La prueba PISA de lectura digital

29 junio 2011 11:11

Es curioso comparar la nota de prensa del Ministerio de educación (Un 77% del alumnado español de 15 años tiene un rendimiento medio o alto en lectura digital) y la noticia en El País (A los alumnos españoles se les atraganta la lectura digital. “España ocupa el puesto 14 de los 19 países que han participado en la nueva prueba del informe PISA de la OCDE”), porque demuestra las distintas interpretaciones que se pueden dar a unos mismos datos.

Pero no nos ocuparán aquí por el momento las interpretaciones, sino el diseño de la prueba. Esta es la primera vez que PISA analiza la “lectura digital”, y conviene examinar de cerca en qué ha consistido el test. Aquí está el Resumen ejecutivo. Y estas son las pruebas (usuario: public, contraseña: access). Hay que ir a la columna “Spain Spanish” y hacer clic en la lupa para ver la prueba tal y como el alumno la realizó y al documento Word para su evaluación.

El alumno se vio frente a una pantalla con un falso navegador de Internet (imagen superior), y fuera de ella estaban las instrucciones específicas. Estas no siempre eran simples. Por ejemplo:

Mira el comentario de Marga del 10 de marzo. Pincha en “Escribe una respuesta” y contesta a Marga. En ella, responde a su pregunta sobre qué participante, en tu opinión, sabe más sobre este tema. Justifica tu respuesta. [Nota: usa el botón Atrás para consultar la página del foro.]

Pincha en “Envía la respuesta” para añadir tu respuesta al foro.

Salta a la vista una dificultad: interpretar las instrucciones. Operaciones que muchos usuarios hacen sin problema se pueden convertir en difíciles cuando se las desmenuza en una secuencia de órdenes. Cierto que todos los que hicieron el test estaban ante las mismas dificultades, con lo que los datos comparativos probablememente indican una realidad.

Estas son las pruebas:

La primera prueba (“Quiero ayudar”) es una comprensión lectora sobre el texto de un blog, con una pequeña excursión por su menú, salida a una web ajena y uso del correo electrónico.

La segunda (“Olor”) comienza en un buscador simulado, y plantea la evaluación de los recursos a los que se accede desde él.

La tercera (“El café de los filósofos”) presenta una interfaz gráfica anticuada (pero aún presente en productos didácticos), cuya posibilidad de navegación repite el menú lateral. Un ejercicio comprende el uso de menús desplegables.

La cuarta (“Helado”) se realiza toda sobre un buscador, la pertinencia de cuyas respuestas hay que evaluar sin entrar en las páginas concretas.

La quinta (“Phishing”) es una simple comprensión lectora pero sobre un tema propio de la red: parece creada para comprobar si la información que en la propia Web alerta sobre malas prácticas en ella es adecuadamente entendida.

La sexta (“Búsqueda de trabajo”) parte de un buscador, y reparte la información pertinente a través de varias pestañas; hace uso también de menús desplegables.

La séptima (“Hablemos”) se desarrolla en un foro, y el usuario tiene que lidiar con los hilos y la cronología de los mensajes (imagen superior), y por fin escribir un mensaje.

Las pruebas están razonablemente bien diseñadas. Pero reflejan no sólo habilidades de lectura/interacción/producción digital, sino también las preocupaciones actuales sobre evaluación de los recursos en línea, problemas de privacidad y engaño, etc.

¿Qué sería “lectura digital”? La suma de un complejo conjunto de habilidades de extracción de información, pero también de producción (estamos en lo del 2.0, ¿no?). Observen el conjunto de etiquetas que están al pie de este post: todos estos temas están (o deberían estar) presentes en la lectura/escritura digital.

He echado en falta pruebas que pongan en juego la habilidad de interpretación de páginas multilingües (pues la información en inglés acecha casi en cualquier rincón, a pesar de los esfuerzos de Google por confinarnos a una lengua). La cumplimentación de formularios complejos (como los que deben rellenar los jóvenes para hacerse miembros de cualquier red social) no está evaluada. Tampoco la capacidad de trabajar con distintas ventanas abiertas simultáneamente (más allá de la presencia anecdótica en las pruebas de pestañas del navegador): los usuarios trabajan así… Las operaciones de construir documentos a partir del copia-y-pega son básicas en cualquier contexto, y están también ausentes de esas pruebas. Las dinámicas de saltar de página en página en pos de una información, para eventualmente volver al punto de partida, están sólo esbozadas. Y el importante mundo de las licencias de reutilización brilla también por su ausencia…

Por último: las habilidades digitales ya no están confinadas a un ordenador con navegador: los teléfonos móviles son el soporte de mucha lectura y escritura (en SMS), y los avanzados (tipo iPhone) permiten juego en redes sociales y Twitter… ¿Me quivoco al pensar que una mayoría de las interacciones digitales de los jóvenes transcurren ahí? Pero estas pruebas se empezaron a diseñar a principios del 2009, y todo va (demasiado) deprisa…

Ojalá que el debate público sobre qué deberían hacer nuestros alumnos en el mundo digital sirva no sólo para perfeccionar estas pruebas, sino sobre todo para reflexionar sobre las trampas y las carencias, pero también las promesas del medio .

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La indignación tuiteada

21 mayo 2011 20:20

Twitter se ha convertido en una herramienta fabulosa… ¿Quién lo iba a decir? Confusa y desordenada, pero resume en una sola plataforma funcionalidades de chat y de red social, de blogs y de páginas web condensados. ¿Habrá que añadir que las alertas y las búsquedas funcionan muchas veces mejor que en Google? Pues sí…

En estos interesantes y (¿por qué no decirlo?) esperanzadores tiempos que está viviendo España, hemos tenido una fascinante fuente de información en Twitter. Dos muestras: el flujo de mensajes con los hashtags principales relacionadas con el 15-M (arriba) y la evolución de algunas de ellas en el tiempo, a través de una aplicación de Impure.

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Correo desde el más allá

25 abril 2011 9:09

Un problema cada vez más frecuente: el destino de nuestras cuentas y documentos cuando nosotros desaparezcamos.

Hace unos años propuse dejar una serie de datos por escrito, el testamento digital. Ahora veo que hay distintos servicios web que pueden ayudar a cumplir ese cometido. Uno es My Webwill, y el otro Deathswitch.

Básicamente lo que hacen es enviar un email con un contenido determinado a una dirección escogida (o a varias, si en vez de la versión gratuita uno usa la Premium). Deathswitch mandará un email para comprobar si el usuario está vivo, con la periodicidad que éste determine (desde una vez al día hasta una vez al año). Es interesante leer las FAQ: “¿Qué pasa si estoy en coma tres meses y luego me recupero?”.

Pero sea cual sea el procedimiento de aviso que uno escoja, es importante pensar que no sólo hay cuentas de correo, Facebook y Twitter, contraseñas de blogs, claves para acceso a bancos, y documentos en la nube (que por otra parte crecen constantemente en número), sino también documentos en las memorias de nuestros ordenadores y teléfonos, cuyos destinos puede ser útil prever.

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El New York Times, de pago

21 marzo 2011 9:09

Hace tres años y medio recibíamos con alborozo la noticia de que el New York Times abría sus contenidos. ¿Qué pensar de la vuelta, la semana pasada, a un modelo de pago?

Leyendo los detalles, la conclusión más clara es que la explotación por linea se refina: los lectores más activos (en ordenador o en dispositivo móvil), entendiendo por tales los que lean al mes más de 20 artículos, tendrán que suscribirse: 15 dólares al mes o 20 si es para un tablet. Los lectores ocasionales podrán seguir leyendo artículos de vez en cuando siempre que no lleguen a ese límite, y los suscriptores en papel tendrán acceso a todo el material por línea de forma gratuita.

Una excepción notable es que (como rezan las preguntas frecuentes):

Animamos a que nos enlacen desde Facebook, Twitter, buscadores, blogs y medios sociales. Cuando visite NYTimes.com a través de un enlace de uno de estos canales, ese artículo (o video, slide show, etc.) contará para su límite mensual de 20 artículos gratis, pero podrá leerlo incluso si ya ha leído sus 20 artículos gratuitos.

Cuando visite el NYTimes.com haciendo clic en enlaces de resultados de búsqueda, tendrá un límite diario de 5 artículos gratuitos. Este límite se aplica a la mayoría de los buscadores.

Una decisión similar la adoptó hace tres años Britannica: dentro de un entorno de pago, permitir acceso libre a aquellos artículos que los blogs enlazaran. Pero por otra parte, y como se ve, el NYTimes no quiere perder los muchos visitantes que obtiene desde los buscadores. Este hecho ya ha sido aprovechado por quienes se apresuran a demostrar cómo se puede leer el NYTimes gratis.

La verdad es que el New York Times es un grandísimo periódico. Desde este blog le hemos enlazado cientos de veces. No sólo por sus informaciones, precisas, bien redactadas y sugerentes sobre tecnología o el mundo del libro, sino también por sus pioneros procedimientos de visualización de información y sus avances tecnológicos en temas vitales como hipertexto.

Si un sitio web merece que le paguen, ése es el del New York Times, quizás con una reflexión como la que muchos han hecho con la Wikipedia: sí, se puede leer gratis, pero yo apoyo el proyecto…

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Libros y Bitios en Twitter

17 septiembre 2010 9:09

Desde hace unos días las entradas de Libros y Bitios se pueden seguir también en Twitter.

Como no ignoran nuestros lectores, este sistema de mensajes se ha convertido, a pesar de su brevedad (140 caracteres), en un medio excelente para difundir titulares, y la posibilidad de incluir enlaces hace que la página web a la que se refieren sea inmediatamente accesible. Twitter funciona también sobre teléfonos móviles.

La gestión de comunicar a Twitter cada nueva publicación del blog me la hace automáticamente Feedblitz, servicio gratuito a través del cual varios cientos de lectores reciben los nuevos post por correo electrónico.

De modo que si quiere seguir este blog directamente en Twitter, acuda a http://twitter.com/librosybitios. Si quiere usar un sistema de sindicación puede hacerlo en el RSS del Tweet de Libros y Bitios.

Y, por último, si ya es usuario de Twitter y quiere usarlo para compartir alguno de los contenidos de este blog, haga clic en la t que hay al pie del post.

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