La avidez de los periódicos digitales

15 marzo 2008 21:21

La imagen superior es una página de un periódico por línea, concretamente, del suplemento Ciberp@ís de El País. ¿Notan algo curioso en ella? ¡Exacto! Las direcciones de las páginas web no son clicables, es decir: no constituyen enlaces. Si el lector del periódico quiere ir a ellas tiene que copiar la dirección y pegarla en su navegador. Es decir: un procedimiento engorroso para algo que se podría solucionar con un simple clic.

¿Por qué hace eso El País (y también otros diarios por línea)? Para que la gente se quede en su web, en vez de irse a otra. Las páginas de los periódicos digitales tienen enlaces verdaderos, que llevan a otras partes del diario. Pero también tienen enlaces los anuncios, de modo que su principio parece ser: “no salgas de aquí fácilmente, a no ser que me reportes algún beneficio”.

Podría pensarse que el hecho de no vincular las webs citadas tiene por objeto que los sitios mencionados no se beneficien de una mejora en su page rank: al fin y al cabo, cuantos más y mejores enlaces recibe un sitio, más lo valoran Google y otros buscadores. Pero eso se evitaría colocando en los enlaces el atributo nofollow: los comentamos aquí mismo hace unos meses.

También se podría hacer que los enlaces externos al diario se abrieran una ventana nueva (que es lo que hacen con los anuncios): de ese modo el lector no perdería el contacto con el periódico.

Pero no: aunque les pongan las cosas más difíciles a sus lectores, las webs citadas en las noticias y que no son parte del periódico no llevan enlaces. Ni aunque estén en el cibersuplemento del diario. Ni aunque constituyan (como en el ejemplo con el que hemos empezado este post) precisamente una guía de páginas web.

En casa del herrero…

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Gran Enciclopèdia Catalana en abierto

20 febrero 2008 14:14

Una de las obras de consulta más conocidas de Cataluña, la Gran Enciclopèdia Catalana, está desde hoy accesible gratis en Internet. Hasta el momento su versión web, la Hiperenciclopèdia, era de pago, y coexistía con la edición en papel, en 28 volúmenes. Ésta no volverá a publicarse, y la de Internet se abre a la Red.

¿Qué ha ocurrido? Los beneficios por suscripción (que existía desde 1998) eran muy bajos, “pese a las suscripciones colectivas con fondos públicos que permitían el acceso a los funcionarios, las escuelas y las bibliotecas catalanas” (dice El Periódico). Por otra parte, las enciclopedias en papel, sobre todo las de gran formato, están perdiendo ventas progresivamente desde hace años, coincidiendo (como a nadie se le escapa) con el ascenso de Internet y concretamente de la Wikipedia.

¿Qué podía hacer Enciclopèdia Catalana? La obra en gran formato no se volverá a publicar, y entre tenerla guardada en un cajón y abrirla al público en la Red, la mejor solución es la segunda: a través de ella se podrán “generar ingresos por publicidad, convenios y aportaciones públicas” (de nuevo El Periódico). Es decir: se intentará cambiar el modelo de negocio… Se tratará también de “incorporar la posibilidad de que los usuarios nos propongan nuevas entradas o textos revisados, que sólo publicaremos, sin embargo, después de ser revisados por el editor”, dice el director general, Albert Pèlach en el blog del proyecto. La moda de la Web 2.0 entre las instituciones es clara, pero, como ya discutimos en este mismo blog, ¿cómo se las van a arreglar para recibir aportaciones altruistas de usuarios?

Hay otro problema, que es el de la misma concepción de la obra. Una enciclopedia en línea no es sólo el texto e imágenes en un servidor (en la imagen inferior, un artículo de la enciclopedia), ni aunque tenga acceso hipertextual a otros artículos de la misma obra: le falta la conexión al exterior. Estos elementos están previstos en una segunda fase. Dice La Vanguardia:

Tendrá un contenido aproximado a finales de 2010 de 575.000 entradas [en vez de las 270.00 actuales], 50.000 fotografías, 2.000 dibujos, 1.500 vídeos, 2.000 mapas, 250.000 conexiones hipertextuales internas y 30.000 externas.

Bienvenido este caudal de informaciones abierto a todos en la Red, pero, tanto como el modelo de negocio, el modelo de una enciclopedia en línea es lo que debe ser revisado.

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Al otro lado de Babel

12 febrero 2008 9:09

Lentamente, una revolución silenciosa se va extendiendo por la Web: los programas de traducción de textos (inicialmente entre las lenguas más difundidas) van ganando terreno e incorporándose de manera simple a los sitios web. Su funcionamiento va mejorando paulatinamente, y en muchos casos ya pueden dar una idea razonable del contenido de sitios en lenguas que nos son completamente desconocidas.
El traductor de Google, por ejemplo, se puede incorporar a una página web. Lo he incluido en la portada de mi sitio principal (“Google traductor”: columna de la izquierda, arriba). Por el momento traduce exclusivamente al inglés.
Pero su función más sorprendente es que la versión del sitio en otra lengua se proporciona sobre la maquetación original: con la pulsación de un botón entramos en un universo paralelo en el que, con la misma maquetación e ilustraciones, nos encontramos navegando en otra lengua. La traducción no se limita sólo a la página donde está el dispositivo, sino que se extiende a todas las páginas a las que lleve la navegación. Pasando el cursor por encima del texto traducido se accede a la versión original, por si se quiere hacer alguna comprobación.
Sabemos que en el universo de la Web el texto está desencarnado: estas mismas palabras, lector, las puedes estar leyendo en mi sitio web, en un lector de feeds o en un correo electrónico, en cada caso con unas características tipográficas diferentes. Los buenos programas traductores aprovechan esta capacidad para llevarnos por un acto de magia tecnológica al otro lado del espejo.

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La perversión del enlace

11 enero 2008 8:08


El enlace es el alma de la WWW: es la herramienta fundamental para conectar contenidos, la llave que abre los conceptos hacia su explicación o ampliación. Pero su abuso hace la lectura dificultosa, y no digamos nada cuando apuntan a cosas irrelevantes, y sobre todo si al pasar el cursor por encima sacan una imagen del destino que tapa parcialmente el texto.

Pues bien, estas tres lacras simultáneas son las que presenta El Semanal Digital, por ejemplo en esta noticia. Un sistema automático ha recorrido el texto y ha creado un enlace en ciertos términos. El resultado son veinte enlaces para 340 palabras: demasiado. Ninguno conecta con una fuente o una ampliación de la noticia: todos ellos llevan a publicidad servida por AdProx. Aunque la propaganda del sistema dice que lo que se destacan son “palabras clave relevantes“, la verdad es que términos sin gran contenido semántico, como cada o para, se convierten también en enlaces. Y en general estos no son muy pertinentes. Si infidelidad lleva, adecuadamente, a publicidad de un polígrafo (“máquina de la verdad”), gran conduce al Hotel Sol Meliá, y para a “una hipoteca para cada situación”. Todo con globitos que aparecen y desaparecen sobre el texto… Y pensar que AdProx llama a esto “publicidad no invasiva”…

Resulta difícil pensar en un caso que ilustre mejor cómo el ruido y la intromisión pueden interferir en un mensaje.

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Premio UCM/Microsoft a las Obras de Sor Juana

03 enero 2008 19:19


El I Premio UCM/Microsoft “Literaturas en Español del Texto al Hipermedia” se ha concedido a Tadeo Stein, Guadalupe Correa et al. por las Obras completas de sor Juana Inés de la Cruz, en formato CD. La obra ha sido editada bajo la dirección del profesor Héctor A. Piccoli, de la Universidad Nacional de Rosario con un software desarrollado por el ingeniero Omar Seri. Como reza la información sobre el premio:

Esta edición de las Obras Completas de Sor Juana Inés de la Cruz recoge una gran cantidad de recursos tales como notas, vocabulario, galería de imágenes y sonido, reproducción facsímil y una muy cuidada edición del texto, lo cual revela un trabajo riguroso y preciso por parte de todo un grupo de especialistas. Se valoró especialmente que el trabajo haya sido realizado en equipo. La edición realiza un buen uso de las convenciones para este tipo de materiales, pues la navegación y las búsquedas se ven facilitadas por ventanas que permiten restringir búsquedas y acceder a materiales de modo bastante rápido. La calidad de las reproducciones y la legibilidad de los textos es excelente.

La labor de Bibliele en textos electrónicos viene siendo meritoria desde hace tiempo. Nada menos que a 1995 se remonta una excelente edición de las obras completas de Freud también en CD-ROM.

Enhorabuena a Héctor Piccoli y el resto de los autores por la edición, y a Microsoft y la Universidad Complutense por convocar un premio en un terreno de tanto interés, y en el que quedan tantas cosas por hacer. Y, por supuesto, siempre es un placer leer a Sor Juana…

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Al otro lado de la pantalla

27 diciembre 2007 12:12


¿Cómo es la construcción de una página web por dentro? Este divertido video del nuevo sitio Soitu.es es el último de una serie de cuatro que reconstruye lo que es la creación de un sitio web en pruebas.

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La inveterada desidia de la librería española

03 diciembre 2007 8:08


Los domingos, desde algún punto del centro de Europa, emite para el universo el Semanario de literatura recreativa. Es un blog muy bien escrito que dirige una mirada a la actualidad desde el pasado.

Como en su última entrega, La inveterada desidia de la librería española, donde recuerda el testimonio de un viajero alemán a finales del XIX:

De cortesía y de celo empresarial rara vez se habla; ni el jefe ni su personal tienen, aparentemente, el más mínimo interés en vender nada; sólo a desgana se dignan satisfacer los deseos del cliente, a menos que se trate de un amigo de la casa. Por no tomarse la molestia de buscar un libro que no les queda al alcance de la mano ?pero que, como luego se comprueba a menudo, está efectivamente disponible? prefiere decir el librero: “¡no lo tenemos!”, o “ya no nos queda”, de modo que a menudo tengo que subir yo mismo a la escalera y buscar personalmente lo que quiero. Jamás se le viene a las mientes la idea de pedir [al editor] un libro que uno ha buscado en vano en su establecimiento. Y si el cliente pregunta al librero si no podría pedir el tal libro, bien puede ocurrir que se niegue en redondo, o que aparentemente se avenga a ello, pero el pedido no se cursa, porque esto cuesta el esfuerzo de mandar una carta, y aprovecha poco.

Bueno, bueno… ¿Ha mejorado la cosa? No mucho, de creer el testimonio al tiempo irritado y jocoso del autor, que narra sus dificultades para hacerse enviar unos libros desde España. ¿El culpable?: alguna librería cuyo nombre vela, para destaparlo en hiperenlace. Libros que figuran en catálogo de venta por Internet, pero que no están en el establecimiento y deben pedirse a terceros, gastos de envío elevados…, todo lo cual se compara con el servicio recibido desde Alemania. Ah: que Correos no tenga una auténtica tarifa reducida para el envío de libros e impresos no es culpa de los libreros.

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La huella de lo visto

22 noviembre 2007 21:21

¿Qué he leído en los últimos tiempos? Con un poco de suerte, puedo reconstruir los libros, revistas y periódicos, fotocopias y separatas que han pasado por mis manos, pero en lo que respecta al ciberespacio, lo tengo mucho mejor…

El “Historial Web” de iGoogle presenta la relación de todas las páginas web visitadas, búsquedas hechas, documentos a los que se ha accedido y marcadores (o favoritos) que se han fijado. Todo ello siempre que se trabaje en el contexto de la barra Google.

El sistema permite además buscar dentro de nuestro propio historial de búsquedas, en una función recursiva que puede resultar muy útil. Y además están las estadísticas…

Permitirán que me coja a mí mismo como ejemplo: arriba está el historial de mis actividades Web de este mes. Pasemos por alto momentáneamente el bugazo de que los días de la semana se designen con unas iniciales bizarras… Mis actos Web tienen un blanco los días 1, 2 y 3 de este mes (creo que estuve de puente), y se reparten entre todos los demás (exceptuando del 23 al 30, que aún no han llegado…). No hay día sin que busque, encuentre o marque algo, pero en estos últimos tres días hay un pico de actividad: la razón es que he estado escribiendo un artículo, que me ha costado cierto esfuerzo de documentación; de ahí las más de 76 páginas vistas o búsquedas realizadas. Por supuesto, no pretenderé que he leído todos los elementos a los que he accedido: algunos simplemente los he consultado, otros los he leído en diagonal, en algunos he hecho búsquedas en su texto, otros eran libros enteros en la Web (y me he limitado a descargarlos), y algunos (artículos, entradas de blog) sí que los he leído íntegramente.

Esta utilidad me da acceso mediante enlaces a todos mi recorridos anteriores: es una mezcla de los favoritos, del historial de búsquedas y de la relación de páginas visitadas. Tiene (por fortuna, porque nadie está exento de un búsqueda culposa) la posibilidad de borrar alguna de las acciones realizadas. Es una herramienta fabulosa, y la punta de lanza de otras que convertirán nuestro propio recorrido por Web en fuente de documentación…

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Sobre el reflejo web de los diarios en papel

19 noviembre 2007 12:12


El País ha atravesado un periodo de cambios. Uno de los más espectaculares ha sido la apertura de la hemeroteca de toda la historia del diario, a la consulta y a la búsqueda gratuitas (antes estaba reservada para suscriptores). El otro cambio ha sido la implementación de un visor de páginas de la edición impresa, que sirve también de interfaz para la descarga de PDF, y que es exclusivo para suscriptores (he aquí una demo).

¿Qué le puede uno pedir a un visor de contenidos impresos, y más cuando es de pago? ¿Cuáles son las complejas relaciones entre edición en papel y edición por línea (y edición en papel por línea)? De todo esto trata el artículo “Las versiones digitales de los diarios en papel” que publico aquí al lado. Estas son sus conclusiones:

La maqueta del periódico en papel sigue siendo un eficaz sistema de jerarquización y transmisión de informaciones, lo que explica que los periódicos en línea implementen procedimientos para consultarla. Este sistema es una de las tres o cuatro alternativas que tiene el lector para leer una noticia. Si, como es el caso de El País, se ha convertido además en uno de los rasgos diferenciales del acceso de pago, debería estar particularmente cuidado, y la versión actual es mejorable, sobre todo cuando se compara con el sistema de señalamiento y acceso a la noticia del visor de Le Monde.

Por otra parte, la relación de la edición impresa con la on line resuta dificultosa en la nueva maqueta de El País, e incluso en su versión PDF. Si se quiere mantener el consumo de la edición en papel, tal vez la mejor estrategia sería convertirla también en puerta de la edicion on line, facilitando el paso de una a otra.

El artículo se puede comentar o discutir haciendo uso de los comentarios a este post.

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El País, en abierto, y algunas sugerencias

23 octubre 2007 16:16


A partir del 15 de noviembre, el diario El País ofrecerá sus archivos históricos en abierto (antes estaban reservados para suscriptores), con la única excepción de la versión PDF.

Este movimiento viene poco tiempo después de que el New York Times diera un paso similar, y no refleja más que una realidad tozuda: la fuerza de un medio la constituyen sus lectores, y cuando éstos se consiguen, lo demás (influencia, ingresos por publicidad, …) viene por añadidura.

Pero, ¿qué ocurre con los suscriptores, que pagaban, entre otras cosas, por el acceso al archivo? Como he dicho, serán los únicos en poder ver la versión en PDF, que, por cierto, creo que los lectores que nos hemos forjado con el diario en papel consultamos mucho. Pero además se les promete que “se incorporará un novedoso sistema de lectura que facilitará su uso y garantizará una mayor velocidad de descarga”. No sé si se tratará de un dispositivo “hojeador” como el que tiene Le Monde, o exactamente qué, pero algún valor añadido tendrá que haber para quienes paguen…

Y ya que de remodelación de elpais.com se habla, hay dos cuestiones que vale la pena comentar.

Los enlaces. Normalmente las noticias que incluyen direcciones web las presentan como texto simple, es decir, sin enlazar. Eso obliga al lector que quiere ir a la fuente que se cita a ¡copiar la dirección para pegarla en una nueva ventana del navegador! Si esto se hace por el afán de no regalar ranking a las páginas citadas, existe desde hace años el atributo no-follow, que se puede añadir sistemáticamente a todas las direcciones. Y si no es por eso, la verdad, no se me ocurre ninguna razón de peso para ir tan en contra de la estructura hipertextual de la Web…

[Nota sobre no-follow: los buscadores clasifican los sitios (en parte) por la cantidad de otros sitios que les apuntan. Para evitar que en zonas abiertas al público la gente deje enlaces a sus webs para subirles artificialmente su ranking, lo que es una forma de spam, Google implementó el atributo no-follow, que hace que el enlace se pueda seguir, pero que el buscador no lo contabilice. Recientemente la Wikipedia decidió colocar ese atributo a todos sus enlaces, decisión que ha sido muy debatida].

Los comentarios. A lo mejor soy yo solo, pero me da la impresión de que El País tiene una extraña política con las noticias en las que permite comentarios y en las qu no. Para mí, la cosa está clara: todas las noticias deberían llevar posibilidad de comentario. O jugamos todos (a la Web 2.0) , o no jugamos…

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