una nueva droga, para luego perder las mejoras que habían conseguido… A lo largo del tiempo, señaló, una serie de avances tecnológicos han permitido la expansión de los medios de libre expresión, para luego comenzar un momento de reacción y acabar por cerrar el acceso a los creadores. Su primer ejemplo fue el de la prensa escrita en el siglo XIX, inicialmente un medio barato y en el que jugaban múltiples actores de todos los tamaños, luego reducido a un puñado de conglomerados poderosos.

Hoy en día (cuando los amateurs contribuyen nutridamente al contenido de la Web, incluso dentro de proyectos comerciales) estamos en un periodo de expansión de libertades, que amenaza cerrarse. El dilema se presenta, para Lessig, entre los medios que arrebatan los derechos a sus colaboradores, o los que, como Flickr, permiten conservar los derechos de los creadores que contribuyen. Y en un puesto intermedio están quienes, como YouTube, tienen una postura ambigua ante el tema…

Lessig esgrimió rotundos ejemplos de hallazgos conseguidos con la fórmula del remix, que reutiliza fragmentos ajenos no sólo sonoros, sino también visuales, para concluir con una frase rotunda: “No puedes matar la creatividad: sólo criminalizarla…”

Las webs de las editoriales y las editoriales en la Web

18 octubre 2007 20:20

Escribía hace dos días Deakialli DokuMental (y sigue siendo cierto):

Una vez más la Wikipedia se anota un punto, la enciclopedia libre ya ofrece información sobre el ganador y finalista de los Premios Planeta de este año y paradójicamente (o no) la web de Planeta no informa en ningún lugar del tema.

En fin: me da la impresión de que hay editoriales a quienes se les da muy bien las librerías y la prensa, y entonces (piensan ellas), ¿para qué ocuparse de la Web?

Librerías privadas (estanterías)

17 octubre 2007 18:18

Un lugar para voyeures/exhibicionistas de la estantería.

La parra de Amazón

15 octubre 2007 18:18

Ya sabemos que las opiniones de los lectores pueden atraer a otros lectores hacia un libro, aunque sean malas. Como decía Cory Doctorow:

En el mundo del arte no se llega muy lejos sin una saludable dosis de ego e inseguridad a partes iguales, y lo malo de poder buscar en Google todo lo que la gente dice de tu libro es que puede manipular directamente la parte de inseguridad — “¡Toda esa gente se meterá en la cabeza que no hay que fijarse en mi libro porque habrán leído las malas críticas en la interweb!”. Pero el otro lado de la moneda es el ego: “Si le dan una oportunidad, se darán cuenta de lo bueno que es”. Y cuanto más sangrante sea la crítica, más probable es que le echen un vistazo. Toda prensa es buena prensa, siempre que escriban bien tu URL (¡incluso si escriben mal tu nombre!).

Y por supuesto, Amazon lleva años utilizando las críticas de sus lectores para atraer compradores hacia sus libros. Lo que hasta ahora no había hecho es promover críticas de libros recién aparecidos, o incluso nonatos. Pues de eso precisamente trata su nuevo servicio Amazon Vine (vine es ‘vid’ o ‘parra’, pero se me escapa la metáfora que hay detrás del nombre). La cosa funciona así: los clientes que han escrito (gratis) las mejores (cosa que se sabe por las calificaciones que otros lectores les otorgan, gratis) reseñas de otros libros, reciben (gratis) ejemplares de los libros cuya revisión se les propone, cedidos (gratis) por sus editores.

La verdad es que Amazon siempre ha destacado por la habilidad para captar la atención y el trabajo de los demás, a cambio de notoriedad o privilegios (en este caso, la lectura de un libro antes de que aparezca). Es lo que Dwight Garner, bloguero del New York Times, llama El ejército de Amazon. Pues bien, en el primer ejercicio de crítica que Garner ha analizado, la calificación de los lectores para un libro fue de 3,5 sobre 5… Y concluye: “Es difícil decir cómo influirá sobre los compradores”.

Tolkien en Google Maps

15 octubre 2007 9:09


Ya sabemos de las cartografías reales que enlazan a ficciones o a noticias, a veces utilizando los mapas de Google. Pues bien: tenía que llegar. Se ha creado, utilizando la tecnología de Google Maps, un mapa interactivo de la Tierra Media (escenario de El Señor de los Anillos). Está en el sitio El Fenómeno, dedicado a la obra de Tolkien (vía What’s New: gracias, Adriana).

Los sitios de fans pueden llegar a tener una calidad muy grande, y ese es el caso de El Fenómeno. Aparte de esta laboriosa reconstrucción de la geografía de la ficción, contiene una enciclopedia en colaboración muy bien estructurada, la Fenopedia, donde, previo registro, se pueden hacer aportaciones sobre personajes, lugares, lenguas, y cualquier otro hito tolkieniano.

Revistas catalanas en difusión digital

14 octubre 2007 15:15

Me llega (gracias, Silvia) la noticia de que en Frankfurt L’Associació de Publicacions Periòdiques en Català ha llegado a un acuerdo con la distibuidora de revistas por vía electrónica Zinio para la difusión de un primer conjunto de revistas asociadas.

La verdad es que no conocía el servicio Zinio de difusión digital de revistas en papel, en la que está hasta el Hola (52 números por 74,88€, IVA no incluido). Para descargar y leer las revistas hace falta instalarse un programa lector.