El e-book y los editores

16 febrero 2008 14:14

¿Cuántos años hace que existen e-books, es decir: dispositivos dedicados para lectura de libros? Más de una década… En 1999 y en el 2000 ya escribíamos por aquí sobre estos artefactos. Desde entonces, no ha pasado un año sin que se anunciara la aparición (o desaparición) de un nuevo modelo. ¿Por qué, entonces la fiebre actual? Porque acaba de salir el Kindle de Amazon, y a pesar de no ser una novedad en casi ningún sentido, el efecto de su salida ha llamado la atención de la prensa general.

En esta estela, hay que comentar la aparición en PDF de la revista New Geek, dedicada (¡cómo no…!) al futuro de los libros. La revista reseña el Iliad, el CyBook y el Papyre. Contiene, además, una entrevista con Ignacio Latasa, director de Leer-e, que distribuye estos e-books.

Pero el problema de los e-books no es el artefacto en sí (que, por cierto, ya funciona razonablemente bien y presenta una calidad de lectura muy buena). El problema es qué leeremos en ellos, y sobre todo, ¿por qué habríamos de leer en ellos?

La segunda pregunta tiene una respuesta curiosa: porque pueden contener (se nos dice) 500 (o sescientos, u ochocientos) libros… ¡De golpe descubrimos que lo que siempre habíamos querido era llevar con nosotros toda nuestra biblioteca, como si estuviéramos condenados a ir a una isla desierta! La verdad, a veces el mundo de las nuevas tecnologías parece ajustarse a la maligna definición de lamento no recordar quién: “la solución para un problema que nadie tiene”. Y además, en una isla desierta no podremos recargar el e-book

Porque la clave es, por supuesto, qué leeremos en estos cacharros. De momento, parece que grandes candidades de obras sin derechos de autor, de cualquier procedencia y en cualquier estado. Así reza la propaganda de Papyre:

Actualmente estamos regalando una biblioteca de 400 libros libres de derechos de autor pues uno de nuestros objetivos es fomentar la cultura y por lo tanto hacer que este gran número de libros esté en el mayor número de hogares Españoles [sic, por la mayúscula] (vía Sedic).

Porque los editores están todavía pensándoselo… y no me extraña. Si el futuro viene por productos dominados por grandes redes, tipo Amazon, los precios finales de los títulos (y por anto los ingresos del editor, y del autor) pueden ser irrisorios, porque en realidad esos precios estarán financiando la compra del dispositivo lector. Ante la inminente llegada de Kindle a Gran Bretaña, los expertos comienzan a preocuparse por estos temas.

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La nueva biblioteca de Humanidades y CSS del CSIC

15 febrero 2008 16:16

Gracias a la amabilidad de los responsables he podido visitar la nueva sede de Humanidades y Ciencias Sociales del CSIC, en la calle Albasanz de Madrid. En ella me ha emocionado especialmente la biblioteca, diseñada, como el resto del entorno, por Antonio Fernández Alba.

La biblioteca, llamada con justicia Tomás Navarro Tomás, ha concentrado los fondos antes repartidos por distintos Institutos del Consejo (sobre todo de la sede de la calle Medinaceli). A quienes estudiamos allí nos sorprende gratamente el salto cualitativo que ha dado el servicio. Los libros y revistas (que totalizan un millón de documentos) se reparten en dos espacios: el superior, de estanterías de acceso abierto organizadas temáticamente, y el inferior, con los depósitos:

La impresión general es la de una gran biblioteca norteamericana o canadiense, del tipo de las que nos permitieron, a través de la exploración de sus estanterías, acceder a un tipo de conocimiento que las bibliotecas españolas (a cuyos fondos sólo se llegaba mediante fichas y funcionarios huraños) tradicionalmente no solían darnos. Las estanterías que agrupan, al alcance de la mano, obras de materias afines son un acicate para la serendipia (el encuentro fortuito de lo que no se busca).

La impresión de modernidad se refuerza por las medidas tecnológicas como el pupitre de autopréstamo (imagen inferior) o el de devolución de libros prestados, que hablan por sí solas de la intención de hacer más fluido el encuentro del hombre con el libro.

Abierta por el momento para uso sólo por parte de los miembros de la institución, se planea su apertura a público más amplio en fecha próxima.

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Materias en el Barómetro de Hábitos de Lectura

13 febrero 2008 11:11


En mi post de presentación de datos del Barómetro de hábitos de lectura y compra de libros en 2007 incluía unas dudas metodológicas acerca de las materias. Las repito aquí:

Me causa cierta perplejidad el alto porcentaje relativo del teatro (casi como el de la poesía), que creo que no responde a la realidad observada en librerías, en la oferta editorial y a mi alrededor. Éste es un resultado continuado de estos estudios: ¿no se tratará básicamente de lectura de teatro por prescripción del sistema educativo, y por tanto no debería estar en esta categoría?

El concepto de ensayo (como género literario) me parece difícilmente aprehensible, y lo mismo díría de “Humanidades y ciencias sociales”: ¿estamos leyendo como locos sociología, antropología e historia? Lo dudo… ¿No será que entran en esta categoría desde panfletos políticos escritos por periodistas, hasta libros de New Age? Creo (y me gustaría que alguien lo confirmara) que se están utilizando las clasificaciones temáticas del ISBN, que por una parte considero obsoletas, y que por otra los editores (y siento decirlo) asignan de forma poco cuidadosa…

He recibido una respuesta de Juana Vidal, Directora Técnica del Estudio (hecho por la empresa Conecta):

Sobre la asignación de materias hay que comentar que esta la hace el entrevistado y luego se depura en el análisis pero no depende exclusivamente del ISBN.

Sobre la lectura de teatro, casi la mitad de los que han mencionado leer teatro está en el tramo de edad de 14 a 24 años. Parece lógico suponer y asi lo confirman los datos, que lo habrán leído por motivo de estudios pero eso no cambia la clasificación: La casa de Bernarda Alba, El tragaluz, La dama del alba, etc. son obras de teatro independientemente de los motivos de lectura.

Sobre humanidades, se lee mucho la Biblia y el Evangelio pero también libros de historia de España y biografías. Se mencionan mucho los libros de Eduardo Punset, de Luis Rojas Marcos y como no, tambien los escritos por periodistas políticos, de tanto exito en la actualidad.

Quizás lo más difícil de definir sean los libros de ensayo. De momento esos son los resultados y se intentará profundizar más en próximas ediciones.

Agradezco la respuesta, que aclara algunas cosas. Creo, a la vista de lo expuesto, que la clasificación que se utiliza adolece de algunos problemas: Enseñanza (unida, un tanto extrañamente, conLibros prácticos) deja fuera las lecturas de prescripción: el teatro, pero sin duda también poesía y novela.

¿Tiene ventajas metodológicas obrar así? Yo creo que perturba el conocimiento del mercado. Para mí es clave separar la lectura por prescripción (= libros de texto + lecturas recomendadas en el sistema educativo, en donde entraría sin duda parte del libro infantil) de la lectura por impulso. En esta última habría que meter libro práctico, y además no utilizar categorías-cajón de sastre que nada significan, como Ensayo o “Humanidades y ciencias sociales”, que enmascara Religión y Autoayuda, entre otras categorías de interés.

En fin: queden estas notas para mejora futura de estos estudios. El Barómetro ha tenido una evolución clara a lo largo de su existencia, y entre todos podemos conseguir ir afinando sus resultados.

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Al otro lado de Babel

12 febrero 2008 9:09

Lentamente, una revolución silenciosa se va extendiendo por la Web: los programas de traducción de textos (inicialmente entre las lenguas más difundidas) van ganando terreno e incorporándose de manera simple a los sitios web. Su funcionamiento va mejorando paulatinamente, y en muchos casos ya pueden dar una idea razonable del contenido de sitios en lenguas que nos son completamente desconocidas.
El traductor de Google, por ejemplo, se puede incorporar a una página web. Lo he incluido en la portada de mi sitio principal (“Google traductor”: columna de la izquierda, arriba). Por el momento traduce exclusivamente al inglés.
Pero su función más sorprendente es que la versión del sitio en otra lengua se proporciona sobre la maquetación original: con la pulsación de un botón entramos en un universo paralelo en el que, con la misma maquetación e ilustraciones, nos encontramos navegando en otra lengua. La traducción no se limita sólo a la página donde está el dispositivo, sino que se extiende a todas las páginas a las que lleve la navegación. Pasando el cursor por encima del texto traducido se accede a la versión original, por si se quiere hacer alguna comprobación.
Sabemos que en el universo de la Web el texto está desencarnado: estas mismas palabras, lector, las puedes estar leyendo en mi sitio web, en un lector de feeds o en un correo electrónico, en cada caso con unas características tipográficas diferentes. Los buenos programas traductores aprovechan esta capacidad para llevarnos por un acto de magia tecnológica al otro lado del espejo.

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HarperCollins pone en la Web libros en abierto

11 febrero 2008 13:13

HarperCollins pondrá libros íntegros en la Web, informa el New York Times. La poderosa editorial (que lleva tiempo ensayando diversos sistemas de promoción en la Web) hace esto con el objetivo claro de aumentar sus ventas, permitiendo a los posibles compradores hojear el libro: “Es como quitar el retractilado a un ejemplar”, ha dicho su máxima responsable, Jane Friedman.

El periódico neoyorquino informa de que la editorial comenzará con una novela de Paul Coelho y un popular libro de cocina. Cada mes se colgará en abierto una novela nueva de este autor. Paul Coelho autopirateó sus libros hace poco tiempo, de modo que a lo mejor esta salida de la editorial no es más que la reacción ante un hecho ya imparable: que las obras circulan por la Red.

Estas ediciones electrónicas gratuitas de HarperCollins no se podrán bajar al ordenador, ni imprimir, sino sólo leer en pantalla, y en la práctica Friedman duda de que nadie se las lea enteras. La editorial estará antenta a ver cómo influye este movimiento en las ventas aunque, como recuerda el periodista:

Hay pruebas de que los lectores siguen comprando los libros aun cuando pueden conseguirlos gratis en la Web. Diary of a Wimpy Kid, una novela para niños ilustrada con cómics, se publicó hace tres años en Funbrain.com, sitio Web educativo.Pero el libro físico ha estado 42 semans en la lista de más vendidos infantiles del New York Times.

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Páginas “leídas”

10 febrero 2008 17:17

Uno de los placeres de trabajar en el mundo de la edición virtual es que puedes saber con precisión cuántas de las páginas de tu sitio son consultadas, desde dónde, e incluso en qué recorrido (desde dónde vienen los que aterrizan en cada página y dónde van a continuación).

Al lado de los minuciosos informes de los sitios web, la información que tenemos sobre el uso de las ediciones en papel es mínima. Periódicamente aparece algún invento que intenta resolver este problema. En Documenea llego a este post: “Miden las lecturas de las revistas impresas mediante microcircuitos integrados en el papel“, que remite a una nota de Research. Cito la traducción del primero:

La tecnología RFID permite saber cuántos lectores reales tiene cada artículo de una revista, usando diminutas etiquetas electrónicas adjuntas a las páginas. Después de más de dos años de pruebas de laboratorio, “Mediamark Research & Intelligence” (MRI) amplía ahora los ensayos en salas de espera de Nueva York, durante 1 mes, con 20 revistas. La prueba supone la colaboración entre “Waiting Room Subscription Services”, que ofrece revistas en lugares públicos; “MRI”, que se convirtió en parte de la empresa alemana “GfK AG” en 2005, y lleva a cabo encuestas de consumo en los EUA; y “TagSense”, Cambridge, Massachusetts, que realiza la identificación por radio frecuencia (RFID) para el seguimiento del método. Las etiquetas RFID pegadas a determinadas páginas de la revista envían señales que son captadas por chips receptores ($20, reutilizables) montados en las cubiertas de plástico protectoras de la revista. Se puede saber cuántas veces se abre la revistas y deducir qué artículos son leídos.

Pues bien: veo con placer que, frente al análisis de la lectura, tan mal estamos en el mundo real como en el virtual: sabremos qué artículos ha abierto nuestro sujeto (igual que en la Web sabemos qué paginas ha descargado). Incluso (a través de artilugios para seguir el movimiento de los ojos) podremos saber hacia qué líneas dirige la mirada, pero leer, lo que se dice leer no sabremos si lee, igual que cuando mi hijo desliza los ojos sobre su libro de texto sólo para convencerme de que estudia…

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Lectura y compra de libros en España

09 febrero 2008 10:10


La Federación de Gremios de Editores de España acaba de difundir su Barómetro de hábitos de lectura y compra de libros en 2007 (PowerPoint zipeado). El estudio lleva realizándose durante ocho años consecutivos, y a lo largo de este tiempo se han ido refinando algunos procedimientos e incorporando nuevos elementos.

Los grandes estudios, como el presente, tienen infinidad de problemas, y lo que se gana en extensión y grandes paisajes puede perderse en detalles y conceptualizaciones, incluso de los propios objetos del estudio; sin embargo es justo decir que se ha ido mejorando en precisión, y en la combinación de factores objetivos y subjetivos. El tema de la lectura (lo saben bien los lectores de este blog) es especialmente espinoso. Por ejemplo: para muchos, “leer” sigue siendo básicamente “leer novelas” o “leer por ocio” (aunque el estudio ha avanzado en discriminar tipos de lectura). Por otra parte, aun los que leen poco perciben un cierto prestigio en declararse lectores, lo que lleva a resultados tan extraños como éste:

Cabe destacar que un 12,7% de los que se denominan lectores no han leído ningún libro en los 3 meses previos a la entrevista.

Las materias plantean otra espinosa cuestión, que merecería la pena refinar.

Materia del último libro leído:

Literatura: 80,7% (de este total, teatro: 0,9%, poesía: 1,3%, ensayo: 3,6%, resto novelas y cuentos)

Humanidades y ciencias sociales: 12,2%

Libros prácticos/Enseñanza: 4%

Científico-técnico, Medicina-biología: 1,6 %

Me causa cierta perplejidad el alto porcentaje relativo del teatro (casi como el de la poesía), que creo que no responde a la realidad observada en librerías, en la oferta editorial y a mi alrededor. Éste es un resultado continuado de estos estudios: ¿no se tratará básicamente de lectura de teatro por prescripción del sistema educativo, y por tanto no debería estar en esta categoría?

El concepto de ensayo (como género literario) me parece difícilmente aprehensible, y lo mismo díría de “Humanidades y ciencias sociales”: ¿estamos leyendo como locos sociología, antropología e historia? Lo dudo… ¿No será que entran en esta categoría desde panfletos políticos escritos por periodistas, hasta libros de New Age? Creo (y me gustaría que alguien lo confirmara) que se están utilizando las clasificaciones temáticas del ISBN, que por una parte considero obsoletas, y que por otra los editores (y siento decirlo) asignan de forma poco cuidadosa…

A continuación, el resumen de los principales datos obtenidos:

El 41% de los lectores declara leer casi todos los días y el 15,9% al menos una vez al trimestre, pero un 43,1% de la población asegura que no lee casi nunca

El 44,7% de los entrevistados compró algún libro no de texto en el último año; el 61,2% prefiere las librerías para realizar sus adquisiciones y el 27,4% de los entrevistados acude a las bibliotecas y ese porcentaje sube al 37,3% entre los lectores

La media de libros leídos al año fue de 8,6 y la de lectura 5,8 horas semanales entre los lectores frecuentes

El 73,2% de los hogares con niños menores de 6 años fomenta la lectura y les dedica una media de 3 horas semanales

El 84,5% de los niños entre 10 y 13 años se declaran lectores

Los lectores prefieren la novela y el cuento de Historia y de aventuras y se alejan de las obras de terror, románticas, ficción y fantásticas

El perfil del lector español se consolida como mujer, universitaria y joven que prefiere la novela, lee en castellano y en casa, por entretenimiento

Las mujeres superan a los hombres en intensidad lectora en todas las franjas de edad.

Madrid mantiene su liderazgo en el índice de lectura y Extremadura el último puesto

Seis Comunidades, además de Madrid, superan la media española: Cataluña, Canarias, Asturias, Aragón, Comunidad Autónoma Vasca y Baleares

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Comparativa de e-books

07 febrero 2008 17:17


Un útil estudio comparativo de ebooks que hace Miguel J. Sesma: el Irex iLiad (del que ya hemos hablado aquí) en su versión 2, el Cybook y el Vizplex V3 . Como el mismo autor adelanta:

Veremos que ninguno de los tres dispositivos a prueba es claramente superior a los demás, aunque debido a sus mayores prestaciones, el iLiad sirva para más cosas, su superior peso y precio lo limita en otro tipo de usos. Particularmente y como dejare patente a lo largo de esta prueba, mi lector de eBooks perfecto sería una mezcla de los tres con algunas cosas añadidas de mi cosecha.

Bien: como cualquier producto tecnológico avanzado, el e-book es un producto complejo, y cada fabricante ha podido hacer hincapié en factores distintos, dentro de la tecnología común que les sirve de base.

Pero el estudio profundiza también más allá del aparato, en los usos a que se presta:

libros hay en decenas de formatos electrónicos, aunque en la práctica nos encontraremos con unos pocos formatos que copan el 99.9 % del mercado. Además de los formatos de libros como tales, probablemente queramos poder leer formatos de documentos ofimáticos standard. Y tal vez otros tipos como noticias RSS, periódicos, etc. O incluso crear nuestros propios documentos en el PC para leerlos en el lector de ebooks, o tomar notas en el lector para transferirlas más tarde al PC de sobremesa.

En otras palabras: cerrar los usos de los artefactos de lectura a determinados formatos, procedencias o utilizaciones es sencillamente suicida: ¿sería imaginable un automóvil que sólo funcionara por autopistas, con gasolina comprada exclusivamente en Campsa y con capacidad sólo para una persona. Más allá de la gadgetofilia y de las ansias de estar a la última, en el mercado acabarán imposiéndose los lectores realmente útiles y flexibles.

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Internet, la máquina de copiar

06 febrero 2008 14:14

Ésta es la caracterización que hace de la Red Kevin Kelly, el fundador de Wired y frecuente opinador sobre el mundo del libro digital.

En un post titulado “Mejor que gratis“, Kelly caracteriza la Internet como un sistema que funciona a base de copias y copias de copias, y esta proliferación puede hacer que lo copiado no tenga ningún valor. Pero en este mismo contexto, algo que no puede ser copiado adquiere un valor claro. Por ejemplo, la confianza: no se puede comprar, improvisar, ni falsificar.

Al igual que ella, Kelly define ocho elementos con valor en la Red:

  1. Inmediatez: la capacidad de llegar al destinatario cuanto antes.
  2. Personalización: la adaptación a las condiciones del usuario.
  3. Interpretación: apoyo y guía para utilizar algo que puede ser gratis.
  4. Autenticidad: como garantía de un uso sin problemas.
  5. Accessibilidad: capacidad de disfrute inmediato.
  6. Incorporación: transvase de la obra a condiciones materiales que hagan mejor su disfrute.
  7. Patrocinio: cuando es fácil de hacer, dimensionable por quien quiere utilizarlo, y sus beneficios van donde se espera.
  8. Encontrabilidad: En un universo lleno de cosas (libros, canciones, …) poder ser encontrado es valioso.

Y éste es el resumen:

El dinero, en esta economía de la red, no sigue el recorrido de las copias. Sigue el recorrido de la atención, y la atención tiene sus propios circuitos.

(Vía Google Blogoscoped)

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Visualizar la Biblia

05 febrero 2008 9:09


Dos proyectos separados por ochenta años nos muestran diferentes aproximaciones al texto de la Biblia. El de arriba son unos gráficos doctrinales creados por Clarence Larkin entre 1914 y 1919 (gracias, R.) . Relacionan temáticamente distintos elementos (en el ejemplo, la resurrección) combinando gráficos abstractos y metáforas visuales: tierra, árboles, cosechas… Los enlaces al texto los proporcionan las tradicionales coordenadas de capítulo y versículo.

El de abajo es una visualización de las referencias cruzadas de las Escrituras (es decir: de qué pasajes citan o remiten a otros), elaborado por Chris Harrison (vía Information Aesthetics). El diagrama de barras inferior recoge cada capítulo de los libros de la Biblia, con longitud proporcional al número de versículos; los libros propiamente dichos están marcados alternando gris claro y oscuro. Los colores de los arcos que unen los distintos pasajes reflejan sus longitudes respectivas.

Esta representación, a diferencia de la anterior, que era una interpretación, es un volcado formal de datos. Se podría pensar qué aporta una presentación como ésta a la comprensión de las relaciones internas de la Biblia (más allá de una idea tipo “muchos pasajes remiten a otros”). La verdad es que, en conjuntos de datos tan complejos y entrelazados, puede no haber ninguna forma simple de plasmar gráficamente sus relaciones…

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