Nueva ley para el Depósito Legal

14 marzo 2011 9:09

El depósito legal es un trámite muy antiguo (véase José Antonio Cordón, El registro de la memoria: el depósito legal y las bibliografías nacionales, Gijón, TREA, 1997), que tenía por objeto que la Biblioteca Real, primero, y la Nacional después, recibiera ejemplares de cada libro publicado. El gobierno español acaba de aprobar el anteproyecto de Ley del Depósito Legal; según su informe:

El depósito legal, inicialmente concebido sólo como una figura de control bibliográfico nacional, ha pasado a configurarse en los Estados democráticos como un servicio público gratuito al sector editorial para suministrarles originales de obras en dominio público; como una garantía de la libertad de expresión y del acceso a la información de los ciudadanos y, con el advenimiento de la sociedad del conocimiento, como una pieza del desarrollo económico y social de un país.

Aparte de regular la gestión de este depósito por parte de las comunidades autónomas, hay un importante cambio:

La Ley introduce un cambio de adaptación a la realidad del mundo de las publicaciones, que se basa en el nuevo papel que se atribuye al editor. Será este y no el impresor el sujeto obligado a depositar, lo que va a significar una gran mejora de las colecciones custodiadas por los centros, ya que permitirá que los documentos ingresen íntegros, que las publicaciones seriadas no queden faltas de fascículos y, finalmente, que se ingrese todo lo que se edita en España, aun cuando no haya sido producido en su territorio. Además, permitirá que las colecciones de las bibliotecas autonómicas respondan a su realidad editorial.

El anteproyecto contempla ya el depósito legal digital, del que hablamos en su día (remito a lo que dije en ese post y a sus comentarios):

Son objeto de depósito legal todas las publicaciones, producidas o editadas en España, por cualquier procedimiento de producción, edición o difusión, y distribuidas en cualquier soporte, tangible o intangible.

La obligación del depósito de las publicaciones electrónicas recaerá en su editor o productor.

Por otro lado, se exonera a los editores de sitios web del deber de depósito legal. Además, se habilita a los centros de conservación, tanto de titularidad estatal como autonómica, a detectar y reproducir los sitios web libremente accesibles a través de redes de comunicaciones que puedan resultar de interés para los fines del depósito legal, respetando en todo caso la legislación sobre protección de datos y propiedad intelectual.

Que sea todo para bien…

Anotar imágenes con Speaking Image

03 febrero 2011 9:09

Ha aparecido en beta una aplicación web auspiciada por la Fundación CSIC, llamada Speaking Image. El CSIC es la institución oficial dedicada a la investigación en España, y resulta estimulante que cree una herramienta de uso gratuito y código libre dedicada a la anotación de imágenes. La imagen superior corresponde a un ejemplo que he creado: escritura en la corteza de un árbol.

La herramienta permite publicar una imagen, seleccionar detalles y rotularlos, crear capas y abrir wikis parciales o generales sobre su contenido. Está también abierto al trabajo en colaboración. Leo en Drupal (via Barrapunto) que se liberará el código de los módulos que lo constituyen.

En las primeras pruebas he comprobado que funciona realmente bien, pero para ser un proyecto realmente útil echo en falta algunas características (que a lo mejor están previstas para fases posteriores):

1) Asignación de licencia: debería ser posible, y más para un uso de tipo científico o educativo, asignar una licencia concreta (Creative Commons, pero también otras)  a la imagen que hemos creado y rotulado.

2) Exportación del trabajo hecho: es indispensable para preservarlo. Sencillamente, uno no puede fiarse de que no se discontinúe un proyecto en el que se ha invertido esfuerzos. Hoy en día, cuando hay disponibles tantas herramientas, los usuarios se inclinarán por aquella que ofrezca mayores garantías de preservación.

3) Incrustación en otras webs: esta posibilidad haría mucho por la difusión y utilidad del proyecto.

Mientras que calificaría esta última característica simplemente de mejora, creo que las dos primeras son básicas para cualquier proyecto de difusión científica digno de tal nombre.

El archivo de la Balcells

10 enero 2011 9:09

En la pasada Navidad se ha conocido la venta del archivo de la agente literaria Carmen Balcells al Ministerio de Cultura, por tres millones de euros. Iba a decir que es un placer que un archivo tan rico se conserve en nuestro país, aunque ya veremos: a lo mejor una universidad americana se apresuraría a poner en línea sus contenidos, en condiciones mejores que lo que suele ocurrir con nuestros centros. Esperemos que lo que se ha pagado sea un precio “de mercado”, porque, total, la Balcells podía haberlo regalado, y porque hay por ahí editoriales históricas cuyos archivos han desaparecido (¿dónde está el de Espasa, o el de Gredos, por ejemplo?), y que se habrían podido conseguir gratis. Pero un archivo no es una acumulación de papeles: es necesario personal y procesos de catalogación y puesta a disposición del público. Se afirma que, este “fondo podría convertirse, en un futuro, en un centro nacional dedicado a la creación, la edición y la industria editorial“. Obsérvese el condicional de podría: cuándo podría, con qué dotación. Ojalá llegue a existir, aunque, insisto, puede que para cuando lo hayan hecho, haya desparecido todo resto de los archivos de las editoriales históricas. Y, por cierto, ¿qué pasa con el Archivo de Preservación Digital que también prometió el Ministerio?

Se ha jaleado mucho el número de premios nobel que encierra: Mario Vargas Llosa, Gabriel García Márquez, Pablo Neruda, Vicente Aleixandre o Camilo José Cela. Pero me da la impresión de que sus materiales (cartas, borradores, etc.) no podrán ser hechos públicos más que negociando con elos o sus herederos… ¿tal vez a través de su agente? ¿O en el precio de compra se incluye el derecho de difusión pública? Y por último, el archivo parece que redicará en Alcalá de Henares, que “no en vano es la cuna de Cervantes”, como dice el Director General del Libro. No sé: también podría radicar en Valladolid, dado que por ahí pasa el Pisuerga…

Pero dada la unanimidad satisfecha con la que se ha jaleado esta compra y sus circunstancias, creo que mis reservas sólo son fruto del estado obnubilado que producen las fiestas.

Cultura escrita & sociedad, 10: la génesis editorial del Casares

22 octubre 2010 9:09

Ha aparecido el último número de Cultura escrita & sociedad, excelente, como de costumbre, y cuyo índice listo al final del post. Pero no quiero dejar de comentar uno de sus artículos, que une dos temas gratos a esta web: la edición y los diccionarios.

Se trata de “El Casares. Historia de un diccionario, 1915-1942”, de Philippe Castellano. Castellano es también autor de Espasa; una aventura editorial, historia de la génesis de la famosa enciclopedia, que fue su tesis doctoral en 1994, y se publicó en España en el 2000.

Castellano aborda en este artículo de Cultura escrita & sociedad otra gran proeza editorial, en este caso de una sola persona trabajando cerca de tres décadas, y en la que intervinieron distintas editoriales e instituciones, hasta la publicación final por Gustavo Gili en 1942: el Diccionario ideológico de la lengua española: desde la idea a la palabra desde la palabra a la idea, de Julio Casares. Es un diccionario que todos hemos usado, que se reimprime constantemente y del que sólo se puede lamentar que no se haya reformado y puesto al día y que no cuente con edición electrónica…

Su creador, Julio Casares, músico y políglota (llegó a dominar 18 lenguas), concibió su diccionario en fecha tan temprana como 1915. Esta era su idea (citada a través de un artículo de Concha Soler):

hay que crear, junto al actual registro por abecé, archivo hermético y desarticulado, el diccionario orgánico, viviente, sugeridor de imágenes y asociaciones, donde, al conjuro de la idea, se ofrezcan en tropel las voces, seguidas del utilísimo cortejo de sinonimias, analogías, antítesis y referencias; un diccionario comparable a esos bibliotecarios solícitos que, poniendo a contribución el índice de materias, abren camino al lector más desorientado, le muestran perspectivas infinitas y le alumbran fuentes de información inagotables

La referencia a un índice de materias no era baladí: Casares trabajó en la comisión internacional que dio forma a la CDU, de la que hemos hablado en un post anterior sobre la clasificación por materias.

La historia de la compilación del diccionario, de los vaivenes editoriales e institucionales, del apoyo final de la editorial Gustavo Gili, de cómo la Guerra Civil lo puso al borde de la pérdida, y muchas cosas más ha sido posible gracias al archivo que los actuales gestores de la editorial, Mónica y Gustavo Gili, han prestado al investigador. Sí: este sello centenario, que ha permanecido en manos de la misma familia, conserva sus archivos y por tanto puede contribuir a la historia de sus proyectos editoriales, que es la historia de nuestra cultura, de un modo que los sellos caídos en manos de grandes grupos, cuyos archivos han sido casi siempre destruidos, no pueden hacer…

Cultura escrita & sociedad, 10

Ciencia, historia y escritura, coordinado por José Pardo Tomás

“Escrito en la rebotica. Coleccionismo naturalista y prácticas de escritura en el gabinete de curiosidades de la familia Salvador. Barcelona, 1626-1857”, José Pardo Tomás (Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Barcelona)

“La ciencia en la esfera pública del siglo XIX: géneros, discursos y apropiaciones”, Agustí Nieto-Galán (Universitat Autònoma de Barcelona)

“La escritura como invención: la Física-texto de Adolphe Ganot y el género ciencia”, Josep Simon (Universitat de València)

“Palabras de química. Oralidad y escritura en la enseñanza de una Ciencia Experimental”, Antonio García Belmar (Universitat d’Alacant) y José Ramón Bertomeu Sánchez (Universitat de València)

“Ciencia en el exilio, una forma de resistencia. La traducción castellana de ‘The Wisdom of the Body’ de Walter B. Cannon (México, 1941)”, Àlvar Martínez Vidal (Universitat Autònoma de Barcelona) y Emma Sallent Del Colombo (Universitat de Barcelona)

Estudios

“El Casares. Historia de un diccionario, 1915-1942”, Philippe Castellano (Université de Rennes 2-Haute Bretagne)

“Diarios masculinos (1972-2004): ¿una práctica de trabajo o la vida por escrito?”, Vania Grim Thies y Eliane Peres (Universidade Federal de Pelotas, Brasil)

Para evitar la oscuridad

18 junio 2010 9:09

Tan temprano como en 1813, el gobierno de Estados Unidos creó un programa para descentralizar y difundir la información oficial. Durante siglos las bibliotecas norteamericanas han preservado todo tipo de documentación. Pero hoy en día, gran parte de ella es nativa digital. Magnífico, ¿no?

Pues no tanto: ¿cómo cerciorarse de que lo que alguien dijo en determinada comisión del Congreso no ha sido alterado? Esto no es una preocupación conspiranoica: James Jacobs, bibliotecario de las Bibliotecas de Stanford University afirma:

Ha sucedido antes. Desde mediados de la década de 1980 hasta final de los 90 la American Library Association publicó un informe anual con ejemplos de lo que el gobierno no quería que los ciudadanos conocieran, con oscurecimiento consciente del registro. Sucede más de lo que nos gustaría.

Para evitar esto se ha creado LOCKSS (Lots of Copies Keep Stuff Safe, ‘Muchas copias aseguran las cosas’ ), un consorcio internacional con base en Stanford, que agrupa más de 200 bibliotecas universitarias que recolectan y preservan contenido electrónico. Más detalles en el artículo “Stanford helps to digitally preserve mountains of documents” (gracias, Adán Griego).

¿Y quién asegura que los contenidos de los libros digitalizados no han sido alterados? Por supuesto, la existencia del mismo libro en papel. No: la digitalización de una obra no debe ser nunca excusa para descartar su original…

El “humanista digital”

09 mayo 2010 9:09

L’umanista digitale es el título de un importante libro que acaba de  sacar a la luz la editorial italiana Il Mulino. Sus autores son Teresa Numerico, Domenico Fiormonte y Francesca Tomasi, todos nombres bien conocidos en la especialidad. La obra comienza con una introducción histórica y aborda luego la escritura, la conservación y por último la búsqueda y la organización. Por los títulos de sus capítulos se verá que con frecuencia se apela al el aspecto filosófico, político o ético de las cuestiones planteadas.

Este entrelazamiento de una práctica de saber clásico (el humanismo) con las tecnologías de la información y la comunicación, y con los debates clásicos sobre el conocimiento y los modernos sobre el poder es lo que otorga a esta obra un papel clave en el pensamiento actual.

Éste es su índice (este blog supone que sus lectores pueden entender textos simples en las lenguas romances más próximas: catalán, italiano, gallego, portugués o francés):

Introduzione

1. Storia dell’interazione tra tecnologia e sapere umanistico
1. Nascita del calcolatore: da Turing al PC
2. Quello che il computer non può fare: dall’analogico al digitale
3. Tecnologia amichevole e integrazione con la macchina: il sogno visionario di Bush
4. Un matematico con un Ph.D. in filosofia: Norbert Wiener
5. Etica, politica e informatica secondo Wiener
6. Licklider e la simbiosi uomo-macchina
7. Information processing e biblioteche
8. Il progetto della rete intergalattica
9. Il computer come strumento di comunicazione
10. Nascita di Arpanet
11. Il www: un sistema autore nel cuore d’Europa
12. Il presente del web: web 2.0?
13 Open data e open access: il web desiderabile nel futuro

2. Scrivere e produrre
1. Scrittura, processi culturali, tecnologia
2. Modi di produzione del testo digitale
3. Rete e retorica
4. Tempo della scrittura
5. Spazi dell’usabilità
6. Etnografie digitali
7. Conclusioni-transizioni. L’edizione uomo

3. Rappresentare e conservare
1. L’invecchiamento digitale
2. Preservare tra tradizione e traduzione
3. I linguaggi di marcatura
4. I metadati e la descrizione del contenuto
5. La rivoluzione degli archivi aperti
6. Le biblioteche digitali
7. Repository semantici e networking

4. Cercare e organizzare
1. Il paradosso della ricerca secondo Platone
2. La topologia del web e la democrazia
3. Il ruolo dei search engine nella ricerca di informazioni sul web
4. Il funzionamento dei motori di ricerca
5. Che cosa non va nei motori di ricerca?
6. Strumenti di ricerca alternativi ai motori generalisti
7. Il nuovo ruolo sociale dei motori di ricerca tra etica e politica

Pierre Menard, autor de “El suelo bajo sus pies”

23 marzo 2010 9:09

La Emory University de Atlanta ha creado una exposición sobre Salman Rushdie. En ella, según cuenta la reseña del New York Times, se pueden encontrar cubiertas de libros, diarios manuscritos… y cuatro ordenadores Apple, uno de ellos estropeado por vertido de Coca-Cola: en total, 18 gigas de datos.

Rushdie empezó a utilizar ordenador tras la fatwa que le lanzó Jomeini, para ganar para la reflexión el tiempo que le llevaba copiar sus originales una y otra vez para presentarlos impolutos. Ahora bien: ¿qué ha aportado a su creación el uso del ordenador? La respuesta no puede ser genérica: ¿qué programas utilizaba?, ¿qué aspecto tenía la pantalla en la que escribía?

Para ayudar a hacerse una idea de todo ello, la exposición de Emory permite al visitante entrar en una réplica (o emulación) del ordenador que usó Rushdie, explorar su ficheros y utilizar el mismo programa que el autor, Mac Stickies, para modificar una versión temprana de The Ground Beneath Her Feet, El suelo bajo sus pies, en su versión española. (Sí: el archivo original de Rushdie permanece a buen recaudo mientrs tanto…). El artículo del New York Times ofrece un video en el que, con no muy buena calidad, se explica el proceso.

La preservación de los datos nativos digitales (el tipo de datos que dejarán para el futuro, si es que dejan algo, los creadores contemporáneos), es un problema grande: Leslie Morris, de la Houghton Library de Harvard, ha afirmado que aún no se tiene ninguna metodología para procesar material nativo digital. No es sólo el problema de rescatar los archivos de las tripas de ordenadores y discos obsoletos (el gran John Updike legó a la Houghton 50 floppy disks de 5 y 1/4), sino el de encontrar programas que los ejecuten.

Por nuestros pagos, la Ministra de Cultura anunció hace casi un año la creación de un “Archivo Nacional de Preservación Digital” del que aún no se sabe nada…

Pérdidas muy posibles

18 marzo 2010 9:09

Una alerta que me retransmitió Adán Griego, bibliotecario en Stanford, informa de la posibilidad de que desaparezca la base de datos Bibliography of the History of Art.

Efectivamente: como se informa en el enlace anterior, página del J. Paul Getty Trust, institución que la venía manteniendo, los recortes presupuestarios amenzan la continuidad de esa base de datos. La historia es curiosa: se creó en 1990, a partir del International Repertory of the Literature of Art (RILA) y el  Répertoire d’Art et d’Archéologie (RAA), con participación del Institut de l’Information Scientifique et Technique-CNRS y ya del Getty (es decir, un proyecto al que se aportó know-how francés y fondos norteamericanos). En el 2007, esta colaboración terminó, y el Getty continuó solo, aunque ya sin los fondos del RAA. Ahora están buscando instituciones colaboradoras que apoyen la continuación de lo que ahora se llama International Bibliography of Art (IBA).

Esta base de datos existió en papel, y luego en CD-ROM, pero ahora, como ha ocurrido con la mayoría de las bases de datos (si no todas) pasó a a Internet, lo que quiere decir que está en las tripas de un ordenador (con suerte, en varios) de alguna parte del mundo.

Antes una biblioteca, institucional o personal, podía cerrarse, pero sus fondos no desaparecerían así como así: incluso fragmentada, malvendida, sus libros estarán en algún lado. Cuando una base de datos se borre de los servidores que la albergan, habrá desaparecido para siempre.

La BHA ha sido un proyecto creado en gran medida con fondos públicos de varios estados, aunque haya descansado últimamente en patrocinio privado. El problema del saber acumulado, sobre todo estos grandes recursos de investigación, es que siguen costando dinero constantemente, para su mantenimimiento y puesta al día, aun cuando sean de pago, como ocurre con esta base de datos. Raramente las tarifas de consulta cubren todo lo que cuesta su gestión.

Ojalá el Getty consiga apoyos para mantener este proyecto, pero el mismo enunciado del peligro que corre debería hacernos pensar…

Como complemento, una noticia del New York Times, en el que ciudadanos voluntarios están copiando 3000 DVDs de fondos públicos federales para subirlos ¡a Youtube!, dentro de una acción de la International Amateur Scanning League. La idea es dar difusión a unos materiales que en el mejor de los casos, duermen ya en soporte digital en los archivos de la Administración, aspirando a que más adelante puedan incorporarse a un sitio web gubernativo para su custodia. (Ignoro si hay algún sitio en el que se pueda ver la totalidad del noticiario español No-Do, por ejemplo, por no hablar de otros muchos documentales oficiales que existirán).

Pero conviene recordar que cuando algo existe en la Nube, por mas que podamos disfrutarlo fácilmente hoy, depende de unos equipos y unas instituciones, públicas o privadas, a las que puede dejar de interesarles…

Preservar GeoCities

12 octubre 2009 9:09

Quienes empezaran a aventurarse por la Red allá por 1994 tuvieron al ayuda inesperada de un sitio que permitía la creación de páginas web a sus usuarios: Geocities. Durante muchos años, este sitio de sitios, organizado en “ciudades” temáticas, y luego por lenguas y países sirvió de alojamiento gratuito a los más variados proyectos (Wikipedia tiene una historia de Geocities).

Pues bien: en el año 2000 Yahoo! (que ya era accionista del sitio) lo compró y, tras diversas vicisitudes, ahora lo cierra.

El Internet Archive, cuyos esfuerzos en pro de la preservación de la Web son bien conocidos por los lectores, ha capturado ya muchas de sus páginas, pero ante la inminencia del cierre total, programado el 26 de octubre inmediato, pide ayuda para que les notifiquemos páginas concretas que merece la pena preservar. Si el lector tiene entre sus marcadores o páginas guardadas alguna dirección de Geocities, haría bien en pasársela al Intenet Archive. 

Para la historia de la Web española, Geocities tuvo una importancia grande, alojando páginas donde se forjaron proyectos variopintos. Recapitulo de mi archivo: contenidos de la revista Archipiélago(hoy también desaparecida), un vocabulario alcalareño, un recopilatorio de buscadores en español…

Desgraciadamente, lo ocurrido con Geocities es un ejemplo de lo que puede ocurrir con sistemas de alojamiento de contenidos (hoy diríamos “en la Nube”) promovidos por empresas, que luego desaparecen, y con ellos infinidad de trabajo creado por sus usuarios.

Hispana, acceso y cultura

08 junio 2009 9:09

Gozález Sinde en ABC


Éste será un post largo, pero el tema lo merece: se trata de una comparecencia de la ministra de Cultura llena de cuestiones que nos afectan.

Hispana

La ministra de Cultura ha anunciado el lanzamiento de Hispana, “una base de datos que permite ya el acceso a más de 900.000 recursos de 94 bancos digitales de las distintas administraciones, así como entidades privadas y fundaciones”.

Éste es el sitio de sitio de Hispana. La base de datos está constituida a partir de las colecciones digitales que agrupa, y sigue el protocolo de la Open Archive Iniciative.

La iniciativa parece loable: en España existen numerosas iniciativas de digitalización (algunas duplicadas), y este es un lugar que pretende agrupar a todas. El problema que tiene Hispana es doble. Por una parte, sus resultados a veces conducen sólo a fichas (metadatos) de obras, en vez de al contenido propiamente dicho. Se nos informa, por ejemplo, de que en determinado repositorio existe un pdf con el artículo “Berlín: dos García Lorca“, pero no nos da acceso a él.

Por otro lado, hay buscadores generalistas que ya dan acceso a una gran parte de la información que contiene Hispana. Por ejemplo, quien quiera el artículo mencionado antes, y desee algo más que saber que en Salamanca lo tienen en PDF, puede hacer la búsqueda en Yahoo o en Google. Cualquier buscador llevará también al numeroso fondo de Dialnet que está integrado en Hispana.


Además (aunque eso puede deberse a la novedad del sitio), no todas las obras contenidas en las instituciones colaboradoras están indizadas en Hispana: lo he comprobado al azar con algunas de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.

¿Qué otras colecciones se van a incorporar a Hispana? ¿Con qué criterio? Y: ¿realmente vale la pena el esfuerzo, tal y como está planteado? Hispana está concebida como una herramienta para uso de profesionales (bibliotecarios, documentalistas…). No me imagino usándolo a los consumidores finales de cultura: profesores, estudiantes, ciudadanos a la búsqueda de un dato, de una obra.

Esta iniciativa de un agrupador de repositorios se inscribe en la estela de la reacción europea frente a Google, que analicé hace años en el artículo “…Y Google raptó a Europa“. Sigo pensando lo que dije entonces: en vez de desarrollos a la medida de una hipotética “cultura europea”

es mejor invertir en coordinar prácticas de digitalización (para evitar que se repitan trabajos ya hechos, o que fondos digitalizados con dinero público no estén accesibles); en sus criterios (no queremos fotos de libros en línea, sino textos buscables); en normas de amigabilidad ante los buscadores (para que nuestros contenidos se abran a los indizadores: hoy, Google; tal vez mañana, uno europeo con estándares abiertos).

Contenidos culturales en Internet

Recoge el Cultural:

González Sinde anunció que el Ministerio quiere complementar “las futuras medidas que se adopten en materia de protección de los derechos de propiedad intelectual en la red con un Plan de Fomento de Contenidos Culturales en Internet”, cuyos diferentes puntos no desarrolló.

De cara a ese impulso de la cultura como derecho ciudadano, el Ministerio pondrá también en marcha un programa para facilitar el acceso de la infancia y la juventud a la cultura, y lanzará “un gran portal en la red”, específicamente orientado a los más jóvenes.

¡Dios mío: cuando no se sabe qué hacer prometen un portal!

¿Y quieren de verdad fomentar contenidos culturales en Internet? Por favor: queremos saber cómo, y pronto… Por empezar sólo por el principio, ¿fomenta la creación en Internet tener la operadora con el ADSL más caro de Europa? ¿Empujar a los alumnos a que consuman objetos didácticos ya elaborados en vez de a que creen los suyos? Esperamos con atención qué medidas de fomento se propondrán.

Preservación digital

Sobre la preservación digital ya hemos escrito varias veces. Alegra saber que por fin es un tema que ha entrado en la agenda ministerial.

La ministra prometió un Archivo Nacional de Preservación Digital, que actualmente, dice el Cultural, se encuentra en fase de “estudio del programa de necesidades”.

También nos gustaría saber detalles. Un Archivo de Preservación Digital tiene que ser un ente autónomo y sin ataduras, porque si no la tendencia de las administraciones es a hacer una recogida de la parte más institucional y establecida (como ocurre en otro proyecto español de preservación), con el riesgo de dejar fuera la parte más viva de la creación cultural en la web. Las webs institucionales son precisamente la que tienen más posibilidades de sobrevivir, de modo que su preservación es redundante y a menudo inútil, mientras que creaciones más libres y espontáneas, como las que se recogen en muchos blogs, tienen pocas posibilidades de ser recogidas.

Además, con la visión estrecha de la propiedad intelectual que se tiene por esas instancias es dudoso que se decidan a recolectar y guardar páginas de titularidad privada. De nuevo, los buscadores y proyectos privados de preservación van a darnos mejor servicio…

Por otra parte, se trata de un Archivo Nacional: suponemos que se van a preservar también las webs creadas en las lenguas cooficiales, pero ¿van a recoger sólo la parte de la Web en español creada en España? ¿Y cómo la van a determinar?

Los gobiernos están cada vez más anunciando acciones en el universo digital, porque eso les da un aire de modernidad, y realmente pocos van a discutirles sus decisiones: son temas complejos, y la prensa general y los partidos de la oposición (que son los únicos que les importan) no tienen criterio al respecto. Pero quienes estamos cerca de la creación cultural en la Red tememos el surgimiento de planes faraónicos que sirvan de poco, junto a la aparición de iniciativas directamente erradas o contraproducentes.