Facilitar la traduccion colaborativa

13 junio 2011 9:09

Me he topado con este ejemplo en EngineerGuy (vía Barrapunto); se trata de un bonito video sobre el funcionamiento del disco duro, sí: ese componente vital de nuestros ordenadores que quieren que abandonemos en favor de “la nube”… Pues bien: aparte de disfrutar de la explicación, y aprender muchas cosas nuevas, en un momento dado (0:59) aparece el siguiente mensaje en el video:

“¿Le gustaría traducir los rótulos/subtítulos de este video?” Y se aporta una dirección web: Hard drive teardown: Translate captions. Una vez allí se accede a un formulario que muestra la tanscripción de la locución, frase por frase,con espacio para introducir su traducción .

Una vez completada la tarea el sistema adapta automáticamente los textos a los tiempos de la locución y genera un archivo .srt, el formato más utilizado para los subtítulos.

¿Por qué me ha gustado el ejemplo? Bueno: el subtitulado de videos es muy útil para mucha gente (no sólo para quienes ignoran una lengua, sino también para deficiencias auditivas, por ejemplo). El subtitulado altruista es una más de las muchas muestras de que la Internet sigue siendo un universo de reciprocidad generalizada. Yo hago el favor de subtitular un video que puede interesar a otro, no porque precisamente quienes los disfruten vayan a subtitular uno que me interesa a mí, sino porque encontraré otras cosas que me son útiles que han hecho desconocidos…

Desde el punto de vista de los creadores del video, una de las formas mejores de favorecer que se conozca es, precisamente, poner las cosas fáciles a quienes pueden hacer más por su difusión, traduciéndolo, y esto creo que EngineerGuy lo ha hecho muy bien. Al facilitar que la gente consiga un bien, han conseguido su propio bien: esa es una postura inteligente, en la clasificación de  Carlo Cipolla, y da gusto verlo cuando estamos rodeados de gente que hace el mal a los demás, ¡muchas veces sin ni siquiera obtener beneficio propio!

Antes del multimedia, 3: el libro multisensorial

10 junio 2011 9:09

Capturar la atención de un niño es algo que los libros infantiles se han propuesto siempre. Para ello no han vacilado en usar imágenes, a las que pronto se unieron tridimensionalidad y movimiento (como en los llamados pop-ups, o libros con desplegables), y después sonidos y todo tipo de recursos.

En ete sentido, uno de los mejores casos que conozco es Pat la bestia, de un genio llamado Henrik Drescher (que publicó en español Ediciones Beascoa en 1993, y espero que ediciones posteriores): aparte de leer la historia, los niños pueden tirar del pelo de la bestia (convenientemente integrado en la ilustración), sacarle de la nariz monstruosas escolopendras verdes, o incluso ¡oler el interior de sus botas!

Como muestra de que en libros para niños realmente no tienen límite, Pat la bestia presenta un caso de mise en abyme, porque integra un libro dentro del libro, que a su vez es el reflejo deformado de la propia obra:

Hay muchas webs infantiles de calidad, hay libros infantiles aumentados para iPad, pero estas exploraciones multisensoriales del mundo de la ficción por el momento siguen reservadas al mundo de los libros materiales: mordibles, rascables… y olfateables.

Mapa Astral Editorial 2011

09 junio 2011 9:09

Siguiendo lo que ya casi es una tradición, Anatomia de la edición nos ofrece una cartografía celeste del sector editorial español, con 485 editoriales agrupadas en constelaciones (hace tiempo recordamos otro caso, éste histórico, de representación astronómica de la cultura).

Las editoriales se han agrupado con arreglo a estos criterios:

en el caso de las editoriales que pertenecen a un grupo empresarial determinado, el nombre de la constelación siempre hace referencia al mismo; otras constelaciones son temáticas, como el caso de educativas, religiosas, jurídicas, etc. [¡incluso de ciencia-ficción!]; por último, para las editoriales restantes, hemos respetado el nombre de algunas constelaciones reales y las hemos agrupado buscando algún tipo de afinidad entre ellas según nuestro criterio

El resultado es muy claro y representativo, porque además cada editorial (=estrella) figura como un círculo, de área proporcional a los títulos que tiene en el ISBN. En esa base de datos, como sabemos, figuran muchos títulos editados que no están vivos. Si se hubieran basado en DILVE habríamos tenido una visión de los libros efectivamente a la venta, pero la elección del ISBN hace que el gráfico represente también el peso histórico de los sellos.

 

En el sitio de Anatomía de la edición se puede bajar un PDF para imprimir en tamaño A3, pero además está a la venta un bonito póster en A1 (que, por cierto, ha llegado misteriosamente a mis manos: gracias mil). Se puede comprar por línea, o en la caseta 214 de la Feria del Libro de Madrid.

 

“Desde la perspectiva de los beneficios futuros”

08 junio 2011 9:09

El oficio de editor consiste esencialmente en la constitución de un fondo, es decir, en la adquisición por el editor, para él y para sus sucesores, del mayor número de valores duraderos, escribe Bernard Grasset, recordando que en su profesión se cuenta poco con los beneficios inmediatos y que se está forzado constantemente a adquirir cada vez más obras desde la perspectiva de los beneficios futuros; aquel que se contentase con administrar el presente se suicidaría a corto plazo. Sin posibilidad de explotar una obra duraderamente, un editor no puede servir a las Letras decentemente

(Pierre Assouline, 1987)
Recopilación de José Antonio Sánchez Paso

Lecturas pendientes

07 junio 2011 9:09

¿Por qué nunca acabamos de leer los e-books que tenemos? Llego a la respuesta a través de @JulietaLionetti, que recomienda un post de Wired: “5 razones por las que los e-books aún no están ahí“. Estas son las mejores (dice Julieta y comparto):

1) Un e-book inacabado no es un recordatorio constante de que hay que acabar de leerlo.

2) No puedes poner todos tus libros [electrónicos] en el mismo sitio: están dispersos por las aplicaciones a las que pertenecen, y estas pueden pertenecer a distintos dispositivos.

¡Exacto!: como prueba aporto mi propio rincón de “lecturas (digamos) profesionales pendientes” (el otro es la mesilla de noche). Estas pilas mudas están diciendo “¡Léenos!”, y lo seguirán diciendo…

28.800 a 1

06 junio 2011 9:09

“Grup 62, primera editorial que apuesta por la impresión por encargo.
El grupo catalán lanza un catálogo de un centenar de títulos descatalogados.
Los 20 días de espera entre el encargo del libro y la entrega es el punto débil”.

 

“Kindle: books in 60 seconds“.

Sólo dos apostillas:

No es en absoluto cierto que Grup 62 sea la primera editorial en acudir a la impresión sobre pedido, pero ya estamos acostumbrados a que quienes informan sobre estos temas no pregunten (o busquen).

Las muy graves carencias de base de un sistema son capaces de hacer abortar las muchas ventajas que la edición digital ofrece, incluso para libros en papel…

Antes del multimedia, 2: el espacio del tiempo

03 junio 2011 12:12

Escribía yo hace años:

Nuestra lengua está llena de usos metafóricos que asimilan el tiempo al espacio: “se acerca tal fecha”, “qué lejos veo las vacaciones”. En esa misteriosa equiparación, a veces nosotros estamos quietos, y el tiempo viaja (“ya llega el fin de semana”), y otras veces somos nosotros los que nos movemos (“nos acercamos a mi cumpleaños”).

Pues, bien esta traducción del tiempo a espacio (que parece ser un universal de las lenguas del mundo) es útil con fines de representación. Si asimilamos  la concatenación de años a una secuencia de puntos (una línea), podremos ir anotando a lo largo de ella los hechos ocurridos, y así disponer de una cronología gráfica. Pero, ¡ay!, las páginas de un libro son de por sí limitadas, mientras que el tiempo se extiende y se extiende. ¿Cómo resolverlo?

Había precedentes: al fin y al cabo, también un texto refleja un discurso continuo, y sin embargo se corta a cada página (salvo en soluciones extremadas): ¿cómo superar los límites de la página? Sencillamente, con la pirueta mental de dejar en suspenso la lectura a cada final de página o giro de hoja, para reanudarla inmediatamente.

Pero en contenidos gráficos, la página es un límite estrecho que puede ser conveniente forzar. Una solución que adoptó en 1480 el Fasciculus Temporum de Werner Rolevinck es aprovechar que en la forma de códice cada página tiene una contigua. En esta preciosa obra, la línea temporal (arriba, detalle) va recorriendo aproximadamente el centro de la doble página, y encima y debajo de ella aparecen  los acontecimientos correspondientes. Al llegar a su extremo derecho, se gira la hoja y mentalmente el lector reanuda el recorrido en la siguiente página doble.

Este recurso se puede mejorar si además permitimos que tanto la página de la izquierda como la de la derecha se desplieguen, duplicando su superficie. Es la solución que adoptó la monumental Synchronoptische Weltgeschichte (algo así como “Historia universal en cronología sinóptica”) de Arno Peters, Munich-Sollen, Universum Verlag, 1980, que se compone de dos tomos.

El primero contiene unos catorce metros de línea temporal, reducidas por fortuna a una veintena de  páginas desplegables como las que aparecen arriba. El segundo es el índice que permite localizar cualquier personaje o acontecimiento (por ej.: “insulina, descubrimiento de”), en un año y en una de las líneas paralelas en que se organiza (la dedicada a la ciencia). Pero ya el Fasciculus Temporum presentaba en sus primeras páginas un índice para explorar alfabéticamente la línea temporal…

Sí: las técnicas digitales tienen preciosos recursos para presentar cronologías, como la de la British Library (abajo), pero este breve recorrido por quinientos años de plasmación del tiempo en libros nos habrá convencido de que los principales problemas ya habían sido resueltos.

“Es tan fácil soñar un libro”

01 junio 2011 9:09

Es tan fácil soñar un libro como difícil es hacerlo.

(Honoré de Balzac, 1839)
Recopilación de José Antonio Sánchez Paso